Cristina Fernández de Kirchner realizó una visita a Rosario que generó un impacto significativo en la escena política argentina. Su presencia no solo se limitó a un acto multitudinario, sino que incluyó un encuentro privado con cerca de cien referentes del peronismo santafesino. En esta reunión, la expresidenta abordó diversos temas cruciales, incluyendo una autocrítica y esbozó lineamientos para el futuro del espacio político. Este artículo analiza ambos acontecimientos, el encuentro en Rosario y el posterior cruce con el Gobierno por la desregulación de medicamentos.
Encuentro en Rosario: empleo, autocrítica y definiciones futuras
El encuentro en el hotel Ross Tower reunió a una heterogénea representación de la dirigencia peronista de Santa Fe. Se encontraban sindicalistas como Sonia Alesso (docentes), Antonio Donello (metalúrgicos), y Guillermo Moretti (dirigente industrial), entre otros. También participaron diputados nacionales, legisladores provinciales, intendentes y presidentes comunales, reflejando la intención de un diálogo amplio dentro del espacio político.
El eje principal del intercambio giró en torno a la problemática del empleo, especialmente en el contexto del proceso de desindustrialización que afecta a la región. Cristina Kirchner, tras escuchar las intervenciones de diferentes oradores, incluyendo trabajadores, empresarios y representantes políticos, realizó una fuerte crítica al gobierno de Javier Milei, resaltando la preocupante concentración de la inversión en Vaca Muerta y la consecuente retirada de empresas como YPF de otras provincias, provocando despidos masivos.
En este punto, la expresidenta planteó su preocupación por el modelo económico actual, que considera que apunta a una Argentina con una población significativamente menor. Esta observación marcó el tono de la reunión, mostrando una preocupación por los efectos sociales de las políticas neoliberales.
La reunión no estuvo exenta de autocrítica. Kirchner reconoció fallas en la implementación de políticas sociales en gobiernos anteriores, como la moratoria previsional. Señaló la necesidad de realizar estudios socioeconómicos previos para evitar el uso inadecuado de los recursos. Su referencia al gasto de las beneficiarias en actividades de ocio contrastó con la intención original de paliar la pobreza.
Respecto al futuro del peronismo, Kirchner hizo un llamado a la unidad y la articulación. Instó a la dirigencia a superar las divisiones internas y a construir puentes con otros sectores sociales, dejando de lado la discusión sobre candidaturas inmediatas y centrándose en la construcción de un mensaje convincente para la sociedad.
La ausencia de figuras relevantes del peronismo santafesino, como senadores provinciales y el senador nacional Marcelo Lewandowski, fue notable y genera interrogantes sobre las fisuras internas dentro del propio espacio peronista.
Cruce con el Gobierno por la desregulación de medicamentos
Tras el encuentro en Rosario, Cristina Kirchner realizó fuertes declaraciones sobre la necesidad de desregular el mercado de medicamentos, retando al gobierno de Javier Milei a implementar esta medida. Sus dichos apuntaron a la reducción del precio de los medicamentos y facilitar el acceso a la población, poniendo el foco en la situación de los jubilados y la salud como un derecho esencial.
El Gobierno no tardó en responder. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, salieron al cruce con fuertes críticas a las políticas sanitarias de los gobiernos anteriores, destacando las medidas implementadas por la gestión Milei, entre las que se encuentran la receta electrónica y la posibilidad de compra de medicamentos online.
Sturzenegger cuestionó el pasado de Cristina Kirchner, argumentando que nunca aplicó políticas de desregulación similares y remarcó las consecuencias económicas de las medidas sanitarias aplicadas en sus gestiones. Loccisano, por su parte, señaló los problemas de transparencia y gestión en programas sanitarios como Remediar y expuso datos sobre el desperdicio de recursos en vacunas vencidas.
El intercambio entre Kirchner y el Gobierno se sitúa en el centro de un debate profundo sobre el rol del Estado en la economía y la salud. Se trata de una disputa ideológica que trasciende la coyuntura política inmediata y plantea preguntas fundamentales sobre el modelo económico y social que se quiere construir en Argentina.
El encuentro en Rosario y el cruce con el Gobierno revelan la complejidad de la situación política actual. Mientras Cristina Kirchner se centra en la necesidad de unidad y acción dentro del peronismo, articulando un discurso con autocrítica y proyección futura, el gobierno de Javier Milei busca demostrar su eficacia a través de la desregulación y cuestiona abiertamente las gestiones pasadas.
La visita de Cristina Kirchner a Rosario, más allá del acto público, evidenció una profunda reflexión sobre el pasado y una búsqueda de unidad y nueva dirección para el espacio político. La posterior confrontación con el Gobierno por la desregulación de los medicamentos resalta una grieta ideológica crucial en la política argentina, planteando un debate crucial sobre el rol del Estado y los modelos económicos en juego.