El Estadio de básquet del Club Quimsa en Santiago del Estero vibró el pasado domingo con la presencia de Cristina Kirchner. En el marco del Día de la Militancia, la expresidenta y flamante titular del PJ desafió abiertamente la proscripción que pesa sobre ella y lanzó una enérgica arremetida contra Javier Milei, el flamante ganador de las elecciones primarias.
Una Militancia Pasional
Desde temprano, miles de militantes peronistas se congregaron para escuchar a Cristina. El ambiente estaba cargado de expectativa, un clima de fervor político palpable. Los cánticos y las banderas se mezclaban con la música que sonaba antes de la llegada de Kirchner, creando una atmósfera de apoyo y compromiso incondicional.
El discurso comenzó con la canción “Fanático” de Lali Espósito, a la cual Cristina bailó y cantó junto a sus seguidores, demostrando una faceta cercana y emocionante. Este gesto, lejos de ser un simple detalle, marcó la tónica de un encuentro que trasciendió la política formal para convertirse en una verdadera expresión de sentimiento y fervor peronista.
El Ataque a Milei: ‘Regalar la Argentina’
El foco central del discurso fue una crítica incisiva al proyecto económico de Javier Milei. Kirchner acusó a Milei de querer “regalar la Argentina” al proponer la dolarización y la privatización de empresas estatales como Aerolíneas Argentinas. Para Cristina, el programa de Milei representa un retorno a un modelo neoliberal fallido que ya causó estragos en el país.
Comparó la propuesta de Milei con el modelo agroexportador que imperaba durante la década de 1930 y la dictadura. En sus palabras, este modelo empobreció a la gran mayoría en beneficio de las elites. Recordó la intervención del estado en momentos críticos para evitar un colapso, utilizando como ejemplo un préstamo a General Motors en 2009 durante una crisis internacional. Afirmó categóricamente: “No me van a decir que soy anticapitalista. ¡No me jodan más!”
La Condena y la Proscripción
Kirchner no eludió la compleja situación judicial que enfrenta y que le impide, al menos por ahora, participar de las elecciones presidenciales del próximo año. Tras la confirmación de su condena en la causa Vialidad, Cristina declaró una vez más que no se arrepiente de nada de lo hecho en sus dos mandatos presidenciales. Aseguró que la condena y la proscripción son consecuencia de sus políticas que beneficiaron al pueblo argentino.
Recordó la histórica proscripción que sufrió Juan Perón y lo comparó con la situación actual que ella misma vive. En este punto, su discurso se llenó de dramatismo al describir la situación con un tono casi épico: “El castigo que me quieren imponer, al lado de otros que sufrieron, quienes ya no están, quienes continúan desaparecidos, el precio es bastante poco y estoy dispuesta a pagarlo.”
Un Llamado a la Unidad y la Amplitud
Más allá del discurso combativo contra Milei, el mensaje principal de Cristina fue un llamado a la unidad dentro del peronismo y a abrirse a otras fuerzas políticas. Argumentó que la fragmentación sólo fortalece a la oposición y dificulta la construcción de un proyecto nacional alternativo.
Su discurso incluyó un reconocimiento al Frente Cívico de Santiago del Estero, liderado por el gobernador Gerardo Zamora, como un ejemplo exitoso de integración entre el peronismo y el radicalismo. Kirchner hizo hincapié en la importancia de la colaboración interpartidaria para enfrentar los desafíos del país y superar los obstáculos internos.
Muchos de los presentes interpretaron esta convocatoria a la amplitud como una señal clara de intención de construir alianzas estratégicas en la recta final hacia las próximas elecciones presidenciales, aún en medio de la incertidumbre planteada por su situación judicial.
Las Voces de los Militantes
Los asistentes al acto reflejaban la emoción y el compromiso de la militancia peronista. Se escucharon testimonios emotivos de personas que habían recorrido largas distancias, que llevaban años militando o que manifestaban su admiración y gratitud por Cristina Kirchner. Sus palabras se mezclaron con consignas políticas que recordaban el peronismo histórico y la necesidad de la unidad en un momento crítico para la Argentina.
El acto en Santiago del Estero fue mucho más que un simple discurso político: fue un claro testimonio del arraigo que la figura de Cristina Kirchner aún tiene dentro de un sector importante del peronismo y la profundidad del sentimiento que suscita en la militancia peronista. El acto también demostró su voluntad de liderazgo a pesar de las adversidades, alineando a su público en una estrategia de enfrentamiento a la candidatura presidencial de Javier Milei.
Desde el escenario, Cristina Kirchner no sólo criticó con fuerza al proyecto político de Javier Milei, sino que transmitió un mensaje de esperanza a sus fieles partidarios en un momento crucial para la Argentina. Su mensaje de resistencia y convocatoria a la unidad, resonó con fuerza en un día que trascendió la simple militancia para convertirse en un ferviente acto de lealtad.