El sector de la construcción en Bahía Blanca atraviesa una profunda crisis, según un reciente informe del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA). La caída es significativa, impactando tanto en la cantidad de permisos otorgados como en la superficie de las obras, generando preocupación por el futuro del sector.
Caída en los permisos y la superficie construida
Durante el primer semestre de 2024, se registró una alarmante disminución en la cantidad de permisos de construcción otorgados por el Municipio de Bahía Blanca. Se emitieron 188 permisos, lo que representa una caída del 34.5% en comparación con el mismo período de 2023. Esta reducción se ve reflejada también en la superficie total autorizada para la construcción, con una disminución del 48.3%, alcanzando apenas 36.700 m².
Esta tendencia negativa no es nueva; de hecho, se observa una caída constante desde 2015, con la excepción del año 2021. En el año 2023, se otorgaron 570 permisos, un 43.1% menos que en 2022, y la superficie autorizada fue de 135.900 m², un 24.2% inferior al año anterior. La superficie promedio de las obras autorizadas también disminuyó, pasando de 204 m² en 2023 a 179 m² en el primer semestre de 2024.
Análisis por categoría de construcción
El análisis del CREEBBA desglosa la situación por categorías de construcción. En 2023, se observaron descensos en tres de las cuatro categorías: viviendas unifamiliares (-29.1%), locales (-60%), y ampliaciones y otros (-32.6%). Solo las construcciones multifamiliares mostraron un incremento (112.1%), aunque este dato no contrarresta la caída general.
En el primer semestre de 2024, la tendencia se mantuvo negativa para todas las categorías. Las viviendas unifamiliares disminuyeron un 21.7%, los locales un 59.5%, las ampliaciones y otros un 81.5%. La excepción fue nuevamente la construcción multifamiliar, con una reducción considerable pero menos pronunciada que el resto.
Impacto nacional y la situación del empleo
La crisis en la construcción de Bahía Blanca se encuentra en sintonía con la situación nacional. El salto cambiario de fines de 2023 y la aceleración de la inflación impactaron severamente en el sector, que ya mostraba un estancamiento. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) refleja una caída del 8.5% promedio mensual entre noviembre y marzo de 2024.
En julio de 2024, el ISAC mostraba un retroceso interanual del 20.4%, con una caída acumulada del 30.9%. El Índice Construya, que mide el desempeño de 11 empresas representativas, muestra una dinámica similar, con un retroceso acumulado del 30.6% en julio y una caída interanual del 16.5%. La situación del empleo tampoco es alentadora; en marzo de 2024 se registraron 391.800 puestos de trabajo, un 18.8% menos que en el mismo mes de 2023, marcando siete meses consecutivos de caída.
Inversiones en el sector
En el primer semestre de 2024, las inversiones en construcción en Bahía Blanca se estiman en $25.100 millones, un descenso del 54.2% en relación al mismo período de 2023. Si se considera la cotización del dólar, la cifra en moneda extranjera sería de u$s 29.1 millones, una disminución del 56.9%. La inversión total, con y sin permisos, alcanzó los $41.600 millones en el primer semestre de 2024, lo que representa una caída del 50.5% en términos reales y del 53.2% en comparación con la primera mitad de 2022.
Perspectivas sombrías y desafíos del sector
Las perspectivas para el sector de la construcción en Bahía Blanca son desalentadoras, con una caída sostenida en la actividad que no se vislumbra una recuperación a corto plazo. La falta de inversión, la alta inflación y la inestabilidad económica son factores que impactan directamente en la demanda y la capacidad de los constructores.
Será fundamental implementar políticas que impulsen el sector, tanto a nivel local como nacional. Incentivos fiscales, medidas para facilitar el acceso al crédito y una mayor estabilidad económica podrían ayudar a paliar la situación actual y brindar alguna perspectiva a un sector en franca crisis.
Conclusiones
La crisis en la construcción de Bahía Blanca es profunda y compleja. La caída en permisos, superficie construida, empleo e inversiones refleja la delicada coyuntura económica local y nacional. Sin medidas urgentes para revitalizar el sector, la perspectiva a corto plazo es sombría.