La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha confirmado la prescripción de la causa contra Milagro Sala por los hechos ocurridos el 16 de octubre de 2009 en Jujuy. La decisión, tomada este martes, desestima un recurso de queja presentado por el exgobernador Gerardo Morales, quien acusaba a la dirigente social de amenazas coactivas y daño agravado tras un escrache contra él.
El origen del caso: un escrache en Jujuy
El caso se remonta a octubre de 2009, cuando Gerardo Morales, por entonces senador nacional, y el entonces director de la AGN, Leandro Despuy (fallecido), se disponían a dar una conferencia de prensa en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de San Salvador de Jujuy. La conferencia tenía como objetivo denunciar presuntas irregularidades en la administración de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales, a cargo de la organización Túpac Amaru, liderada por Milagro Sala.
Durante la conferencia, se produjo una violenta protesta con escaramuzas, insultos y agresiones contra Morales y Despuy, atribuidas a militantes cercanos a Milagro Sala. Este incidente fue el origen de la causa judicial contra Sala, por los delitos de amenazas coactivas y daño agravado.
El recorrido judicial: de la condena a la prescripción
En 2021, la Justicia federal de Jujuy condenó a Milagro Sala a tres años de prisión en suspenso por daño agravado. Sin embargo, la defensa de Sala presentó un planteo de prescripción de la acción penal, alegando el transcurso del tiempo desde la ocurrencia de los hechos. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Jujuy rechazó este planteo, lo que generó la apelación ante la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal.
La Sala IV de Casación Penal, en 2021, revocó la decisión del tribunal jujeño, ordenando que se dicte una nueva sentencia “conforme a derecho”, incluyendo la consideración de la prescripción de la acción penal. Esta decisión también benefició a otros dos activistas acusados en la misma causa. El exgobernador Morales, quien se presentó como querellante, interpuso entonces un recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema.
En su recurso extraordinario, Morales alegó una interpretación “arbitraria” de la prescripción penal, violación del debido proceso y del principio de igualdad por parte de la Cámara de Casación. Sin embargo, la Sala IV consideró este recurso improcedente por falta de una sentencia definitiva y por no existir una cuestión federal planteada que requiriese la intervención de la Corte.
Este último rechazo motivó el recurso de queja presentado por Morales ante la Corte Suprema. Tras su análisis, la Corte Suprema, en pleno, desestimó finalmente el recurso de queja, confirmando la decisión de la Cámara de Casación.
La decisión de la Corte Suprema y sus implicaciones
Con esta decisión, la Corte Suprema no solo confirma la prescripción de la causa contra Milagro Sala sino que también se pronuncia sobre la interpretación de la ley de prescripción y los requisitos para acceder a la instancia de recurso extraordinario. Se trata de una decisión relevante no solo para este caso en particular, sino también como precedente para futuras actuaciones judiciales similares.
La prescripción, es decir la extinción de la acción penal por el transcurso del tiempo, es un principio jurídico fundamental para proteger a los imputados de la incertidumbre indefinida sobre su situación procesal. El fallo de la Corte Suprema confirma la importancia de este principio, incluso en casos mediáticamente relevantes como el que involucra a Milagro Sala.
La decisión podría ser interpretada como un punto final en esta causa específica, dejando sin efecto los cargos contra Milagro Sala por los eventos de 2009. Sin embargo, el impacto político del fallo y las consecuencias sobre la gestión judicial en la provincia de Jujuy podrían tener implicaciones más amplias, particularmente en la discusión sobre el tratamiento de conflictos sociales y las controversias políticas dentro del sistema judicial.
Análisis final
El fallo de la Corte Suprema de Justicia en el caso Milagro Sala deja en evidencia las complejidades del sistema judicial argentino y la constante tensión entre la búsqueda de justicia, la protección de derechos fundamentales y la necesidad de agilidad y eficacia en la administración de justicia. La prescripción, en este caso, no significa necesariamente una absolución de las acusaciones, sino más bien una imposibilidad legal de continuar con el proceso debido al transcurso del tiempo.
Este fallo requiere un análisis profundo que considere las perspectivas legales, políticas y sociales implicadas para comprender su significado completo, más allá de su impacto inmediato en la situación procesal de Milagro Sala.