El verano se acerca y, con él, la eterna disyuntiva para los argentinos: ¿vacaciones en casa o una escapada al exterior? Este año, la decisión se torna aún más compleja. La apreciación del peso frente al dólar y la depreciación del real brasileño han puesto a Córdoba en una competencia directa con las playas de Brasil. ¿Podrá el turismo local hacerle frente a la tentadora combinación de un “superpeso” y un real debilitado?
El “superpeso” y la amenaza del turismo emisivo
Según un informe de GMA Capital, el peso argentino se revalorizó un 40,1% en términos reales entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, convirtiéndose en la moneda más fortalecida del mundo. En contraste, el real brasileño se depreció un 12,8% en el mismo período. Esta situación, inédita en los últimos años, ha abaratado significativamente los viajes al exterior para los argentinos, poniendo en alerta a la industria turística local.
El “superpeso”, como se lo ha denominado, ha impulsado el poder adquisitivo de los argentinos en dólares, haciendo que destinos como Brasil sean más accesibles que nunca. Esto se traduce en una amenaza para el turismo interno, ya que una parte importante del flujo turístico podría dirigirse hacia el exterior.
Córdoba se prepara para la batalla
Conscientes del desafío, las autoridades y operadores turísticos de Córdoba han implementado una serie de estrategias para atraer visitantes. La financiación a través de Bancor, con 12 cuotas sin interés en hotelería y cabañas, descuentos del 30% en gastronomía y la posibilidad de adquirir entradas para festivales en cuotas, busca seducir a los turistas con opciones de pago más flexibles.
Además de la financiación, Córdoba apuesta por la diversidad de su oferta turística. Desde las sierras y sus paisajes naturales hasta los festivales de música y las fiestas populares, la provincia busca destacarse por la variedad de experiencias que ofrece a sus visitantes. “Córdoba ofrece una enorme diversidad de atractivos”, afirma Diego Barberis, vocal de la Agencia Córdoba Turismo. “Estamos trabajando en asociar a la provincia con la idea de bienestar.”
El calendario de eventos, con más de 113 propuestas entre diciembre y febrero, se convierte en un atractivo adicional. Festivales como Jesús María, Cosquín, Villa María y Cosquín Rock, entre otros, buscan atraer a un público diverso y consolidar a Córdoba como un destino cultural de primer nivel.
¿Un cambio de paradigma?
La competencia con Brasil no se limita solo a precios. Implica también una reevaluación de la propuesta de valor del turismo local. “La temporada será más que aceptable”, asegura Oscar Santarelli, intendente de Villa General Belgrano. “Eso sí, tenemos que saber que, a diferencia de anteriores, en las que el cliente venía a nosotros, en esta tendremos que salir a buscarlo.”
Esto implica no solo ofrecer precios competitivos y financiación accesible, sino también mejorar la calidad del servicio, la atención al cliente y la experiencia general del turista. En un contexto donde el consumidor busca compensaciones y beneficios, Córdoba debe esforzarse por ofrecer un valor agregado que la diferencie de otros destinos.
El factor psicológico del “viaje al exterior”
A pesar de la conveniencia económica que pueda representar vacacionar en Córdoba, el “viaje al exterior” sigue siendo un fuerte aspiracional para muchos argentinos. “Si una familia tipo se va en avión a Brasil gasta unos ocho mil dólares en total”, explica Diego Barberis. “Con el 60% de ese dinero puede hacer la misma vacación en Córdoba. Pero el viaje al exterior es un aspiracional muy fuerte en Argentina.”
Este factor psicológico juega un rol importante en la decisión final del turista. La posibilidad de conocer nuevas culturas, experimentar otros idiomas y disfrutar de paisajes exóticos ejerce una atracción que trasciende lo económico. Córdoba deberá no solo competir en precio y financiación, sino también en la creación de experiencias únicas e inolvidables que puedan rivalizar con el atractivo del “viaje al exterior”.
Un verano que definirá el futuro del turismo cordobés
El verano 2025 se presenta como un punto de inflexión para el turismo cordobés. La competencia con Brasil, intensificada por el contexto económico, obligará a la provincia a reinventarse y a fortalecer sus propuestas. La capacidad de adaptación, la innovación y la calidad del servicio serán claves para determinar el éxito de la temporada y el futuro del turismo en Córdoba.
Más allá de los números y las estrategias, el verdadero desafío para Córdoba reside en consolidarse como un destino que no solo compita en precio, sino que ofrezca una experiencia turística integral, capaz de satisfacer las expectativas de un público cada vez más exigente.