En noviembre de 2023, el costo de vida en Córdoba alcanzó un nuevo pico, situando el umbral de la pobreza para una familia tipo en casi un millón de pesos. Este dato alarmante, revelado por un estudio de la Defensoría del Pueblo de la provincia, pone en evidencia la profunda crisis económica que atraviesa la región y la creciente dificultad de las familias cordobesas para cubrir sus necesidades básicas.
El costo de la supervivencia: Un millón de pesos para no ser pobre
Según el informe de la Defensoría, una familia compuesta por dos adultos y dos niños en edad escolar necesitó $947.000 en noviembre para no caer bajo la línea de pobreza. Esta cifra, que representa un aumento significativo respecto a meses anteriores, cubre los gastos esenciales para una vida digna, incluyendo alimentación, vivienda, transporte, educación y salud. Alcanzar este umbral se ha convertido en una lucha diaria para muchas familias cordobesas, que se ven obligadas a realizar ajustes constantes en sus presupuestos y a sacrificar aspectos fundamentales de su bienestar.
La línea de indigencia, que se enfoca en la capacidad de una familia para adquirir la cantidad mínima de alimentos necesarios para la subsistencia, se ubicó en $417.000. Si bien este valor experimentó una leve desaceleración en su ritmo de crecimiento en comparación con octubre (2%), la variación interanual acumulada del 155% refleja la pérdida significativa del poder adquisitivo de los salarios y la precariedad de la situación alimentaria de miles de hogares.
Verónica Fernández Lípari, responsable del Departamento de Estadísticas de la Defensoría, destacó la importancia de analizar estos datos en contexto. La desaceleración en el aumento de precios de los últimos tres meses, aunque positiva, no compensa la escalada inflacionaria acumulada a lo largo del año, que ha erosionado el poder adquisitivo de los salarios y ha empujado a más familias a la pobreza.
El análisis de la composición de la canasta básica alimentaria revela que los rubros que más incidieron en el aumento de noviembre fueron harinas y legumbres (9%) y carnes (3%). Este último, con una participación del 40% en el gasto total, tiene un impacto determinante en la variación global del costo de la alimentación. El encarecimiento de la carne, un alimento esencial en la dieta argentina, limita el acceso a una nutrición adecuada y compromete la salud, especialmente de los sectores más vulnerables.
El impacto en la vida cotidiana
El incremento constante del costo de vida tiene consecuencias devastadoras en la vida cotidiana de las familias cordobesas. La dificultad para acceder a una alimentación nutritiva, la imposibilidad de cubrir los gastos de vivienda y servicios básicos, y la precariedad laboral son solo algunas de las realidades que enfrentan miles de personas en la provincia. La situación se agrava aún más para los hogares con niños, donde la necesidad de cubrir gastos educativos y de salud se suma a la presión económica.
Muchas familias se ven obligadas a recurrir a estrategias de supervivencia como la reducción en la calidad y cantidad de alimentos, la postergación de gastos médicos, la suspensión de actividades recreativas y la búsqueda de empleos informales para complementar sus ingresos. Esta realidad precaria afecta no solo la salud física y mental de las personas, sino también su desarrollo social y sus oportunidades de progreso.
Las organizaciones sociales y comunitarias desempeñan un papel fundamental en la contención de esta crisis, brindando asistencia alimentaria, apoyo escolar y acompañamiento psicológico a las familias más afectadas. Sin embargo, la magnitud del problema exige soluciones estructurales que aborden las causas profundas de la pobreza y la desigualdad.
El estudio de la Defensoría del Pueblo sirve como un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en su conjunto sobre la urgencia de implementar políticas públicas que protejan a los sectores más vulnerables. La lucha contra la pobreza requiere un compromiso multisectorial que incluya la generación de empleo genuino, la promoción de la educación y la salud, y la implementación de programas de asistencia social que garanticen una vida digna para todos los cordobeses.
Es imperativo que el gobierno provincial y nacional implementen medidas que promuevan el desarrollo económico sostenible, controlen la inflación y fortalezcan el sistema de protección social. La crisis actual exige un cambio de rumbo que priorice el bienestar de las familias y garantice el acceso a los derechos básicos para todos.
Solo a través de un esfuerzo conjunto y una visión a largo plazo se podrá revertir esta situación y construir una Córdoba más justa e inclusiva, donde la pobreza no sea una condena sino una realidad superable. El futuro de la provincia depende de la capacidad de sus líderes y de su sociedad para responder a este desafío con responsabilidad y solidaridad.