En un hito para la ciencia y la tecnología argentinas, Córdoba lidera la revolución del hidrógeno verde con la creación del primer electrolizador fabricado íntegramente en el país. Este desarrollo, fruto de la colaboración entre el sector académico, el gobierno provincial y la empresa privada, marca un antes y un después en la búsqueda de energías limpias y en la transición hacia una matriz energética más sostenible. ¿Cómo esta innovación cordobesa nos impulsará hacia un futuro más limpio y próspero?
¿Qué es un electrolizador de hidrógeno verde?
Para entender la magnitud de este logro, primero debemos comprender qué es un electrolizador y cómo funciona. En términos sencillos, un electrolizador es un dispositivo que utiliza la electricidad para separar las moléculas de agua (H2O) en sus componentes básicos: hidrógeno (H2) y oxígeno (O2). Cuando la electricidad utilizada proviene de fuentes renovables, como la energía solar o eólica, el hidrógeno producido se considera ‘verde’, ya que su proceso de obtención es completamente limpio y no genera emisiones de gases de efecto invernadero.
El electrolizador desarrollado en Córdoba es un prototipo alcalino convencional de 5 kW, con la capacidad de escalarse hasta 10 kW. En palabras del Dr. Franceschini, líder del proyecto, “Este prototipo demuestra que podemos generar hidrógeno verde de manera eficiente y a partir de recursos renovables. Es un paso fundamental para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y construir un futuro más sostenible”.
El funcionamiento de un electrolizador alcalino
Un electrolizador alcalino utiliza una solución acuosa de hidróxido de sodio o potasio como electrolito. Al aplicar una corriente eléctrica, se produce la electrólisis del agua, separando el hidrógeno y el oxígeno. El hidrógeno se acumula en el cátodo (electrodo negativo), mientras que el oxígeno se acumula en el ánodo (electrodo positivo). Ambos gases se separan y se purifican para su posterior uso.
El rol clave del hidrógeno verde
El hidrógeno verde se presenta como una alternativa prometedora para descarbonizar sectores clave de la economía, como el transporte, la industria y la generación de energía. Puede utilizarse como combustible en vehículos eléctricos de pila de combustible, como materia prima en la industria química y como fuente de energía para alimentar hogares y empresas. Además, su almacenamiento y transporte son relativamente sencillos, lo que facilita su integración en la infraestructura energética existente.
A diferencia de los combustibles fósiles, el hidrógeno verde no emite gases contaminantes al ser utilizado, contribuyendo a la reducción de la contaminación atmosférica y al combate contra el cambio climático. Su producción a partir de fuentes renovables garantiza un suministro sostenible y reduce la dependencia de los combustibles importados, fortaleciendo la soberanía energética del país.
Un proyecto con sello cordobés
El desarrollo de este primer electrolizador argentino es el resultado de un esfuerzo conjunto entre la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el INFIQC-CONICET-UNC, el CREAS-CONICET, la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) y la empresa Fluorita Córdoba SRL. Bajo el liderazgo del Dr. Esteban Franceschini y el Dr. Gabriel Correa Perelmuter, un equipo de investigadores y docentes ha logrado materializar este proyecto innovador.
La construcción del prototipo contó con financiamiento mixto, donde el 70% provino de fondos públicos a través de los Proyectos Federales de Innovación (PFI 2021) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, y el 30% restante fue inversión privada de la empresa Fluorita Córdoba SRL. Esta combinación demuestra el compromiso del Estado y del sector empresarial con el desarrollo de tecnologías sustentables.
“Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la articulación entre el sector público y privado puede generar soluciones innovadoras para los desafíos ambientales y energéticos que enfrentamos”, afirma el Dr. Correa Perelmuter.
Además, el equipo de investigadores ya está trabajando en una nueva etapa del proyecto, con financiamiento de FONARSEC 2022, para el diseño, construcción y optimización de un electrolizador alcalino de 1.15 MW, que permitirá la incorporación de hidrógeno verde en la industria siderúrgica, reemplazando combustibles fósiles. Este avance representa un paso fundamental hacia la descarbonización de un sector altamente contaminante y sienta las bases para la expansión del uso de hidrógeno verde en otras industrias.
Córdoba: un polo de innovación sustentable
La elección de Córdoba como sede de este proyecto no es casualidad. La provincia se ha consolidado como un polo de innovación sustentable gracias a su fuerte apuesta por la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la articulación entre el sector público y privado. La presencia de universidades de prestigio, centros de investigación de vanguardia y empresas comprometidas con la sustentabilidad crea un ecosistema favorable para la generación de soluciones innovadoras que contribuyan a la transición energética.
Ejemplos concretos de iniciativas sustentables en Córdoba incluyen:
- El desarrollo de la primera planta de biogás a partir de residuos orgánicos.
- La implementación de programas de eficiencia energética en edificios públicos.
- La promoción de la movilidad eléctrica a través de incentivos y la instalación de estaciones de carga.
- El fomento de la agricultura sustentable y la producción de alimentos orgánicos.
Este proyecto reafirma el compromiso de la Provincia con el desarrollo productivo sustentable, destacando la importancia de la articulación entre el sector científico, la industria y el Estado para impulsar tecnologías innovadoras con impacto global. La visión estratégica de Córdoba la posiciona como un referente en la búsqueda de soluciones para los desafíos ambientales y energéticos del siglo XXI.
Un futuro impulsado por el hidrógeno verde
La creación del primer electrolizador de hidrógeno verde en Argentina es un hito que marca el inicio de una nueva era en la producción de energía limpia y sustentable. Este avance tecnológico no solo tiene el potencial de transformar la matriz energética del país, sino que también abre un abanico de oportunidades para el desarrollo económico, la creación de empleo y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
A medida que la tecnología del hidrógeno verde se desarrolla y se vuelve más accesible, es fundamental que los gobiernos, las empresas y la sociedad en su conjunto trabajen juntos para crear un marco regulatorio adecuado, incentivar la inversión en infraestructuras y promover la adopción de esta energía limpia en todos los sectores de la economía. El futuro de Argentina y del planeta depende de ello.
Este proyecto innovador representa un faro de esperanza en la lucha contra el cambio climático y un testimonio del talento y la capacidad de innovación de los científicos y tecnólogos argentinos. Con el apoyo continuo del Estado, del sector privado y de la sociedad, el hidrógeno verde tiene el potencial de transformar la matriz energética de Argentina y construir un futuro más limpio, sustentable y próspero para todos.
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