En un paso significativo hacia la modernización del sector agropecuario, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, inauguró el acueducto ganadero más extenso de la provincia. Con una inversión de US$10 millones, esta obra promete transformar la producción ganadera en el sureste cordobés, impulsando el desarrollo económico y social de la región.
Un hito para la ganadería cordobesa: 50.000 hectáreas revitalizadas
El acueducto, una ambiciosa obra de infraestructura que se extiende por 100 kilómetros entre Laboulaye y General Levalle, permitirá llevar agua de alta calidad a 50.000 hectáreas de terreno, beneficiando directamente a 128 productores, en su mayoría familias que han enfrentado históricamente la escasez de recursos hídricos para su ganado. Esta iniciativa no solo promete duplicar la carga animal, sino también incrementar la eficiencia metabólica, disminuir la mortandad del ganado y, fundamentalmente, fomentar el arraigo de los jóvenes en el campo.
La obra, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) a través del Programa GIRSAR (Gestión Integral de los Riesgos en el Sistema Agroindustrial), representa una apuesta estratégica del gobierno provincial para fortalecer la ganadería como motor del desarrollo regional. El gobernador Llaryora, durante el acto inaugural, destacó que “la infraestructura es el mejor plan de progreso”, y subrayó el impacto transformador del acueducto para la zona.
Más allá de los números, la inauguración del acueducto representa una bocanada de aire fresco para las comunidades rurales del sureste cordobés. La posibilidad de duplicar la producción ganadera no solo se traduce en un aumento de los ingresos para las familias productoras, sino también en la generación de empleos y en el fortalecimiento del tejido social. El arraigo de los jóvenes en el campo, un desafío constante en muchas regiones del país, se ve impulsado por esta obra que brinda nuevas oportunidades y perspectivas de futuro.
El impacto económico: una inversión que multiplica la producción
Los US$10 millones invertidos en el acueducto se traducirán en un aumento significativo de la producción ganadera, generando un impacto positivo en la economía regional y provincial. La capacidad de duplicar la carga animal permitirá a los productores incrementar sus ingresos, reinvertir en sus explotaciones y contribuir al crecimiento del sector agropecuario.
Según estimaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, el acueducto podría generar un incremento del 20% en la producción ganadera de la región en los próximos cinco años. Este aumento se traduciría en una mayor oferta de carne para el mercado interno y externo, fortaleciendo la posición de Córdoba como uno de los principales productores ganaderos del país. Además, la mejora en la calidad del agua disponible para el ganado permitirá obtener productos de mayor calidad, abriendo nuevas oportunidades en mercados más exigentes.
El impacto económico del acueducto no se limita al sector ganadero. La obra también ha generado empleos durante su construcción y, a largo plazo, impulsará la creación de nuevos puestos de trabajo en actividades relacionadas con la producción, el procesamiento y la comercialización de carne. Este círculo virtuoso de inversión, producción y empleo es fundamental para el desarrollo sostenible de la región.
Un futuro promisorio: Córdoba apuesta al desarrollo sostenible
La inauguración del acueducto ganadero se enmarca en una política provincial de desarrollo sostenible que busca impulsar el crecimiento económico a través de la inversión en infraestructura, la innovación tecnológica y la diversificación productiva. El gobierno de Córdoba ha priorizado el sector agropecuario como motor del desarrollo, implementando políticas que promueven la producción sustentable, la agregación de valor y la competitividad en los mercados internacionales.
El gobernador Llaryora ha destacado en reiteradas oportunidades la importancia de “generar trabajo y arraigo en el interior provincial”, y el acueducto ganadero es un claro ejemplo de esta visión. La obra no solo mejora las condiciones de vida de los productores rurales, sino que también genera un impacto positivo en las economías locales, fortaleciendo el tejido social y promoviendo el desarrollo sostenible de toda la región.
La colaboración entre el gobierno provincial y el BIRF en la financiación del acueducto demuestra la confianza que genera Córdoba como destino de inversión. Esta alianza estratégica ha permitido concretar una obra de gran envergadura que tendrá un impacto positivo en la economía y la sociedad cordobesa durante las próximas décadas. La apuesta al desarrollo sostenible, con una visión a largo plazo, es la clave para asegurar un futuro próspero para Córdoba y su gente.
El gesto de la familia Bumade, que donó el terreno para la obra de toma del acueducto, es un ejemplo de la solidaridad y el compromiso de la comunidad con el desarrollo regional. Como reconocimiento a esta generosidad, el gobernador Llaryora anunció que el acueducto llevará el nombre de “Acueducto Bumade”, un homenaje que perpetuará el legado de esta familia en la historia de la provincia.