La Cámara Nacional Electoral (CNE) decidió que Ricardo Garramuño, del partido Somos Fueguinos, cercano al PRO, ocupe la banca dejada vacante por el fallecimiento del diputado Héctor Stefani. Esta resolución ha generado una significativa controversia, reavivando el debate sobre la ley de paridad de género y el sistema de reemplazo en la Cámara de Diputados.
El fallo de la CNE y sus implicancias
La CNE revocó el fallo anterior del juez federal Federico Calvete, quien había determinado que la banca debía ser ocupada por Dalila Nora, la segunda candidata de la lista, perteneciente a la UCR. La decisión de la CNE se basó en la interpretación de la ley 27.412, argumentando que la sustitución debe realizarse por una persona del mismo sexo. Este punto generó fuerte controversia y fuertes opiniones divididas entre los miembros de la corte.
Sin embargo, la resolución no estuvo exenta de disidencias. El juez Alberto Dalla Vía expresó su disconformidad, argumentando que la aplicación literal de la norma sin considerar las particularidades de cada distrito contradice la finalidad de la ley, llevando a una solución que prioriza un candidato suplente sobre una candidata titular. Esta interpretación pone de manifiesto las posibles incongruencias legales que pueden derivarse del estricto cumplimiento de la ley 27.412 en circunstancias particulares, y evidencia la necesidad de reformular algunos criterios para evitar estas contradicciones.
Dalla Vía, en su voto disidente, resaltó que el criterio de sustitución por personas del mismo sexo, sin tener en cuenta el contexto de cada distrito y lista, puede contradecir el propósito fundamental de la ley, que es promover la equidad de género en el ámbito legislativo. Esta postura ha resaltado la dificultad de aplicar la legislación vigente a situaciones complejas como la sucesión parlamentaria en casos de fallecimiento.
Las consecuencias del fallo
La decisión de la CNE favorece al bloque del PRO, sumando un diputado que se presume afín al espacio político liderado por Patricia Bullrich. Por otro lado, la decisión posterga la asunción de Dalila Nora, quien habría fortalecido las filas de la UCR en la cámara baja, especialmente dentro de la interna radical, y ha causado un enorme malestar entre las diferentes bancadas de la oposición.
El fallo ha generado una fuerte reacción política, especialmente en las filas de la UCR, quienes criticaron la interpretación de la ley por parte de la CNE. La falta de consenso legal, sumado a la interpretación legal poco consensuada y la evidente priorización del factor de género como determinante en la resolución, ha generado una fuerte crispación política entre oficialismo y oposición. La UCR ha anunciado que Dalila Nora recurrirá a la Corte Suprema de Justicia para intentar revertir el fallo, lo que implica un escenario legal aún incierto.
La controversia no se limita al ámbito judicial y político. Algunos expertos en derecho constitucional han cuestionado el enfoque de la CNE, señalando la necesidad de una interpretación más flexible de la ley que considere el equilibrio de género en la composición de la Cámara, sin que ello conlleve necesariamente a la imposición de una solución que desatienda otros criterios legales.
La vacante dejada por Stefani ha tenido repercusiones relevantes en el Congreso, siendo determinante para la falta de quórum en una sesión crucial para el proyecto ‘Ficha Limpia’ y para la votación del veto al financiamiento universitario. Estas ausencias y los debates que se generaron a raíz de estas, evidencian una realidad cada vez más relevante: la necesidad de priorizar la presencia parlamentaria de todos los representantes electos, incluyendo la garantía del recambio en casos de fallecimiento de los mismos.
El futuro de la ley de paridad de género
La controversia generada por la sucesión de Stefani ha puesto en foco el debate sobre la ley de paridad de género y la necesidad de una mayor claridad y previsibilidad en su aplicación. Especialistas coinciden en que la ley, al pretender establecer cuotas para lograr una representación equitativa sin definir criterios para el reemplazo por fallecimiento, es una clara falta de criterio legislativo que puede causar graves falencias legales y conflictos político-institucionales como los ocurridos en este caso. Esta falta de previsibilidad afecta la estabilidad institucional y genera incertidumbre en el proceso de integración paritaria en el Congreso.
Esta situación destaca la necesidad de revisar y, en caso necesario, reformular la ley para lograr una aplicación más justa y equitativa que evite situaciones como la experimentada con la vacante de Stefani. Se abren debates sobre si el factor género debe ser tan determinante en estas situaciones. Para evitar este tipo de inconvenientes, algunos proponen priorizar el reemplazante dentro del mismo partido y en línea con el principio de representación equitativa. Esto permitiría evitar la controversia suscitada por el caso de Stefani y garantizar una integración equitativa y más justa en la Cámara.
En resumen, la sucesión de la banca de Stefani ha expuesto las complejidades de la ley de paridad de género y la necesidad de una mayor claridad legal para evitar futuros conflictos. La decisión de la CNE, aunque respetando el literal de la ley, ha generado un debate sobre la interpretación de las normas legales y su aplicabilidad a las distintas circunstancias. La situación también pone en relieve la complejidad de los procesos de sucesión parlamentaria en un sistema democrático.