Las ventas minoristas en Córdoba durante noviembre de 2024 pintan un panorama sombrío para la economía local. Según el informe del Observatorio Comercial de la Cámara de Comercio de Córdoba, se registró una caída interanual del 18% en las ventas por unidades y del 13% en la rentabilidad.
Esta tendencia negativa se acentúa al comparar los datos con el mes anterior, octubre de 2024, donde se observa una disminución del 15% en las ventas por unidades y del 11% en la rentabilidad. El ticket promedio se situó en $75.000, y los rubros que mostraron un mejor desempeño fueron artículos deportivos, electrónica/informática y perfumería/farmacia.
Córdoba: Un reflejo de la crisis nacional
La situación en Córdoba no es un caso aislado. A nivel nacional, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) revelan una caída del 12% en las ventas minoristas durante septiembre de 2024. Esta baja se refleja tanto en supermercados como en autoservicios mayoristas, lo que indica una contracción generalizada del consumo.
La inflación, que en septiembre alcanzó un 209% interanual, es uno de los principales factores que explican esta caída. El aumento de precios erosiona el poder adquisitivo de los salarios, lo que obliga a los consumidores a restringir sus gastos. Los rubros que experimentaron mayores incrementos nominales en supermercados fueron artículos de limpieza y perfumería (+216,5%), verdulería y frutería (+202,2%), lácteos (+199,4%) y panadería (+191,4%).
En los autoservicios mayoristas, la situación es aún más crítica, con una caída interanual del 21,7% en septiembre. Los rubros con mayores aumentos nominales fueron indumentaria, calzado y textiles para el hogar (+268,2%), panadería (+188,8%), otros productos (+175,6%) y verdulería y frutería (+173,3%).
El impacto en los comerciantes y la economía local
La caída sostenida de las ventas minoristas genera una gran preocupación en el sector comercial. La disminución de ingresos impacta directamente en la rentabilidad de los negocios, lo que puede llevar a la reducción de personal, al cierre de locales e incluso a la quiebra de empresas, en especial las Pymes.
Esta situación tiene un efecto dominó en la economía local, ya que el consumo es uno de los principales motores del crecimiento económico. La disminución del consumo reduce la demanda, lo que a su vez impacta en la producción, la inversión y el empleo. Se genera así un círculo vicioso que puede profundizar la recesión.
Entre la recesión y la inflación: un debate sin salida
Argentina se encuentra atrapada en una encrucijada económica. Por un lado, la recesión reduce la actividad económica y el empleo. Por otro lado, la inflación erosiona el poder adquisitivo de los salarios y desalienta el consumo y la inversión. Encontrar una salida a esta situación requiere de medidas que aborden ambos problemas de manera simultánea.
Controlar la inflación es crucial para estabilizar la economía y recuperar la confianza de los consumidores e inversores. Esto implica implementar políticas fiscales y monetarias responsables que reduzcan el déficit fiscal y la emisión monetaria. Sin embargo, estas políticas también pueden tener un impacto negativo en la actividad económica a corto plazo.
Por otro lado, es necesario impulsar el crecimiento económico para generar empleo y mejorar el nivel de vida de la población. Esto requiere de medidas que promuevan la inversión, la producción y el consumo. Sin embargo, estas medidas también pueden tener un impacto inflacionario si no se implementan con cuidado.
El desafío para el Gobierno es encontrar un equilibrio entre estas dos necesidades contrapuestas. Implementar políticas que controlen la inflación sin frenar el crecimiento económico es una tarea compleja que requiere de un gran consenso político y social.
¿Qué esperar para el futuro?
El futuro de la economía argentina dependerá de las políticas que se implementen en los próximos meses. Si el Gobierno logra controlar la inflación y reactivar el crecimiento económico, la situación podría comenzar a mejorar gradualmente.
Sin embargo, si la inflación continúa descontrolada y la recesión se profundiza, la situación podría empeorar aún más. La incertidumbre económica y la falta de confianza en el futuro pueden generar una mayor caída del consumo, la inversión y el empleo.
En este contexto, es fundamental que el Gobierno adopte medidas urgentes para estabilizar la economía y recuperar la senda del crecimiento. La implementación de políticas fiscales y monetarias responsables, junto con medidas que promuevan la inversión y el empleo, son cruciales para superar la crisis actual.