El 2024 concluye con un escenario de consumo dispar en Argentina. Mientras algunos sectores muestran signos de recuperación, otros aún esperan un repunte para 2025. La estabilización macroeconómica y el acceso al crédito se perfilan como los motores de un posible crecimiento sostenido el próximo año.
Un año de transición: cambios de hábitos y desafíos económicos
Argentina cierra el 2024 en un proceso de transición, con cambios notorios en los hábitos de consumo de los hogares. La contracción en la demanda de bienes masivos contrasta con la recuperación parcial en sectores como tecnología y electrodomésticos. Este fenómeno se explica, en parte, por la estabilización macroeconómica que experimentó el país durante este período.
Si bien el consumo no alcanzó los niveles del 2023, el mayor financiamiento, los eventos comerciales y una gradual mejora en las expectativas económicas generaron un repunte en ciertos rubros. La baja de la inflación y la leve recuperación salarial también contribuyeron a este escenario.
El crédito: ¿motor de crecimiento para 2025?
La pregunta clave es si esta tendencia se consolidará en 2025. Las proyecciones de crecimiento económico, que oscilan entre el 3% y el 5%, sugieren un aumento en la demanda. El acceso al crédito se presenta como un factor crucial para impulsar este crecimiento, especialmente si la inflación continúa en descenso.
Matías Bolis Wilson, jefe de Economía de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), señala que si bien el 2024 fue un año de transición para corregir distorsiones macroeconómicas, el 2025 se presenta con mejores perspectivas gracias al crecimiento sostenido de la inversión y la productividad.
“El 2025 será un mejor año gracias al crecimiento sostenido de la inversión y la productividad”, Matías Bolis Wilson, jefe de Economía de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Sectores en contraste: bienes masivos vs. tecnología y electrodomésticos
El sector de bienes de consumo masivo experimentó una caída interanual cercana al 20% en unidades vendidas en supermercados. Víctor Palpacelli, presidente de la Cámara de Supermercados Argentinos (CAS), calificó este período como “el más complicado en cuanto a pérdida de unidades en los últimos tiempos”. La caída del poder adquisitivo y la priorización de segundas y terceras marcas explican esta contracción.
Por otro lado, la venta de electrodomésticos y productos tecnológicos repuntó significativamente, impulsada por eventos como el CyberMonday y ElectroFans, y por el financiamiento en cuotas sin interés. Según la consultora GFK, noviembre de 2024 registró un crecimiento del 6% en unidades vendidas en comparación con el mismo mes del año anterior.
Perspectivas para 2025: ¿recuperación sostenida o dispar?
La estabilización macroeconómica y las políticas fiscales ordenadas generan optimismo para el 2025. No obstante, la recuperación del consumo dependerá de factores como la inversión sostenida y una mejora en el ingreso familiar. La consultora Ecolatina señala que el consumo masivo, en particular de alimentos, bebidas y cuidado personal, no ha logrado repuntar debido a los mayores costos de servicios públicos y al endeudamiento de los hogares.
Daniela Martínez, de GfK, destaca que los consumidores priorizan cada vez más el valor por dinero y la innovación. Este comportamiento podría impulsar sectores específicos, como el de notebooks y cafeteras de cápsulas, mientras que el consumo masivo podría experimentar una recuperación más lenta.
“Los consumidores priorizan cada vez más el valor por dinero y la innovación”, Daniela Martínez, GfK.
En resumen, el consumo en Argentina en 2024 presentó un panorama heterogéneo, con sectores que lograron recuperarse y otros que aún enfrentan desafíos. El 2025 se presenta como un año clave, en el que el crecimiento económico, el acceso al crédito y la estabilización de la macroeconomía serán determinantes para definir si la recuperación del consumo se consolida de manera generalizada.