La ciudad de Córdoba respira un poco más tranquila. Luego de semanas de intensas protestas y cortes de calles por parte del Suoem (Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales), la Secretaría de Trabajo de la Provincia dictó la conciliación obligatoria entre el gremio y la Municipalidad, encabezada por el intendente Daniel Passerini. Esta medida, que entrará en vigencia a partir del próximo lunes y se extenderá por 15 días hábiles, representa una tregua forzada en un conflicto que paralizó la ciudad y generó un caos considerable en el centro urbano.
El desencadenante: un reclamo salarial inconcluso
La raíz del conflicto reside en las negociaciones salariales entre el Suoem y la Municipalidad. El gremio reclama un aumento salarial que contemple la inflación y mejore las condiciones laborales de los empleados municipales. Las propuestas municipales, inicialmente del 2% mensual para el último trimestre, luego incrementadas a dos aumentos del 5% (uno remunerativo y otro no remunerativo) para noviembre y diciembre, han sido rechazadas por el Suoem como insuficientes.
Desde el Suoem, argumentan que las ofertas no compensan el impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo de los salarios. Señalan que, a pesar de que los empleados municipales de planta permanente perciben sueldos superiores a los dos millones de pesos mensuales, la creciente inflación sigue erosionando su capacidad de compra.
Por su parte, la Municipalidad, a través del intendente Passerini, admite que existe un retraso en las remuneraciones con respecto a la inflación, pero sostiene que la falta de recursos económicos limita la posibilidad de otorgar subas salariales más sustanciales.
15 días de calma, pero con incertidumbre latente
La conciliación obligatoria implica la suspensión de toda medida de fuerza por parte del Suoem, incluyendo las asambleas y cortes de calle que han generado un considerable trastorno en el funcionamiento de la ciudad. También, durante el período de conciliación, se suspenden las decisiones laborales que pudiera tomar el municipio.
El viernes, día en que se conoció la resolución, el Suoem llevó a cabo 15 asambleas y piquetes, generando un verdadero caos en el centro de Córdoba. La ausencia de inspectores de tránsito obligó a una fuerte presencia policial para regular el tráfico, la cual intentó sin éxito organizar las calles.
La imagen de las calles cordobesas congestionadas por la falta de flujo vehicular, sumadas a la falta de inspectores de tránsito, ha generado una imagen negativa, aumentando la presión sobre el intendente Passerini para alcanzar un acuerdo que evite nuevas interrupciones.
Si bien la conciliación obligatoria impone un período de 15 días de calma, la incertidumbre sobre el resultado de las negociaciones permanece. Tanto el Suoem como la Municipalidad deberán sentarse a la mesa de negociación con la expectativa de encontrar una solución consensuada. De no ser así, el conflicto podría reanudarse una vez finalizado este periodo de tregua forzada.
Un conflicto con impactos más allá de lo económico
Este conflicto excede lo puramente económico. Las protestas han afectado el normal desarrollo de las actividades municipales, generando retrasos en los servicios públicos y un impacto negativo en el comercio local. Por ende, además del aspecto salarial, hay una presión social creciente para que ambas partes encuentren una solución al conflicto lo antes posible.
Los próximos días serán clave para determinar si la conciliación obligatoria genera un ambiente propicio para la negociación. La expectativa es que ambas partes logren acuerdos que satisfagan las demandas del Suoem, sin afectar gravemente las finanzas municipales. Se espera que una vez terminada la conciliación se lleguen a acuerdos satisfactorios para los trabajadores municipales sin la necesidad de volver a las medidas de fuerza.
El tiempo apremia, dado que nos acercamos a las fiestas de fin de año. Resolver el conflicto antes del receso estival sería fundamental para garantizar la estabilidad en el funcionamiento de la Municipalidad de Córdoba y mantener el clima de armonía social.
El rol de la Secretaría de Trabajo y la búsqueda de una solución justa
La intervención de la Secretaría de Trabajo provincial resulta crucial en este proceso. Su rol es mediar en las negociaciones, impulsando el diálogo entre ambas partes y buscando soluciones que garanticen el cumplimiento de las normas laborales. La decisión de imponer la conciliación obligatoria indica un esfuerzo por evitar una escalada del conflicto, y demostrar que existen vías para alcanzar acuerdos en un contexto de confrontación.
Se espera que durante los próximos quince días se logren acuerdos que satisfagan a ambas partes y eviten la recurrencia del caos. La prioridad es encontrar una solución pacífica que mejore el ambiente laboral y el desempeño del municipio de Córdoba.
Si bien la conciliación obligatoria es una medida temporal, el éxito o fracaso de la misma servirá como prueba para medir la capacidad de negociación de ambas partes y determinar si podrán dialogar constructivamente. La esperanza es que este proceso conduzca a un acuerdo que contribuya a la estabilidad tanto laboral como social en Córdoba.