El jueves pasado, en pleno centro de Córdoba, sucedió algo que dejó a todos con la boca abierta. Un colectivo de la línea 23, operado por la empresa Tamse, se convirtió en un proyectil infernal. Sin conductor a bordo, se abalanzó sobre dos mujeres, ¡dejándolas gravemente heridas! El caos y la desesperación se apoderaron de la escena, pero la pregunta que retumba en todos nuestros oídos es: ¿qué pasó?
Un monstruo de metal sin conductor
Las imágenes son impactantes: el colectivo, un mastodonte de metal, destrozado tras el impacto, sobre la vereda y en las cercanías de un kiosco. Y peor aún, las dos mujeres, tendidas en el suelo, como víctimas de un crimen contra la seguridad pública. Una anciana de 70 años y otra mujer, cercana a los 50, quedaron heridas. ¿Falla mecánica, negligencia? ¿O una fatal conjunción de ambos?
Según la policía, el chofer detectó una falla mecánica. Al parecer, se bajó del coche con todos sus pasajeros para solucionar el problema. Según él, había puesto el freno de mano. Pero el colectivo comenzó a rodar. ¡Una pesadilla que recorrió más de 30 metros hasta aplastar a estas pobres mujeres!
Testimonios escalofriantes
Los relatos de los testigos no dejan lugar a dudas: terror, gritos desesperados, y la incertidumbre por lo que estaba sucediendo. Una joven que atendía un local cercano recuerda: “Nos dimos cuenta cuando ya estaba el colectivo. Sentimos el grito de las chicas que estaban abajo, se lo vio nervioso al colectivero.”
Un pasajero cuenta con detalles el momento previo al accidente: “A la altura del puente de plaza España largó una alarma y en la última parada no levantó pasajeros. Antes de bulevar San Juan el chofer nos hizo descender… nunca noté que se moviera ni pude ver que se iba.”
Desde la UTA, el sindicato de trabajadores del transporte, salió Adrián Lentini para tratar de defender la situación. Dijo que el chofer había solicitado a la empresa la autorización para transferir a los pasajeros a otra unidad, debido a las fallas. ¡Pero eso no explica el fallo del freno de mano! ¿O sí?
¿Falla mecánica o negligencia criminal?
Las preguntas claves son: ¿el freno de mano estaba en perfectas condiciones? ¿El chofer hizo todo lo posible para evitar la tragedia? Y la gran pregunta: ¿se trata de una simple falla mecánica, o hay negligencia criminal involucrada en este hecho? Las respuestas solo llegarán cuando las investigaciones determinen si falló un sistema mecánico, o hubo un error humano imperdonable.
Las dos mujeres fueron llevadas al Hospital de Urgencias. La de 70 años está en cirugía: un corte en el cuero cabelludo, y la de 50 con heridas en el labio y la ceja. El parte médico señala que ambas se encuentran fuera de peligro, pero bajo observación. La pesadilla continúa
Córdoba: ¿ciudad sin frenos?
Este no es un hecho aislado. A mediados de septiembre, otro horror sacudió esa misma esquina: un auto fuera de control atropelló a decenas de peatones. ¿Casualidad, o una problemática recurrente que exige soluciones urgentes?
Necesitamos respuestas contundentes. Más controles, más inspecciones, mayor inversión en la seguridad y el mantenimiento de las unidades. Este suceso debe encender todas las alarmas para que nadie más tenga que sufrir la pesadilla de una imprudencia, negligencia o falla mecánica. Mientras se espera que la Justicia dictamine responsabilidades, la comunidad reclama medidas que garanticen la seguridad de sus habitantes.
Es momento de preguntarnos: ¿estamos condenados a ver estas tragedias suceder una y otra vez, o podemos evitar más derramamiento de sangre y sufrimiento? ¿Qué hacemos para evitar que mañana no sea noticia un colectivo sin conductor?