El Citroën C3 Aircross, lanzado en Argentina en junio de 2024, ha obtenido una preocupante calificación de cero estrellas en las pruebas de seguridad realizadas por Latin NCAP. Este resultado pone en evidencia la falla de Stellantis en materia de seguridad vial y genera una seria alerta sobre la protección de los ocupantes y peatones.
Una calificación alarmante
Latin NCAP, organización que evalúa la seguridad de los vehículos en Latinoamérica, sometió al C3 Aircross a una serie de pruebas que miden la protección de ocupantes adultos e infantiles, peatones y la asistencia a la seguridad. Los resultados fueron desastrosos: 33% de protección para ocupantes adultos, apenas 11,3% para ocupantes infantiles, 49,5% para peatones y un 34,8% en asistencia a la seguridad. Esta puntuación, la peor posible, contrasta con el diseño familiar que promociona la marca, incluyendo versiones de cinco y siete plazas, destacando aún más la gravedad de la situación.
El equipamiento de serie del vehículo, limitado a dos airbags y Control Electrónico de Estabilidad (ESC), es claramente insuficiente para garantizar un nivel mínimo de seguridad. Las deficiencias se hicieron notorias en las pruebas de impacto frontal, donde se evidenció una “protección débil del pecho para el pasajero delantero”; en las pruebas de latigazo cervical, con “protección deficiente para el cuello del adulto”; y en la de protección dinámica para niños, donde la mayoría de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) no aprobaron las pruebas de instalación.
La prueba de impacto lateral mostró también serias deficiencias, con una “intrusión relevante en el habitáculo”, lo que incrementa el riesgo de lesiones graves para los ocupantes. Aun agregando airbags laterales, Latin NCAP afirma que el resultado apenas mejoraría, manteniendo la calificación de cero estrellas.
La ausencia de sistemas de asistencia a la conducción, como control de velocidad crucero adaptativo, asistencia de carril y frenado autónomo de emergencia, acentúa aún más el preocupante nivel de seguridad del vehículo. Esto significa que el coche carece de funcionalidades básicas para evitar accidentes o mitigar sus consecuencias.
Críticas de Latin NCAP
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, no dudó en criticar fuertemente a Stellantis, afirmando que “la decisión corporativa va en otra dirección” que la seguridad de los pasajeros. Asimismo, Stephan Brodziak, presidente de la organización, consideró “muy preocupante” que el grupo siga ofreciendo vehículos populares con niveles de seguridad tan bajos, particularmente en América Latina y el Caribe.
Latin NCAP enfatiza que otros modelos similares de marcas competidoras ofrecen mayor seguridad como estándar, recalcando la necesidad de que Stellantis mejore el equipamiento de seguridad básico de sus autos y los someta a pruebas voluntariamente para asegurar transparencia y responsabilidad hacia los consumidores.
Las críticas se extienden a otros modelos de Stellantis evaluados por Latin NCAP, con calificaciones igualmente preocupantes, incluyendo el Citroën C3, Fiat Strada (ambas versiones), Jeep Renegade y Peugeot 208. Estos vehículos presentan puntuaciones que van de cero a dos estrellas, evidenciando un patrón de bajo estándar en la seguridad de vehículos de dicho consorcio en el mercado latinoamericano.
Consecuencias y llamados a la acción
La calificación de cero estrellas del Citroën C3 Aircross debe ser una llamada de atención para los consumidores y para las autoridades reguladoras. Es fundamental que se tomen medidas para impulsar la mejora de los estándares de seguridad en los vehículos que se comercializan en la región. Comprar un automóvil debe ser una decisión consciente, pero también informar sobre la seguridad de las personas.
Los consumidores deben exigir mayor seguridad en los automóviles, investigando las calificaciones de seguridad antes de comprar. Mientras que las agencias de seguridad deben reforzar las normativas para que los fabricantes prioricen la seguridad de los usuarios y no solo las características estéticas o de precio. Este caso revela que no todos los autos en el mercado garantizan el mismo nivel de protección.
La falta de inversión en elementos de seguridad activa y pasiva es inaceptable y debe ser enfrentada con medidas que obliguen a los fabricantes a ofrecer vehículos con un nivel mínimo de seguridad. Mientras los consumidores deben informarse a fondo sobre estos temas y hacer valer sus derechos. El caso del Citroën C3 Aircross debe generar una presión colectiva para cambios estructurales en el sector automotriz.
La evaluación de cero estrellas del Citroën C3 Aircross representa un fracaso por parte de Stellantis en materia de seguridad vial. La falta de compromiso con los estándares mínimos de protección para los ocupantes y peatones es una falla inaceptable, poniendo en riesgo la vida de quienes confían en estos vehículos. La indignación debe traducirse en acción, impulsando cambios regulatorios y promoviendo la conciencia del consumidor para exigir niveles adecuados de seguridad en todos los autos.