En el corazón de Córdoba, donde la tradición se encuentra con la innovación, surgió una inesperada fusión que está conquistando paladares: la cerveza de café. Esta historia no es solo de una bebida excepcional, sino de dos emprendedores, Franco Reggi y Ezequiel Barrea, que unieron sus pasiones por el café y la cerveza artesanal para crear un producto único y exitoso.
De una charla informal a un emprendimiento exitoso
Todo comenzó con una simple conversación entre primos. “Él, loco por la birra; yo, loco por el café… inventemos algo, dijimos”, recuerda Franco Reggi, barista y fundador de Ethiopia Café, con una sonrisa que refleja la complicidad y la satisfacción de un proyecto que superó las expectativas. La idea no fue una estrategia minuciosamente planeada, sino una chispa que encendió la creatividad y se convirtió en la génesis de Ethiopale, la primera cerveza rubia con café (Pale Ale) producida en Córdoba, y la consolidación de la ya existente Violencia Rivas (Doble Stout) en la provincia.
Franco, con su experiencia en gastronomía y como barista, y Ezequiel, fundador de Lindberg, distribuidora de cervezas artesanales y creador de la marca VeinteOnce, unieron sus conocimientos y recursos para materializar este ambicioso proyecto. La cerveza de café, fabricada por Buttara Cerveza, fue concebida como una fusión perfecta entre la excelencia del café de especialidad y la tradición cervecera artesanal.
La idea se plasmó durante una tarde informal, “Tomando un café, charlando”, comenta Ezequiel, revelando la naturalidad y la fluidez con que nació la iniciativa. El lanzamiento se realizó en el evento “En Taza”, una exposición de café de especialidad, donde las cervezas fueron un éxito rotundo. “Se agotaron las latas el primer día, y al segundo ya estábamos reponiendo”, relata Franco, lo que indica el inmediato impacto positivo.
La combinación perfecta: café y cerveza
Tanto Ethiopale como Violencia Rivas son elaboradas con café de Ethiopia, un café brasileño de notas dulces, chocolatadas y frutos secos, cuidadosamente seleccionado por Franco. “En Argentina, la producción de café es limitada; este café brasileño, cultivado a 600-800 mts, tiene ese dulzor que armoniza increíblemente bien con la cerveza”, explica Franco. Mientras que el uso del café en la Stout ya es conocido, la innovación reside en su inclusión en la cerveza rubia.
Ethiopale se caracteriza por su suavidad y notas a bizcocho, un fondo ideal para destacar el café de especialidad. Violencia Rivas, por otro lado, ofrece un aroma intenso con notas de chocolate y frutas, un sabor equilibrado con un final limpio, según la descripción de los creadores. Desde Buttara, se destaca la creación de una experiencia sensorial excepcional en la Violencia Rivas: “…el sabor a chocolate se equilibra con las notas de café en una armonía perfecta para disfrutar de este postre.”
El éxito de Violencia Rivas se manifiesta en sus tres medallas de oro en prestigiosos concursos internacionales: Copa Argentina de Cervezas, Copa Liga del Centro y Copa Cordobesa. Esto ratifica la calidad y la aceptación de este innovador maridaje de café y cerveza.
Dos historias de emprendimiento
La historia de Franco Reggi es un ejemplo de pasión y perseverancia. Su interés por el café le llegó a través de su madre, quien era una entusiasta consumidora de la bebida. Después de estudiar psicología durante cuatro años, Franco decidió cambiar el rumbo de su vida. En el 2015 se sumergió en la gastronomía y enseguida cursó un curso de barista que lo cautivó. Desde ahí su trayectoria fue ascendente, obteniendo certificaciones internacionales y convirtiéndose incluso en certificador del SCA (Specialty Coffee Association).
Hace siete años, un viaje a Colombia junto a su madre fue un punto de inflexión. Allí, surgió la idea de abrir una cafetería de especialidad en Córdoba. Hoy, Ethiopia Café, un establecimiento que celebra la cultura del café ofreciendo experiencias sensoriales y formaciones, lleva seis años deleitando a los cordobeses. Franco prepara la apertura de un nuevo local en Nueva Córdoba, donde además de café ofrecerá cursos y talleres.
La trayectoria de Ezequiel Barrea es igualmente fascinante. Inicialmente, en el mundo de las telecomunicaciones, su inclinación por la gastronomía, desarrollada en sus años trabajando en restaurantes, lo llevó al mundo de la cerveza artesanal. La idea inicial de un local propio se frustró, pero le dejó contactos que lo encaminaron a fundar Lindberg, su distribuidora de cervezas artesanales, un éxito que lo llevó a dedicarse plenamente a la industria.
El futuro de la cerveza de café cordobesa
Para Franco y Ezequiel, sus cervezas son como hijos, un proyecto que plasmó sus ideas y esfuerzo. Ambos coinciden en la gran satisfacción de ver su creación materializada y en la importancia del feedback del público. “Cuando te dicen ‘qué bien que quedó, qué bueno que está, traeme más’… la gente conecta con la cerveza”, dice Ezequiel, enfatizando la conexión emocional con el producto.
El éxito de sus cervezas los impulsa a seguir innovando. “También estamos pensando en probar cómo queda una cerveza roja con café”, adelanta Ezequiel, insinuando nuevos horizontes para su prometedora colaboración. La pasión y la creatividad los guían en el desarrollo de nuevas propuestas y sabores, augurando un futuro prometedor para este maridaje que ya es un referente cordobés. Actualmente, sus cervezas, disponibles en barriles y latas, a un precio aproximado de $2000, se distribuyen en distintos locales de Córdoba y el interior de la provincia.
En un mercado cada vez más competitivo, la innovación y la calidad son claves para el éxito. Franco y Ezequiel, con su cerveza de café, han demostrado que la pasión y la creatividad pueden llevar a la creación de productos únicos que conquistan el mercado. Su historia es un ejemplo inspirador para aquellos que sueñan con convertir sus pasiones en exitosos emprendimientos. El trabajo conjunto, la dedicación y el empeño por brindar una experiencia sensorial excepcional han sido elementos fundamentales para el auge de este inesperado y delicioso maridaje.
La fusión de café y cerveza en Córdoba se ha convertido en una experiencia sensorial única y un éxito en el mercado local. La historia de Franco y Ezequiel no solo es un testimonio de emprendimiento exitoso sino también un ejemplo inspirador de innovación dentro del ámbito gastronómico, demostrando que la pasión combinada con la creatividad puede dar lugar a productos excepcionales con gran aceptación del público.