En la actualidad, el uso del teléfono móvil se ha extendido a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo momentos que, por razones de salud y higiene, deberían ser más breves. Una práctica cada vez más común es la de usar el celular en el baño, extendiendo el tiempo que pasamos en el inodoro. Sin embargo, expertos advierten sobre los posibles riesgos para la salud de prolongar esta actividad más allá de los 10 minutos.
Los riesgos de prolongar la visita al baño
Permanecer sentado en el inodoro por períodos prolongados, especialmente con la distracción de un dispositivo electrónico, puede afectar la salud física, particularmente en el área pélvica y el sistema circulatorio. Este hábito, aparentemente inofensivo, puede contribuir al desarrollo de problemas como las hemorroides.
El Dr. Lai Xue, cirujano colorrectal del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, ha investigado esta problemática. En sus estudios, se observa cómo la posición en el inodoro, comparada con sentarse en una silla o sofá, puede aumentar la presión en la zona rectal. Esto dificulta el flujo sanguíneo, incrementando el riesgo de hemorroides y el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. El diseño abierto y ovalado del inodoro comprime los glúteos, obligando al recto a una posición más baja y, por ende, aumentando la acumulación sanguínea.
El Tiempo Recomendado
Según la Dra. Farah Monzur, profesora adjunta de medicina y directora del Centro de Enfermedades Inflamatorias Intestinales de Nueva York, el tiempo ideal para una visita al baño no debería exceder los diez minutos. El tiempo óptimo oscilaría entre cinco y diez minutos, para evitar una presión prolongada sobre el área anal y pélvica.
Sin embargo, el uso del celular extiende el tiempo que se pasa en el inodoro. La distracción que ofrece un dispositivo electrónico interrumpe la percepción del tiempo, haciendo que la persona permanezca sentada por mucho más tiempo de lo necesario. Este hecho, junto a la posición de sentado prolongada, contribuye a la acumulación de sangre y la presión en la zona pélvica, elevando las posibilidades de padecer las condiciones mencionadas anteriormente.
Consecuencias a largo plazo
El tiempo excesivo en el baño puede provocar la aparición de hemorroides, caracterizadas por la inflamación de las venas en el área anal. Esta situación produce molestias como dolor, picazón y sangrado. Además de las hemorroides, el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico también se presenta como un riesgo importante. Este debilitamiento puede provocar problemas como incontinencia urinaria o fecal a largo plazo.
Es importante destacar que muchos pacientes que sufren de hemorroides o problemas en el suelo pélvico no suelen asociar sus síntomas con el tiempo que pasan en el baño. Por eso, es crucial que los médicos tengan en cuenta este hábito en sus evaluaciones para realizar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento adecuado.
Prevención y recomendaciones
Para reducir el riesgo de padecer problemas de salud relacionados con el uso prolongado del celular en el baño, los especialistas recomiendan las siguientes medidas:
- Limitar el tiempo en el baño a un máximo de diez minutos.
- Evitar llevar el teléfono celular u otros dispositivos electrónicos al baño.
- Mantener una postura adecuada, levantarse y moverse cada cierto tiempo para promover la circulación sanguínea.
Una visita al baño debe ser breve y eficiente. Si es necesario dedicar tiempo adicional a otras actividades, es preferible dejar el baño y utilizar el tiempo extra para una actividad distinta. La eliminación de distracciones en este espacio mejora el bienestar físico y establece una conducta sana en el uso de la tecnología.
La incorporación de estas sencillas recomendaciones puede contribuir significativamente a la salud a largo plazo, previniendo problemas como las hemorroides y el debilitamiento del suelo pélvico, mostrando una vez más que los pequeños cambios en nuestros hábitos diarios pueden producir importantes beneficios en nuestro bienestar.