El caso de María Cash, la joven diseñadora desaparecida en julio de 2011, ha estado plagado de misterios y pistas falsas. Ahora, tras 13 años de incertidumbre, la tecnología moderna ha arrojado una nueva luz sobre el caso, señalando con un dedo acusador al camionero Héctor Romero, la última persona que vio con vida a María. El análisis de las antenas telefónicas ha revelado incongruencias alarmantes en el testimonio de Romero, abriendo nuevas líneas de investigación y poniendo en duda su versión de los hechos.
Las incongruencias del camionero: un relato que no cuadra
Romero, quien hasta hace poco era considerado un simple testigo, ahora se encuentra en prisión preventiva, acusado de homicidio calificado con alevosía. Su relato inicial sobre haber dejado a María en la Gruta de la Difunta Correa, en la ruta nacional 34, se desmorona ante la evidencia irrefutable de las antenas telefónicas. Los registros muestran que el 8 de julio de 2011, día de la desaparición de María, el patrón de movimiento de Romero fue, cuanto menos, sospechoso.
El camionero afirma haber llegado a Joaquín V. González (JVG) a las 18:42, tras un viaje de poco más de dos horas desde General Güemes. Sin embargo, los registros del supermercado al que debía entregar la mercadería indican que llegó a las 19:15. ¿Qué hizo Romero durante esos 33 minutos? Su coartada de una cena con el encargado del supermercado se desmorona cuando las antenas lo ubican fuera de JVG a las 21:07, una hora antes de lo que él declaró haber salido de la ciudad.
Esta “ventana” de tiempo sin explicación no es la única. Los investigadores han descubierto otra aún más inquietante: una parada de una hora y veinte minutos en El Tunal, un paraje solitario en la ruta 16, el 9 de agosto de 2011, exactamente un mes después de la desaparición de María. Para un trayecto que normalmente se cubre en 40 minutos, Romero tardó casi dos horas. ¿Qué hacía el camionero en ese lugar desolado, justo un mes después de la desaparición de María Cash?
El Tunal: un escenario siniestro
La misteriosa parada en El Tunal ha desatado una ola de especulaciones y teorías. Algunos creen que Romero pudo haber utilizado ese lugar para deshacerse del cuerpo de María. Otros, más cautelosos, sugieren que la parada podría estar relacionada con otras actividades ilícitas del camionero. Sea cual sea la verdad, El Tunal se ha convertido en el epicentro de la investigación, un lugar que podría guardar la clave para resolver el misterio de la desaparición de María Cash.
Las autoridades han anunciado nuevos rastrillajes en la zona de El Tunal, con la esperanza de encontrar algún rastro que conduzca al paradero de María. La búsqueda se centrará en pozos, cuevas y otros lugares apartados donde el cuerpo podría haber sido ocultado. La presión sobre Romero aumenta con cada nuevo hallazgo, y la justicia espera que finalmente se quiebre y revele la verdad sobre lo que sucedió aquella fatídica noche.
¿Un complot para encubrir la verdad?
La investigación también ha revelado posibles casos de falso testimonio por parte de personas cercanas a Romero, incluyendo al encargado del supermercado y al dueño de un taller mecánico. ¿Existirá un complot para encubrir la verdad? ¿Quiénes más podrían estar involucrados en la desaparición de María Cash? Estas son preguntas que los investigadores intentan responder, mientras la sombra de la duda se cierne sobre la comunidad de General Güemes.
El caso de María Cash ha conmocionado a la sociedad argentina, no solo por la crueldad del crimen, sino también por la impunidad que ha reinado durante más de una década. La detención de Romero y las nuevas evidencias han reavivado la esperanza de encontrar justicia para María y su familia. El país entero espera con ansias el desenlace de este caso que ha mantenido en vilo a la opinión pública durante tanto tiempo.
La tecnología al servicio de la justicia
El análisis de las antenas telefónicas se ha convertido en una herramienta fundamental para la resolución de crímenes. En el caso de María Cash, ha sido clave para desentrañar las mentiras del principal sospechoso y abrir nuevas líneas de investigación. La tecnología, combinada con el trabajo minucioso de los investigadores, ofrece una nueva esperanza para las víctimas de desapariciones forzadas y sus familias.
El caso de María Cash nos recuerda la importancia de no olvidar a las víctimas de la violencia y la necesidad de seguir buscando justicia, sin importar el tiempo que haya transcurrido. La verdad, tarde o temprano, siempre sale a la luz.