¡Qué quilombo se armó en el Senado, mis queridos lectores! El senador Edgardo Kueider, más conocido ahora como “el senador de los dólares”, cayó en desgracia en Paraguay con una valija llena de billetes verdes sin declarar. Y como si fuera poco, ahora el kirchnerismo, con la furia de una leona despechada, pide su cabeza. ¿Será justicia o pura vendetta política? ¡Prepárense para el show, porque esto recién empieza!
Kueider, el traidor que se convirtió en moneda de cambio
Para el kirchnerismo, Kueider es un traidor. Entró al Senado por la lista de Unión por la Patria, pero después se hizo amigo de Milei y votó a favor de la Ley Bases, el proyecto estrella del libertario. Ahora, con Kueider preso, ven la oportunidad perfecta para sacárselo de encima y reemplazarlo por una fiel seguidora de Cristina. ¡Un voto menos para Milei y un dolor de cabeza menos para la oposición! ¿Ven cómo la política es un juego de ajedrez donde las piezas se mueven con una precisión escalofriante?
Pero la cosa no queda ahí. La “vice-leona” Villarruel tiene que convocar a la sesión especial para votar la expulsión, y Milei, con su manada de leones, amenaza con destituir a todos los legisladores que tengan causas judiciales. ¡Imaginen el caos! Diputados y senadores temblando como flanes, revisando sus prontuarios y rezando para que sus trapitos sucios no salgan a la luz. ¡Este circo promete ser mejor que el de Flavio Mendoza!
Bullrich, la leona que defiende a su manada (¿o no?)
Y en medio de este torbellino, aparece Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, con la fiereza de una leona defendiendo su territorio. “Que se deje de joder el kirchnerismo”, rugió en Radio Mitre. Pero, ¿está realmente defendiendo a Kueider o simplemente aprovechando la oportunidad para atacar a la oposición? ¡La leona no parece muy convencida de la inocencia del senador, eh! Dice que si van a expulsar a uno por corrupto, que expulsen a todos. ¡Tiemblan Tolosa Paz, Tailhade, Máximo y Cafiero! Bullrich les tiene la mira puesta.
Lo que es seguro es que Bullrich no quiere que la acusen de tener pactos secretos con Kueider. Asegura que el senador solo les dio un voto a cambio de nada. “De ahí a deducir que hay corrupción… es una injusticia”, dijo la leona. ¿Le creemos? ¡Habrá que ver si el resto de la selva política le compra el discurso!
¿Purga anticorrupción o circo mediático?
Milei, el gran domador del circo político, agita el tema de la “casta” y la corrupción para desviar la atención de otros problemas. ¿Se acuerdan de la “motosierra” que prometía usar contra el gasto público? Bueno, parece que ahora la cambió por un fumigador para “limpiar” el Congreso. ¡Qué metáfora tan sutil, ¿no?! La imagen de un león con traje fumigando ratas en el Congreso es todo un poema. ¡Shakespeare estaría orgulloso!
Pero la pregunta del millón es: ¿Milei realmente quiere combatir la corrupción o solo busca eliminar a sus enemigos políticos? Si fuera en serio con la “fumigación”, tendría que empezar por su propia manada, ¿o no? ¡Ay, Milei, Milei! Con vos nunca se sabe qué carta va a salir del mazo.
El futuro del Senado: ¿un zoológico sin jaulas?
Con este panorama, el futuro del Senado es incierto. Si Kueider es expulsado, se abre la caja de Pandora y cualquier legislador con causas pendientes podría correr la misma suerte. ¡Imaginen un Senado sin fueros, donde todos se acusan entre sí y nadie se salva! Sería un zoológico sin jaulas, donde las fieras políticas se devorarían entre ellas. ¡Un verdadero festín para los amantes del escándalo!
Y mientras tanto, el pueblo argentino, como siempre, mirando desde la tribuna cómo los políticos se pelean por el poder. ¡Qué país generoso, mis queridos lectores! Siempre dando material para el debate y la polémica. ¡Hasta la próxima función!