El ministro de Economía, Luis Caputo, realizó una contundente afirmación este martes: la batalla contra la inflación ha sido ganada. Esta declaración, realizada durante una presentación en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires organizada por Fundación FIEL, se sustenta en una serie de indicadores económicos que, según el ministro, apuntan hacia una recuperación sostenida de la economía argentina.
La inflación, según Caputo: una victoria contundente
Caputo se mostró optimista sobre el rumbo de la inflación, señalando que se han superado las expectativas iniciales. ‘Se hablaba de que el proceso de desinflación iba a ser muy lento y que entonces íbamos a tener que devaluar en febrero o marzo’, afirmó. ‘Después (decían) que la inflación no iba a poder bajar de determinado nivel, eso se quebró ese nivel fácilmente’, añadió, destacando que la inflación se encuentra convergiendo al ritmo del crawling peg más la inflación internacional. Según sus datos, este resultado posiciona al programa de estabilización económica como uno de los más exitosos en la historia argentina.
Para reforzar su argumento, Caputo mencionó la recuperación de la actividad económica a los niveles de noviembre y el aumento del nivel de crédito. ‘Los salarios privados ya han recuperado el nivel de noviembre’, afirmó, mostrando que esto se ha logrado ‘recomponiendo precios relativos, incluso en prácticamente todos los niveles en los que los precios estaban pisados’. Este último punto es crucial, dado que resalta la importancia de su política en lograr precios más equilibrados y justos.
El plan de estabilización: una visión a futuro
Caputo no solo se centró en los logros obtenidos, sino que también delineó una hoja de ruta para el futuro de la economía argentina. Uno de los aspectos clave de esta visión es la promesa de una Argentina libre del cepo cambiario. Si bien reconoció que su eliminación se proyecta para el año próximo, enfatizó que actualmente se encuentran en el mejor momento para abordar este desafío. Esta convicción se basa en varios factores, incluyendo la inflación baja, cercana al 2% de acuerdo al crawling peg, y la brecha cambiaria en valores mínimos, lo que se percibe como una situación ideal para llevar a cabo una reforma crucial.
Más allá de la eliminación del cepo, el ministro señaló la necesidad de un crecimiento económico significativo para devolver beneficios a la población. ‘Tenemos que empezar a crecer para devolverle a la gente esa plata en baja de impuestos’, enfatizó. En ese sentido, anticipó una posible baja de impuestos en el futuro, como las retenciones, débitos y créditos, e Ingresos Brutos a nivel provincial, lo cual dependerá del éxito del proceso de crecimiento económico.
Superávit financiero, recuperación económica y la colaboración con el FMI
Caputo anticipó que las cifras oficiales de octubre mostraran un superávit financiero importante, consolidando así la estabilidad fiscal del programa económico. Esta consolidación económica, combinada con la expectativa de crecimiento, es clave para el plan de disminución de impuestos. El ministro no se detiene en el progreso alcanzado: la economía ya se está recuperando con fuerza, según afirmó, contrastando la situación actual con el registro de recesiones en seis de los últimos doce años, con caídas más significativas en cinco de ellas.
En cuanto a las relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Caputo confirmó la existencia de negociaciones para acordar un nuevo programa, anticipando que este proceso llevará algunos meses. Esta colaboración con el FMI también es central en la ejecución de sus planes a largo plazo para la economía argentina. Además, el ministro valoró el triunfo de Trump y la designación de Marco Rubio como secretario de Estado de Estados Unidos, interpretándolo como una señal de interés hacia la región y esperando que colabore en un contexto mundial.
Un balance optimista con desafíos por delante
En resumen, la perspectiva de Caputo sobre la economía argentina es decididamente optimista. Ha presentado una narrativa de éxito, destacando una victoria en la lucha contra la inflación, un plan de estabilización sólido y la promesa de una economía más dinámica y menos controlada en el futuro. Si bien la eliminación del cepo es una parte fundamental de este proyecto, la consolidación de un crecimiento económico sostenido y la cooperación con el FMI resultarán cruciales para su materialización. El tiempo será el juez definitivo del éxito de este ambicioso plan.