El Paso Internacional Cristo Redentor, principal vía terrestre entre Argentina y Chile, se ha convertido en escenario de una controversia diplomática luego de que el ministro de Gobierno de Mendoza, Natalio Mema, criticara duramente la “desidia y falta de empatía” del personal aduanero chileno. Las demoras excesivas y la congestión en el cruce fronterizo, que este fin de semana registró el paso de 35.000 personas, desataron la ira del funcionario mendocino, quien apuntó directamente contra el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG).
Mema denuncia “desidia” en la aduana chilena
En declaraciones a la prensa, Mema no ahorró calificativos para describir la actitud del personal del SAG, a quienes acusó de no estar comprometidos con su trabajo y de mostrar una total indiferencia ante el caos generado en el paso fronterizo. “No les interesa estar ahí, no les interesa qué está pasando”, disparó el ministro, asegurando que los funcionarios chilenos “van a cumplir un horario” sin mostrar la mínima empatía por la situación de los viajeros.
Las quejas de Mema se producen en medio de un fin de semana largo en Argentina, que coincidió con el feriado del Día de Todos los Santos en Chile, lo que provocó un aumento significativo en el flujo de personas que cruzaron la cordillera. La situación se agravó por la devaluación del peso argentino frente al peso chileno, que ha convertido a Chile en un destino de compras atractivo para los argentinos, incrementando aún más el tráfico en el paso fronterizo. Miles de personas quedaron varadas durante horas, soportando largas filas y demoras que se extendieron por más de 12 horas en algunos casos. Esta situación, sumada a la falta de baños y servicios básicos en el lado argentino del paso, generó un clima de tensión e indignación entre los viajeros.
Chile defiende sus controles sanitarios
Ante las críticas del ministro mendocino, el delegado presidencial chileno de Los Andes, Cristian Aravena Reyes, defendió el accionar del SAG y aseguró que los controles sanitarios se mantendrán con el mismo rigor. Aravena Reyes reconoció que el flujo de vehículos y personas superó las expectativas, pero atribuyó la situación a la “conveniencia en el tipo cambiario” que ha impulsado el turismo de compras desde Argentina. El funcionario chileno enfatizó la importancia de mantener los estándares de sanidad del país y justificó la estricta política de control agrícola-ganadera.
Argentina busca agilizar trámites y reducir burocracia
Consciente del problema que representa la congestión en el Cristo Redentor, el ministro Mema anunció que el Gobierno argentino está trabajando para agilizar los trámites aduaneros y reducir la burocracia en el cruce fronterizo. “Hay algunos trámites que los hacemos dos o tres veces, pasamos por siete cabinas, eso es anacrónico”, reconoció Mema, quien adelantó que se están buscando soluciones para simplificar los procedimientos y modernizar el sistema.
Entre las medidas propuestas por el gobierno mendocino se encuentra la digitalización de algunos trámites, la reducción del número de cabinas de control y la implementación de un sistema de ventanilla única para evitar la duplicación de procedimientos. Además, se está trabajando en conjunto con el gobierno nacional para armonizar las normas y procedimientos aduaneros con Chile, con el objetivo de facilitar el flujo de personas y mercancías.
Además de las medidas para agilizar los trámites aduaneros, Mema anunció la instalación de seis módulos sanitarios adicionales en Horcones, del lado argentino del paso, para mejorar las condiciones de espera de los viajeros. Esta medida se suma a la habilitación de “pulmones” para descomprimir el flujo de vehículos, que según el ministro, permitieron el paso de más de 8.000 autos la semana pasada.
El impacto económico del caos en el Cristo Redentor
La congestión en el Paso Cristo Redentor no solo genera inconvenientes para los viajeros, sino que también tiene un impacto económico significativo para ambas naciones. El comercio bilateral entre Argentina y Chile se ve afectado por las demoras en el transporte de mercancías, lo que genera pérdidas para las empresas y aumenta los costos logísticos.
El turismo, un sector clave para la economía de Mendoza, también se resiente por las dificultades para cruzar la frontera. La imagen de largas filas y demoras desalienta a los turistas, especialmente a aquellos que viajan por pocos días, y afecta la competitividad de la región como destino turístico. La situación actual pone de manifiesto la necesidad de una solución a largo plazo que permita un flujo más eficiente y fluido en el principal paso fronterizo entre Argentina y Chile.
Mientras tanto, la polémica entre Argentina y Chile por la situación en el Cristo Redentor continúa. Las acusaciones de “desidia” por parte del ministro Mema han generado malestar en el gobierno chileno, que defiende el profesionalismo de sus funcionarios aduaneros. Se espera que en los próximos días ambos países inicien conversaciones para buscar soluciones conjuntas que permitan agilizar el tránsito en el paso fronterizo y evitar que la situación se repita en el futuro.