En un operativo conjunto que sacudió la noche cordobesa, el Ministerio de Seguridad de la Provincia, en colaboración con la Policía y la Municipalidad, clausuró dos conocidos boliches propiedad del clan Moyano. Las autoridades informaron que los locales, “Delirios” y “Club Ibiza”, operaban como “afters” sin habilitación, con graves deficiencias en infraestructura y la presencia de menores de edad.
Un golpe a la “noche clandestina” y la corrupción
El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, encabezó los operativos y no dudó en señalar a los Moyano como “históricos regentes de la noche clandestina en Córdoba”. Las clausuras se produjeron tras una investigación que destapó una presunta red de corrupción en la Dirección de Bomberos de la Policía, donde se otorgaban habilitaciones truchas a cambio de coimas. Este caso, conocido como “Bomberos SA”, tiene a una veintena de imputados, entre ellos el exjefe de Policía, Gustavo Folli.
Quinteros fue contundente en sus declaraciones: “Ninguna mafia podrá detener la decisión de combatir la ilegalidad y la delincuencia”, afirmó. “Los Moyano se han servido durante décadas de la ilegalidad y la corrupción para sostener sus negocios. No son empresarios del entretenimiento, son regentes del descontrol y de la delincuencia y utilizaron la política y la extorsión para tener impunidad. Se les acabó”, sentenció.
El operativo, que se concretó en la madrugada del domingo, dejó un tendal de irregularidades al descubierto. En “Delirios”, ubicado en avenida Alem 461, se constató la presencia de una menor trabajando y cinco adolescentes de entre 14 y 17 años entre los asistentes. Además, se detuvo a un hombre que se hizo pasar por policía para obstaculizar el procedimiento. En “Club Ibiza”, en Sucre 173, se aprehendió a una mujer con pedido de captura por robo calificado.
Irregularidades que ponen en riesgo a la juventud
La presencia de menores en los locales nocturnos clausurados no solo es una violación flagrante de las leyes, sino que también expone a los jóvenes a situaciones de vulnerabilidad y peligro. El consumo de alcohol, la falta de control y la posible exposición a otras actividades ilícitas son solo algunos de los riesgos que enfrentan los adolescentes en estos ambientes clandestinos. La permisividad y la falta de control por parte de las autoridades y los empresarios son factores determinantes en la proliferación de estos lugares que operan al margen de la ley.
Además de la presencia de menores, las autoridades constataron graves falencias en las condiciones de infraestructura de ambos locales. La Dirección de Bomberos de la Policía reportó “gran precariedad” en las instalaciones, lo que representa un riesgo latente de incendios y otros accidentes. A esto se suma la conexión eléctrica clandestina detectada en “Delirios”, una muestra más del desprecio por las normas de seguridad y la responsabilidad empresarial.
El accionar de la justicia y el gobierno provincial en este caso es un paso importante en la lucha contra la corrupción y la ilegalidad en el sector del entretenimiento nocturno. Sin embargo, es crucial que estas acciones no sean aisladas, sino que formen parte de una política integral que garantice la seguridad y el bienestar de la comunidad. Es necesario implementar controles más rigurosos en la otorgación de habilitaciones, fortalecer la inspección de locales nocturnos y sancionar con severidad a aquellos que incumplen la ley.
Antecedentes turbios y un pasado que condena
El clan Moyano, conocido por su trayectoria en el mundo del cuarteto con “Los Chicos Orly”, ya había estado en la mira de la justicia en el pasado. Años atrás, fueron investigados por supuesta facilitación a la prostitución en locales nocturnos, entre ellos el recordado “Rapoza”, clausurado y cerrado por las autoridades. En 2018, dos de los hermanos Moyano denunciaron que “Rapoza” funcionaba mediante el pago de coimas a funcionarios, incluyendo al entonces secretario de Seguridad, Diego Hak. Este escándalo provocó la renuncia de Hak, quien prometió revelar pruebas de corrupción en la noche cordobesa. Hak actualmente se desempeña como subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Justicia y Trabajo.
¿Un punto de inflexión en la noche cordobesa?
Las clausuras de “Delirios” e “Ibiza” podrían marcar un antes y un después en la noche cordobesa. La firmeza del ministro Quinteros y la decisión de la justicia de investigar a fondo las irregularidades en el sector abren una luz de esperanza para una noche más segura y transparente. Sin embargo, la historia de corrupción y connivencia entre empresarios, funcionarios y políticos en Córdoba es larga y compleja. Será fundamental que la sociedad civil se mantenga vigilante y que los medios de comunicación continúen exponiendo estos casos para evitar que la “noche clandestina” vuelva a reinar en la provincia.
El silencio del clan Moyano tras las clausuras y las acusaciones del ministro Quinteros genera aún más interrogantes. ¿Presentarán una defensa ante las acusaciones? ¿Se destapará una nueva olla de corrupción que involucre a más figuras del poder político y empresarial? La expectativa por lo que pueda surgir de la investigación es alta, y la sociedad cordobesa espera que, esta vez, la justicia llegue hasta las últimas consecuencias. Mientras tanto, la “noche clandestina” parece haber recibido un duro golpe, pero la batalla por una ciudad más segura y transparente recién comienza.