La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, visitará Córdoba el próximo lunes. Su presencia tiene un doble objetivo: la inauguración de una nueva sede de Prefectura Naval en Embalse y, en simultáneo, una jugada política de cara a las elecciones de 2025. Este evento, anunciado hace más de un mes junto al ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, se presenta como una oportunidad estratégica para Bullrich, quien busca afianzar su presencia en la provincia.
Gestión o campaña: Un doble propósito
La inauguración de la sede de Prefectura Naval en Embalse, un punto turístico clave de Córdoba, sin duda tiene un componente de gestión gubernamental. La decisión de establecer una dependencia de la fuerza nacional en la provincia, según declaraciones de Quinteros, responde a un trabajo conjunto que se venía realizando desde el año pasado, y busca fortalecer la presencia de las fuerzas federales en todo el territorio cordobés. Esto implica una mejora en materia de seguridad para la región, y responde a una necesidad previamente identificada.
Sin embargo, la visita de Bullrich también se interpreta como una movida política. La elección de Embalse no es casual; la localidad está gobernada por Mario Rivarola, un intendente con una relación más cercana al oficialismo provincial que su antecesor. La estrategia de Bullrich parece apuntar a consolidar vínculos en el marco de las próximas elecciones legislativas de 2024 y, a más largo plazo, las presidenciales de 2025.
Implicancias políticas en el escenario cordobés
La visita de Bullrich genera diferentes reacciones en el escenario político cordobés. Por un lado, se espera que su presencia refuerce la imagen del oficialismo a nivel provincial y nacional. Si bien la relación entre el gobierno de Milei y Macri ha presentado momentos de frialdad, este gesto de Bullrich, cercana a Macri, podría ser una señal de acercamiento para consolidar el frente opositor de cara a 2025. En particular, la diputada Laura Rodríguez Machado, del PRO, podría beneficiarse de este apoyo para su posible reelección en el año 2024.
En contrapartida, la visita de la ministra podría generar incomodidad en el espacio opositor liderado por Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Es incluso posible la presencia del gobernador, Martín Llaryora, y del secretario de Turismo y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, durante la inauguración. La presencia simultánea de representantes de distintas fuerzas políticas agrega un nivel de complejidad al evento, convirtiéndolo en un espacio de negociación y posicionamiento estratégico.
El contexto nacional: Un juego de alianzas
La visita de Bullrich a Córdoba se enmarca en un contexto nacional de tensión y reordenamiento político. Luego de un periodo de fricciones entre el espacio de Milei y el PRO, la actividad en conjunto de Bullrich y Quinteros en Córdoba puede considerarse una estrategia para mejorar las relaciones entre ambos sectores. Si bien es cierto que comparten la misma orientación política de derecha, la presencia de Bullrich podría buscar afianzar su posicionamiento dentro de la coalición opositora a través de la demostración de trabajo en equipo con referentes de distintas fuerzas políticas.
La ministra de seguridad busca fortalecer su imagen y proyectarse para el futuro político. Córdoba, con su peso electoral, se presenta como un escenario estratégico para este objetivo. El equilibrio entre la gestión en el cargo y la proyección política es un desafío que Bullrich intentará afrontar durante su estadía en la provincia.
¿gestión o campaña?
La visita de Patricia Bullrich a Córdoba el próximo lunes presenta una compleja interacción entre gestión gubernamental y estrategia política. Si bien la inauguración de la sede de Prefectura Naval en Embalse responde a necesidades en materia de seguridad, la elección de lugar y momento del evento sugiere una clara intención política de cara al año electoral 2024 y al escenario presidencial de 2025. La visita se presenta como una movida estratégica para fortalecer su figura en Córdoba y mejorar su relación con distintos actores políticos de cara al próximo ciclo electoral. Resta ver si predomina el componente de gestión o el de campaña, o si ambas dimensiones funcionan en una sinergia estratégica.