El pasado lunes, Rosario, Argentina, fue testigo de una multitudinaria marcha por Jesús, evento en el cual se destacó la inesperada presencia del jugador de River Plate, Miguel Borja. Junto a su familia, el delantero participó activamente de esta manifestación de fe, uniéndose a miles de creyentes en una jornada que combinó espiritualidad y fervor religioso.
Una Marcha Multitudinaria
La marcha, organizada por el Consejo de Pastores de Rosario con el apoyo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, congregó a una multitud que partió desde la rotonda de Oroño y Pellegrini, recorriendo 25 cuadras hasta culminar en el icónico Monumento a la Bandera. El fervor religioso fue palpable a lo largo de toda la peregrinación, con cánticos y oraciones que resonaban en las calles de Rosario.
El evento, enmarcado bajo el lema “Rosario, ciudad de paz”, contó con la presencia de importantes figuras políticas locales. Tanto el intendente Pablo Javkin como el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, asistieron a la culminación de la marcha, destacando la importancia de la unión y la fe como pilares fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y pacífica.
Borja: Fe y Fútbol
La participación de Miguel Borja en la marcha no sorprendió a quienes conocen su profunda fe. Desde su llegada a River Plate, el futbolista ha manifestado públicamente su creencia religiosa en varias ocasiones, celebrando goles con camisetas que proclaman “La gloria es de Dios” y compartiendo mensajes bíblicos en sus redes sociales. Esta demostración pública de fe refuerza su imagen como una figura pública comprometida con sus creencias.
Para Borja, este evento fue una oportunidad de compartir su fe con su familia y miles de personas que, al igual que él, encuentran consuelo y fortaleza en la religión. En un fin de semana sin compromisos futbolísticos debido a la fecha FIFA, el jugador aprovechó la ocasión para participar activamente en la marcha y ofrecer sus oraciones ante la multitud congregada en el Monumento a la Bandera.
Marcho por Jesús: Un Evento Internacional
“Marcho por Jesús” es un evento internacional con una trayectoria que se remonta a 1974. Su objetivo principal es unir a los cristianos de todo el mundo en un acto público de adoración y proclamación de su fe. La edición 2024 en Rosario se ha destacado por su masiva participación, atrayendo a creyentes de diversos puntos del país. Este hecho refleja un notable compromiso con los valores cristianos y con la construcción de una sociedad más pacífica, justa y unida.
En esta edición rosarina, la organización contó con destacados oradores, incluyendo a los pastores José Luis Urso, Oscar Sensini, Walter Ghione, Pablo Carlini y Pablo Silvestri, además de miembros del Consejo Directivo Nacional de la Alianza Cristiana de Iglesias de la República Argentina. La multitud también disfrutó de la participación de artistas cristianos de distintos géneros musicales, incluyendo la movida tropical, que añadieron un toque festivo a la jornada.
Unión de Fe y Deporte
La presencia de Miguel Borja en la marcha destaca la conexión entre fe y deporte, mostrando que la pasión por el fútbol no es incompatible con una profunda creencia religiosa. Borja, al compartir públicamente su fe, demuestra a jóvenes deportistas que es posible mantener un equilibrio entre ambos aspectos de la vida, transmitiendo un mensaje de compromiso y valores.
Su participación inspira y motiva a otros a encontrar en la espiritualidad y en la comunidad cristiana un espacio de aliento y apoyo, incluso mientras se destacan en el campo profesional. Este evento resalta la importancia de la espiritualidad en la vida pública y cómo figuras relevantes del ámbito deportivo pueden contribuir a fortalecer la unidad comunitaria.
Un Evento Histórico en Rosario
La multitudinaria marcha por Jesús en Rosario fue un evento que trascendió las fronteras religiosas, convirtiéndose en un símbolo de unión y paz en la ciudad. La presencia del futbolista Miguel Borja le dio una resonancia especial, uniendo el mundo del deporte con la espiritualidad. El evento dejó un mensaje poderoso sobre la importancia de la fe, la comunidad y la búsqueda colectiva de un futuro mejor.