El creciente flujo de argentinos que cruzan la frontera hacia Chile para realizar compras ha desatado una crisis en la Aduana argentina y generado fuertes protestas por parte de comerciantes locales. La diferencia significativa en los precios entre ambos países, que llega hasta el 70% en algunos casos, ha convertido a las compras transfronterizas en un fenómeno masivo, principalmente en la provincia de Mendoza.
El Paso Cristo Redentor: epicentro del boom
El Paso Internacional Cristo Redentor se ha convertido en el principal punto de cruce para este boom de compras. Diariamente, alrededor de 55 micros transportan a cientos de argentinos hacia Chile, generando largas filas y demoras que pueden superar las diez horas. Esta situación no solo afecta a los compradores, sino que también sobrecarga el sistema aduanero, causando demoras y problemas logísticos.
La llegada de micros desde diversas provincias del país, incluyendo Córdoba, San Juan y Buenos Aires, evidencia la magnitud del problema. Este fenómeno no solo está afectando a los comercios mendocinos, sino que también preocupa a nivel nacional por sus implicaciones económicas y la necesidad de medidas para regular el contrabando.
Mercadería, bagalleros y falsificaciones
El contrabando masivo está afectando fuertemente la economía de los comerciantes locales. Los compradores transportan todo tipo de productos, desde electrodomésticos hasta celulares, pero el artículo más frecuentemente importado es la ropa, en su mayoría falsificada. La participación de los “bagayeros”, personas que son contratadas para transportar la mercadería, agrava el problema y dificulta los controles aduaneros.
Estos productos terminan mayoritariamente en los “persas”, mercados informales similares al de La Salada, en Buenos Aires. Esta situación crea una competencia desleal que perjudica a los comercios locales que operan dentro del marco legal y tributario. La Aduana reconoce que, con sus recursos actuales, es prácticamente imposible controlar eficazmente la entrada de mercadería de contrabando por esta vía.
La respuesta de la Aduana: un protocolo de emergencia
Ante el colapso del sistema y los incidentes recientes con el personal aduanero, la Aduana ha implementado un nuevo protocolo de emergencia. Ahora, solo se permite la entrada de un micro por vez al edificio aduanero. Los demás deben esperar en una fila a tres kilómetros de distancia.
Sin embargo, fuentes consultadas señalan que esta medida, lejos de acelerar los controles, podría agravar aún más las demoras. A este problema se suma la escasez de personal aduanero, con un déficit estimado en 20 a 30 empleados en la zona. Esta insuficiencia de recursos complica la implementación de controles rigurosos, perpetrando el ciclo de contrabando.
Más allá de los tours: el impacto en las familias
El fenómeno no se limita a los tours de compras organizados. Muchas familias mendocinas y de otras provincias limítrofes con Chile también realizan compras transfronterizas individuales. La posibilidad de adquirir productos como celulares, computadoras o neumáticos a un precio significativamente inferior impulsa este comportamiento.
Incluso, se está observando una nueva tendencia: grupos de amigos que aprovechan los viajes para realizar compras y pasar un fin de semana en Chile, estimulados por los precios más bajos de alojamiento y consumo.
El reclamo de los comerciantes mendocinos
La Federación Económica de Mendoza (FEM) ha manifestado su profunda preocupación por la caída de las ventas en diversos sectores económicos, incluyendo zapaterías, indumentaria, tecnología y electrodomésticos. La FEM ha solicitado medidas más estrictas por parte de las autoridades para frenar el contrabando y promover una competencia justa.
La FEM destaca que el problema va más allá de la simple competencia transfronteriza, argumentando que los tours organizados están fomentando una práctica ilegal de contrabando hormiga. Esta modalidad perjudica gravemente a las pequeñas y medianas empresas locales, en particular al sector de la indumentaria, que además se ve afectado por la entrada masiva de productos falsificados, violando la Ley de Marcas.
El futuro incierto: entre la crisis y las soluciones
La situación en la frontera del Cristo Redentor refleja una problemática compleja que exige medidas integrales para mitigar los efectos del contrabando masivo y proteger la economía de los comerciantes argentinos. La falta de personal aduanero y la dificultad para controlar eficazmente el flujo de mercancías demandan una respuesta urgente por parte del gobierno.
Las soluciones pueden implicar un incremento de personal y recursos para la Aduana, el desarrollo de estrategias de control más eficientes, y la implementación de políticas comerciales que aborden la diferencia significativa de precios entre ambos países. La urgencia del caso requiere una respuesta contundente, pues el problema parece estar lejos de solucionarse por sí mismo.