En Argentina, donde la grieta política se siente hasta en la música, una campaña de boicot contra Spotify por parte de militantes libertarios ha tenido un resultado tan inesperado como hilarante. Todo comenzó con un inocente tuit de Spotify Argentina anunciando el nuevo tema de Lali Espósito, “No me importa”, con la frase “Lali, madre de todxs lxs argentinxs.” Si bien pretendió ser una frase promocional moderna y abarcativa, generó todo lo contrario: una furia desatada.
El Gran Boicot… ¡o Gran Publicidad?
La reacción de los trolls libertarios fue inmediata y épica. Se sintieron ofendidos, supuestamente, por el lenguaje inclusivo, el apoyo a Lali (una figura pública conocida por su postura a favor del aborto legal), y aparentemente por el concepto de “mamá” en sí mismo. Aquí es donde entra en juego el genio de la situación. ¡En vez de generar una condena masiva a Spotify o a Lali, la campaña del boicot se convirtió en una promoción en la que hasta el Gordo Dan, mano derecha digital de Santiago Caputo, fue un actor principal!.
La consigna era simple: darse de baja de Spotify y migrar a YouTube Music. Imágenes de Ramiro Marra, “El Gordo Dan”, y “El Trumpista” inundaron las redes sociales instando a abandonar la plataforma. La ironía es que estos mismos personajes, defensores de la libertad individual, estaban instando a un boicot colectivo. ¡La libertad, parece, solo funciona en determinadas circunstancias!
Algunos usuarios, para mayor gracia, añadían comentarios sarcásticos como: “Lali no es mi mamá.” La campaña no sólo fracasó en su objetivo, sino que, por el contrario, consiguió visibilizar a Lali Espósito y su nuevo tema. Es un claro ejemplo de como la estrategia de boicot, en su búsqueda de generar disrupción, genera un fenómeno aún mayor.
La respuesta de los Lalivers
Los fans de Lali no se quedaron atrás y aprovecharon la polémica con brillantez. Su respuesta inmediata fue: más reproducciones en Spotify, que se mantuvieron altas, y una impresionante cantidad de reproducciones de “No me importa” en YouTube Music. La campaña terminó no sólo siendo un fracaso para los libertarios, sino que además proporcionó publicidad extra para Lali.
Las redes sociales explotaron con memes y comentarios burlándose del boicot. Muchos compartieron capturas de pantalla de sus reproducciones de la canción, mostrando una clara victoria contraproducente para los usuarios de la derecha.
el efecto Streisand en pleno 2024
En resumen, la campaña de boicot de los libertarios argentinos contra Spotify por Lali Espósito es un ejemplo magistral de lo que en el mundo digital se conoce como el efecto Streisand: el intento de suprimir información paradójicamente sirve para difundirla aún más. Lejos de lograr su objetivo, los militantes lograron lo opuesto: un éxito viral de proporciones épicas, y un ejemplo perfecto del escaso dominio de las estrategias digitales de muchos sectores políticos.
Por ahora, Spotify se ríe en silencio, Lali Espósito suma reproducciones y la oposición de Milei ha creado, una vez más, una narrativa inesperada, con consecuencias absolutamente opuestas a lo esperado. Otro caso más del fracaso total de quien intenta apagar un incendio arrojando leña al fuego.
Esta historia, sin embargo, va más allá de una simple anécdota en las redes sociales. Representa un testimonio de cómo la polarización puede desembocar en estrategias autodestructivas. La ironía reina absoluta. Los usuarios libertarios, aparentemente preocupados por el lenguaje inclusivo, hicieron un uso exagerado de las mayúsculas, dando una visión humorística involuntaria de la situación.