El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha anunciado una serie de medidas para flexibilizar el cepo cambiario, impactando en exportadores, importadores y empresas con deuda en el exterior. Las modificaciones, comunicadas a través de la Comunicación “A” 8137, buscan dinamizar el comercio exterior y adaptar las regulaciones a las necesidades actuales del mercado.
Alivio para los exportadores: más tiempo para liquidar divisas
Una de las principales novedades es la extensión de los plazos para que los exportadores liquiden sus divisas. El plazo general, que variaba entre 15 y 180 días según el producto, ahora se extiende a 365 días para las operaciones bajo el régimen “Exporta Simple”, facilitando las operaciones de las PyMEs.
Para los exportadores de soja, maíz y trigo, el plazo mínimo de liquidación se ha duplicado, pasando de 15 a 30 días. Además, si el exportador recibe el pago antes del vencimiento del plazo general, tendrá 20 días hábiles para liquidar las divisas, en lugar de los 5 días hábiles anteriores.
Esta medida ofrece mayor flexibilidad a los exportadores para administrar sus ingresos y les permite una mejor planificación financiera, especialmente en un contexto de volatilidad cambiaria.
Flexibilización para empresas con deuda externa
Las empresas que han emitido deuda en el exterior también se benefician con las nuevas medidas. Anteriormente, debían liquidar las divisas obtenidas por estas operaciones antes del primer vencimiento de intereses, generalmente entre 90 y 180 días. Ahora, tendrán 180 días para hacerlo, lo que les permite mantener los fondos en el exterior por más tiempo.
Además, se mantiene la posibilidad de excluir estas operaciones de la declaración jurada de libre disponibilidad por un año, siempre que el monto depositado no supere los pagos de capital e intereses previstos para ese período. Esta medida busca incentivar el financiamiento externo y facilitar el acceso al mercado cambiario para las empresas.
Importaciones culturales: plazos más cortos para el pago
En contraste con las medidas para exportadores y empresas con deuda externa, el BCRA redujo el plazo para el pago de importaciones de servicios culturales y recreativos. El plazo, que era de 90 días, se acorta a 30 días, equiparándolo con otros servicios como turismo y salud.
Si bien esta medida puede afectar a algunos importadores, se argumenta que busca una mayor uniformidad en los plazos de pago y una gestión más eficiente de las divisas.
Muchos productores de eventos culturales ya utilizaban el dólar financiero para cancelar compromisos, por lo que el impacto real de esta medida podría ser limitado.
Un paso más hacia la normalización del mercado cambiario
Estas medidas se enmarcan en una política gradual de flexibilización del cepo cambiario. El objetivo del BCRA es ir desmantelando las restricciones a medida que la situación económica lo permita, buscando una mayor estabilidad y previsibilidad para los operadores del comercio exterior.
Según el presidente del BCRA, Santiago Bausili, el cepo se mantiene debido al riesgo asociado a los stocks y las deudas heredadas. La estrategia es ir “levantando el cepo en capas”, en función de los flujos de divisas y la evolución de la economía.
Si bien estas medidas representan un avance, aún persisten restricciones, como la obligación de presentar una declaración jurada para acceder al mercado cambiario, indicando que no se poseen fondos de libre disponibilidad en el exterior por más de US$ 100.000. El camino hacia la normalización del mercado cambiario aún es largo, pero las nuevas medidas del BCRA son un paso en esa dirección.
La reacción del mercado a estas medidas ha sido mixta. Algunos sectores, como la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA), han expresado su apoyo, considerando que la extensión de los plazos para liquidar exportaciones es una señal positiva para normalizar el comercio exterior. Sin embargo, otros analistas advierten que la flexibilización es aún insuficiente y que la persistencia del cepo continúa generando incertidumbre en el mercado.
En definitiva, las nuevas medidas del BCRA buscan un equilibrio entre la necesidad de administrar las reservas y la de flexibilizar el comercio exterior. El tiempo dirá si estas medidas son suficientes para dinamizar la economía y generar confianza en los inversores.
Mientras tanto, el BCRA continúa monitoreando la situación y realizando ajustes en su política cambiaria, en un contexto económico complejo y desafiante.