Siete de los doce presuntos miembros de la denominada “banda de Los Cortaderos” admitieron su culpabilidad y fueron sentenciados tras un juicio abreviado. Esta resolución judicial pone fin a una extensa investigación que destapó una serie de robos ocurridos en un mismo callejón de Villa Allende, Córdoba.
Modus Operandi: Emboscada en el Callejón
El método utilizado por la banda era simple pero eficaz: obstruían un callejón sin vigilancia policial con ramas y basura. Al detenerse los vehículos para sortear los obstáculos, los delincuentes, ocultos entre las sombras, los asaltaban.
Este callejón, que bordea el club Los Amigos, áreas con basurales a cielo abierto, la ladera del country San Isidro y el camino al barrio La Esperanza, se convirtió en el escenario de más de 20 asaltos en solo seis meses. La repetición de los robos pasó desapercibida debido a la rotación de turnos en las fiscalías.
La Investigación: Descubriendo el Patrón
El cambio en el sistema de asignación de territorios a las fiscalías en 2023, asignando un territorio fijo a cada una, fue clave. Al analizar las denuncias acumuladas en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba, el fiscal Juan Pablo Klinger y su equipo notaron la inusual concentración de robos en ese callejón. Esto, unido a la información sobre otros delitos en Los Boulevares, les permitió conectar los puntos.
Más allá del callejón, la banda también se dedicaba a otros tipos de robos. Entre los hechos más destacados se encuentra el robo en una cantera, donde encañonaron al guardia de seguridad y se apoderaron de herramientas, maquinaria y neumáticos. También perpetraron un robo en una constructora, sustrayendo herramientas y equipos de construcción. Incluso, robaron cables de luces navideñas de una tienda de ropa en Los Alemanes.
Detenciones y Juicio Abreviado
La paciente investigación del fiscal Klinger, que incluyó el análisis de cámaras de seguridad, teléfonos celulares y testimonios de testigos, llevó a la imputación y detención de doce sospechosos: Rodrigo Alejandro Cuello, Omar Orestes Gómez, Gabriel Emanuel Pedraza, Ángel Gabriel Videla, Leandro Jesús Salas, Matías Gabriel Oviedo, Gustavo Ezequiel Pellico, Marcos Ezequiel Oga, Gustavo Ismael Pellico, Juan Pablo Peralta, Candela Válchez y Miguel Ángel Juárez. Entre los detenidos se encontraban Gustavo Ezequiel Pellico y su padre, Gustavo Ismael Pellico, quienes son hermano y padre, respectivamente, de Alberto Fernando “Gere” Pellico, víctima de un caso policial resonante en 2014 en Los Cortaderos.
Siete de los doce acusados optaron por un juicio abreviado, admitiendo su culpabilidad para evitar un juicio oral y público que podría haberles resultado en penas más severas. Las condenas fueron las siguientes:
- Rodrigo Alejandro Cuello: Ocho años de prisión.
- Ángel Gabriel Videla: Siete años y medio de prisión.
- Gabriel Emanuel Pedraza: Un año de prisión condicional por encubrimiento.
- Omar Orestes Gómez: Un año y medio de prisión condicional.
- Gustavo Ezequiel Pellico: Tres años de prisión efectiva.
- Miguel Ángel Juárez: Tres años de prisión efectiva.
- Candela Válchez: Tres años de prisión condicional.
Reflexiones sobre el Caso
El caso de la “banda de Los Cortaderos” revela la importancia de la coordinación entre las fuerzas de seguridad y la administración de justicia. El cambio en el sistema de asignación de territorios a las fiscalías permitió la identificación de patrones delictivos que, de otra manera, podrían haber pasado desapercibidos. La decisión de los acusados de optar por el juicio abreviado demuestra la solidez de las pruebas recolectadas durante la investigación.
Además, este caso subraya la vulnerabilidad de algunas zonas urbanas ante la delincuencia, y la necesidad de implementar estrategias de prevención y seguridad ciudadana más efectivas. La falta de vigilancia policial en el callejón facilitó la acción de la banda. Este caso debería servir como ejemplo para reforzar la seguridad en áreas similares, previniendo futuras acciones criminales.
La investigación exhaustiva y el resultado del juicio abreviado representan un cierre para las víctimas, quienes recuperan un mínimo de justicia tras meses de inseguridad en la zona.