Una vez más, la denominada “banda de las cajas fuertes” ha vuelto a operar en la ciudad de Córdoba, dejando tras de sí un botín millonario y una sensación de impunidad que preocupa a las autoridades y a la población. En las últimas horas, se conoció el detalle de un nuevo golpe: nueve millones de pesos sustraídos de una distribuidora de alimentos en el barrio Yofre H, en el este de la capital cordobesa. La audacia del grupo criminal y la aparente facilidad con la que eluden a las fuerzas de seguridad generan una gran alarma.
El modus operandi de una banda que siembra el terror
Según las primeras investigaciones, el robo se perpetró en medio de la fuerte tormenta que azotó Córdoba durante el fin de semana. Los delincuentes, aprovechando la oscuridad y las inclemencias climáticas, lograron ingresar a la distribuidora “Simple Distribuciones”, ubicada en calle Abasto al 1300, a escasos metros de la Circunvalación. El ingreso se produjo sorteando el alambrado perimetral y luego mediante un ventiluz, cuya reja fue cortada con herramientas especializadas.
La planificación del golpe es impecable: la banda demostró conocer con precisión la existencia de una importante suma de dinero en efectivo en el interior del establecimiento. Antes de acceder a las cajas fuertes, los ladrones neutralizaron tanto las cámaras de seguridad como el sistema de alarmas, lo que sugiere que poseen un conocimiento técnico sofisticado y que cuentan con personal especializado en estas tareas. Con los sistemas de vigilancia desactivados, los delincuentes accedieron a las oficinas del primer piso, donde se encontraban las dos cajas fuertes ancladas al suelo, procediendo a su extracción y traslado.
La investigación policial apunta a establecer si la banda se llevó también otros elementos del comercio. Algunos testigos refieren que sí, pero las autoridades mantienen la cautela a la hora de confirmar o descartar dicha posibilidad, enfocándose por el momento en recuperar el dinero sustraído y dar con el paradero de los responsables. Para llevar a cabo esta difícil tarea, las pesquisas están trabajando arduamente, revisando las cámaras de seguridad de la zona, analizando las comunicaciones telefónicas y recolectando testimonios, para intentar armar la cronología de los hechos y así llegar a los responsables.
Nueve millones de pesos: el botín millonario
El monto del robo asciende a nueve millones de pesos en efectivo, una cifra que pone de manifiesto la magnitud del golpe y la capacidad de la organización delictiva para planificar y ejecutar robos de esta envergadura. Las fuentes con acceso al caso coinciden en que la banda poseía información precisa acerca del dinero guardado en la distribuidora, lo cual refuerza la hipótesis de la existencia de una red de informantes dentro o cerca del establecimiento. Esta información privilegiada habría facilitado considerablemente el accionar de los delincuentes.
El dueño de la empresa descubrió el robo al llegar al predio a las 3:43 del lunes, alertado por un empleado que había notado la ausencia del sistema de seguridad. En ese momento, ya era tarde: la banda había desaparecido sin dejar rastros, llevando consigo un botín millonario que sigue sin recuperarse.
Impunidad y antecedentes: una banda que actúa con total descaro
Este último robo no es un caso aislado. En los últimos meses, se han registrado varios hechos similares en la ciudad de Córdoba, todos ellos con un modus operandi que se asemeja mucho: ladrones que logran forzar o incluso cortar cajas fuertes que guardan importantes cantidades de dinero. La frecuencia y la eficiencia de estos golpes alimentan la sospecha de que se trata de una misma banda criminal que opera con una impunidad asombrosa.
Entre los blancos ya atacados se encuentran varias distribuidoras de alimentos y una concesionaria de automóviles. La similitud en los procedimientos, tanto en el acceso a las instalaciones como en la neutralización de las medidas de seguridad, sugiere una cuidadosa planificación y una experiencia considerable por parte de los autores. No solo eso, sino que la audacia con la que actúan indica un conocimiento preciso de los objetivos y sus rutinas, así como también de las vulnerabilidades de los sistemas de seguridad implementados. Para llegar a una hipótesis concluyente, las investigaciones de la Policía de Córdoba se encuentran en curso.
Aunque algunos investigadores no descartan la posibilidad de que haya un grupo más grande involucrado, y otros pequeños que actúan de forma independiente, la gran mayoría de los especialistas creen que se trata de una única banda bien organizada y muy bien entrenada. No descartan la posibilidad de un informante interno en las empresas, que filtra información crucial sobre la presencia de dinero en efectivo, o al menos de alguien que monitorea las operaciones de los negocios.
Un hecho particularmente llamativo fue un robo ocurrido en septiembre en una importante distribuidora de alimentos en la avenida Amadeo Sabattini, en el barrio José Ignacio Díaz. En ese caso, los ladrones tardaron al menos dos horas en abrir una caja fuerte y se llevaron una gran cantidad de dinero. La forma en la que ingresaron a la distribuidora, con un boquete en la pared, es una prueba de la destreza técnica y la paciencia de los asaltantes, quienes no titubean ante las dificultades. Todo esto hace aún más complicado el proceso de investigación para la policía, quien debe actuar de forma rápida y efectiva para evitar que continúen estas acciones delictivas en la ciudad.
La investigación en curso: la búsqueda de la banda
Por el momento, no hay detenidos y la fiscalía de turno, junto con los detectives de Robos y Hurtos de la Policía de Córdoba, se encuentran trabajando intensamente para dar con el paradero de los responsables. Si bien la tarea se presenta compleja debido al eficiente modus operandi y a la falta de testigos directos, las autoridades no han desistido de la búsqueda, continuando con el análisis de cámaras de seguridad, las pericias en la escena del crimen y las entrevistas a posibles informantes.
La sociedad cordobesa se encuentra en vilo ante la continua acción delictiva de esta banda. La impunidad con la que actúan pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad, tanto a nivel público como privado. Es fundamental que las autoridades intensifiquen la lucha contra este tipo de delitos, trabajando de forma conjunta y coordinada, para brindar a los ciudadanos mayor seguridad y erradicar a la banda de las cajas fuertes antes de que continúe con sus acciones delictivas.