¿Por qué Bahía Blanca se inunda una y otra vez? Las recientes inundaciones del 7 de marzo no son un hecho aislado, sino el resultado de años de negligencia y falta de planificación. Evacuados, pérdidas materiales… ¿hasta cuándo seguiremos lamentando las mismas consecuencias? ¿Qué ha fallado?
Bahía Blanca Bajo el Agua: ¿Emergencia Real o Falsa Solución?
La Cámara de Diputados ha declarado la emergencia ambiental, económica y habitacional en Bahía Blanca y zonas aledañas. Una medida que, aunque necesaria, se percibe como un parche ante un problema mucho más profundo. Victoria Tolosa Paz asegura que hay fondos disponibles, pero, ¿cómo podemos garantizar que se utilicen de manera eficiente y transparente? La historia nos ha enseñado a ser cautelosos.
Si bien es positivo ver el apoyo unánime de los bloques políticos, no podemos ignorar el tardío intento de los libertarios de presentar su propia propuesta. ¿Preocupación genuina o simple estrategia política? El tiempo lo dirá. Lo crucial es que la tragedia de Bahía Blanca no se convierta en un arma política. La ciudad necesita soluciones, no promesas vacías.
“Lo peor está por venir. La desolación, el olor a humedad y la mierda en el barro… Un futuro que podemos evitar si actuamos ahora con sensatez y grandeza.”
Karina Banfi (UCR) describe un panorama desolador: una ciudad anegada, con clubes, escuelas, universidades y hogares bajo el agua. Danya Tavela (Democracia) apela a la responsabilidad institucional. Pero, ¿estamos realmente a la altura de las circunstancias? ¿O estamos condenados a repetir los errores del pasado?
El Estudio Ignorado: La Advertencia Científica Desoída
Lo más alarmante es que esta tragedia pudo haberse evitado, o al menos mitigado. En noviembre pasado, un estudio científico publicado en la revista Párrafos Geográficos alertaba sobre los riesgos de inundaciones recurrentes en Bahía Blanca. Yamila Lambrecht y Paula Zapperi, las investigadoras a cargo, analizaron tres décadas de lluvias intensas y sus impactos en la ciudad, llegando a conclusiones contundentes: la urbanización descontrolada, la acumulación de residuos y la falta de mantenimiento en los sistemas de drenaje son factores clave que aumentan la vulnerabilidad de la ciudad.
El estudio reveló que el 88,4% de los eventos de lluvias intensas desde 1990 causaron anegamientos. Y lo que es aún más grave, entre 1990 y 2022 no hubo reportes de fallecimientos por temporales en Bahía Blanca. La pérdida de vidas humanas comenzó con el evento de diciembre de 2023, repitiéndose trágicamente en marzo de 2024.
¿Qué se hizo con esta información crucial? ¿Quiénes son los responsables de no haber tomado medidas preventivas? ¿Por qué se permitió que la ciudad creciera sin orden ni control? Estas preguntas exigen respuestas inmediatas y transparentes.
“Hicimos el trabajo con el interés de generar información sobre lluvias intensas ya ocurridas en Bahía Blanca para conocer mejor cuáles eran los aspectos de la organización de la sociedad que podían presentar mayor necesidad de atención ante eventos climáticos extremos. No buscamos hacer un pronóstico, sino aportar información útil para el momento de la gestión y, en el mejor de los casos, para la prevención.”
En palabras de Paula Zapperi a Infobae, la prevención, esa palabra que olvidamos hasta que la tragedia nos golpea. Un estudio científico valioso que, al parecer, quedó olvidado en algún cajón burocrático.
El Cambio Climático Amplifica la Amenaza
No podemos hablar de Bahía Blanca sin considerar el contexto global del cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y las ciudades deben adaptarse a esta nueva realidad. La falta de inversión en infraestructura resiliente y la inacción ante las advertencias científicas son una combinación mortal.
Zapperi advierte que el cambio climático agrava la severidad de los temporales. Es fundamental que la infraestructura urbana se adapte a vientos y lluvias con valores más extremos.
Es hora de dejar las excusas de lado y asumir la responsabilidad que nos toca. No podemos seguir ignorando cómo nuestras ciudades se inundan y nuestros ciudadanos pierden sus hogares, sus bienes y, lo más trágico de todo, sus vidas.
¿Qué podemos hacer ante esta crisis?
La indignación no es suficiente. Transformemos la frustración en acción. Exijamos a nuestros gobernantes que rindan cuentas y que implementen medidas concretas para proteger a nuestras ciudades de los riesgos climáticos. Participemos activamente en la planificación urbana y denunciemos las irregularidades. Informémonos y difundamos información sobre los riesgos que enfrentamos. No podemos quedarnos callados.
Acciones concretas para un futuro resiliente:
- Informarse sobre los riesgos climáticos en su ciudad.
- Participar en la planificación urbana y exigir transparencia.
- Denunciar las irregularidades y la falta de inversión en infraestructura resiliente.
- Apoyar a las organizaciones que trabajan en la gestión de riesgos y la adaptación al cambio climático.
- Promover el consumo responsable y reducir su huella de carbono.
La tragedia de Bahía Blanca es un llamado urgente a la acción. Un grito desesperado que nos exige despertar de la indiferencia y construir un futuro más seguro y sostenible para todos. No podemos fallarles a los bahienses, no podemos fallarnos a nosotros mismos.