El año 2023 marcó un hito en el sistema de homologación de títulos médicos en España. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades convalidó un número récord de 8.747 títulos, más del doble que en 2017. Esta cifra, celebrada por el gobierno como un éxito en la gestión, ha generado, sin embargo, un debate intenso, incluso controversia, entre las plataformas de médicos extranjeros y las sociedades médicas españolas.
El punto de vista del Gobierno: un balance positivo
Para el Gobierno, el aumento de homologaciones refleja una mejora significativa en el sistema. La ministra Diana Morant ha destacado la agilidad alcanzada en el proceso, recalcando que el número de expedientes resueltos ha superado por primera vez al de solicitudes en los últimos 30 días. Se argumenta que esta mayor flexibilidad es crucial para la necesaria contribución de los profesionales migrantes al Sistema Nacional de Salud y el crecimiento económico del país.
El Ministerio también subraya las medidas implementadas para agilizar la tramitación: un proyecto de orden que permite la gestión digital de los expedientes iniciados en 2014, y una consulta pública de un Proyecto de Real Decreto que reducirá trámites y plazos, priorizando las especialidades médicas con mayor déficit.
La perspectiva crítica: la realidad para los médicos extranjeros
La plataforma ‘Homologación Justa Ya’, por el contrario, denuncia la lentitud del proceso y la falta de equidad. Muchos médicos extranjeros esperan entre 5 y 7 años la homologación, mientras que solicitudes recientes con plazos mucho menores se resuelven en pocos meses. Se argumenta una clara falta de justicia, donde se priorizan las solicitudes más recientes, dejando a los que llevan años esperando en una situación de incertidumbre y desesperación.
Según la plataforma, esta situación genera una grave desigualdad, afectando no solo la carrera profesional de los médicos, sino también su salud mental y bienestar. La sensación general es que se está faltando al respeto a miles de profesionales que solo quieren contribuir con sus conocimientos y experiencia al Sistema Nacional de Salud español. Esta falta de consideración podría llevar a la plataforma a tomar acciones en instancias más elevadas para solventar esta situación.
Las preocupaciones de las sociedades médicas: ¿Calidad o cantidad?
Las sociedades médicas españolas, como la SEMG y SEMERGEN, han expresado su preocupación ante el aumento masivo de homologaciones. Si bien reconocen la necesidad de incorporar más profesionales, plantean serias dudas sobre el impacto que esto tendrá en la calidad asistencial. Rafael Micó, vicepresidente de SEMERGEN, utiliza la analogía del fichaje en un equipo deportivo: “¿Se está fichando a los mejores?” Esta pregunta clave pone en relieve el riesgo de priorizar la cantidad sobre la calidad.
Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la SEMG, destaca que, más allá del número, el proceso debe asegurar criterios de calidad y seguridad. No se debe permitir que la necesidad de profesionales se anteponga a las medidas necesarias para garantizar una atención sanitaria de primera clase y sin riesgos para el paciente. Además, se aboga por una mejora significativa en las condiciones laborales, como una forma más efectiva de atraer y retener talento en el sistema sanitario español.
El reto de la agilidad y la transparencia
La necesidad de agilizar los procesos es un punto de acuerdo general. Sin embargo, esta agilidad no debe comprometer la transparencia ni la homogeneidad del proceso de homologación. Rodríguez Ledo aboga por un sistema centralizado, el cual asegura una mejor equidad y calidad. El modelo centralizado evita las posibles disparidades y la competencia desleal entre comunidades autónomas, como sucedió con la iniciativa de descentralizar las homologaciones en el País Vasco que fue paralizada por el Tribunal Supremo en julio del año pasado.
Por otro lado, la homologación telemática, aunque útil, ha generado un ‘boom’ de solicitudes, según el presidente del ICOMEM, Manuel Martínez-Sellés, generando largas esperas en ciertas zonas. Se sugiere una vía preferencial para quienes ya residen en España, donde la demanda de profesionales es más alta. Se hace necesario verificar que los médicos homologados planean, de hecho, ejercer en España.
Conclusiones: la necesidad de un enfoque integral
El aumento de homologaciones médicas en España presenta una paradoja. Si bien refleja un esfuerzo del gobierno por afrontar la escasez de profesionales, genera inquietudes sobre la calidad, la equidad y la sostenibilidad del sistema sanitario. Es necesario un enfoque integral que contemple, no solo la agilización del proceso, sino también la mejora de las condiciones laborales y la transparencia en la evaluación de las cualificaciones de los profesionales extranjeros. Solo de este modo, el aumento de las homologaciones se convertirá en una verdadera solución para la sanidad española y no en un simple parche.
La situación requiere de un debate abierto y una colaboración efectiva entre el gobierno, las sociedades médicas y las plataformas representativas de los profesionales extranjeros. Es importante encontrar un equilibrio entre la necesidad de cubrir las vacantes existentes y mantener los estándares de calidad y seguridad que exige un sistema sanitario de primer nivel. El bienestar de los pacientes debe estar siempre en primer lugar.