En menos de un mes, la residencia privada del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido blanco de dos ataques distintos. El primero, ocurrido el 19 de octubre, consistió en un ataque con un dron lanzado desde Líbano, que impactó cerca de la vivienda. Este ataque, atribuido a Hezbolá, causó alarma y despertó una fuerte condena internacional. El segundo, el sábado pasado, involucró dos bengalas que cayeron en los alrededores de la residencia. Afortunadamente, en ambos incidentes, Netanyahu y su familia no se encontraban en la propiedad.
El Ataque con Dron: Hezbolá como principal sospechoso
El ataque con dron del 19 de octubre marcó un significativo escalamiento en la tensión entre Israel y el grupo terrorista libanés Hezbolá. El dron, según reportes militares israelíes, era parte de un grupo de tres, dos de los cuales fueron interceptados. El éxito del tercer dron en alcanzar la zona de Cesárea, donde se ubica la residencia de Netanyahu, representó un desafío directo y una clara muestra de la capacidad operativa de Hezbolá. Este ataque se produjo en medio de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza y una creciente escalada de tensiones con el grupo chiíta.
Las autoridades israelíes fueron rápidas en señalar a Hezbolá como el principal responsable. El primer ministro Netanyahu, al enterarse del hecho, acusó al grupo terrorista de intentar asesinarlo a él y a su familia, jurando una represalia. Poco después, Hezbolá reivindicó la acción, declarando su responsabilidad y apuntando directamente al primer ministro como objetivo. Esta reivindicación sin precedentes aumentó aún más la tensión en la región.
El Ataque con Bengalas: Detenciones y Preguntas Sin Resolver
El ataque con bengalas, ocurrido solo unas semanas después del incidente con el dron, introdujo una nueva dimensión en la narrativa. Si bien las bengalas no causaron daño físico, el hecho de que ocurriese tan poco tiempo después del ataque con dron generó una enorme preocupación sobre el nivel de amenaza que enfrenta Netanyahu. Las autoridades no han proporcionado detalles sobre la identidad de los sospechosos ni sobre la motivación tras el suceso, amparándose en una orden judicial de silencio durante 30 días para no interferir en la investigación.
Las autoridades israelíes no descartan ningún motivo o autor intelectual detrás de este acto. Se manejan diversas hipótesis desde elementos internos, motivados políticamente hasta la acción externa de grupos extremistas en consonancia con los antecedentes generados con el ataque de Hezbolá. La investigación en curso promete desentrañar más detalles sobre la naturaleza de esta amenaza.
Reacciones Políticas y Aumento de la Tensión
Los incidentes han provocado una fuerte ola de reacciones en el espectro político israelí. El Presidente Isaac Herzog definió el ataque como una “escalada peligrosa” y alertó sobre los riesgos de que estos hechos se traduzcan en un aumento de la violencia en el país. El Ministro de Justicia, Yariv Levin, lo consideró parte de una estrategia para desestabilizar al gobierno e incluso llegar al magnicidio del primer ministro. De forma similar, el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, exigió el cese de lo que consideró una campaña de incitación a la violencia contra Netanyahu y su familia.
Las reacciones internacionales también han sido importantes. Varios países condenaron enérgicamente los ataques y llamaron a la calma. Muchos observadores destacan la creciente polarización política dentro de Israel y el hecho de que se produzcan atentados contra un alto dirigente estatal exacerba aún más estas fricciones. La comunidad internacional observa con inquietud la evolución de los acontecimientos, temiendo que este tipo de actos puedan desencadenar nuevos episodios de violencia, tanto a nivel interno como externo.
Consecuencias y Preguntas Futuras
Estos ataques contra la residencia de Netanyahu ponen de manifiesto la vulnerabilidad incluso de los máximos representantes del estado ante la creciente amenaza de los grupos extremistas. Las autoridades israelíes enfrentan la tarea de fortalecer la seguridad del primer ministro, balanceando las preocupaciones sobre su seguridad con el mantenimiento de la calma civil y la prevención de una escalada de violencia. La investigación exhaustiva de ambos incidentes será clave para evitar episodios similares en el futuro.
El contexto regional tenso, la continua inestabilidad en Gaza y Líbano, y las divisiones internas de Israel hacen prever que este panorama de amenazas y tensiones persistirá en el futuro cercano. Solo una acción concertada por parte de la comunidad internacional y los actores involucrados puede prevenir una escalada significativa de violencia con consecuencias impredecibles.