Un incidente violento en un exclusivo campo de golf de Pinamar ha conmocionado a la sociedad argentina. Celeste Lorena López, de 44 años, fue detenida y acusada de intento de homicidio tras agredir brutalmente a Silvia Lopresti, de 61 años, con un palo de golf. La agresora, sin embargo, ha negado rotundamente los cargos, presentando una versión de los hechos que contradice el testimonio de la víctima y los testigos.
La versión de la agresora: defensa propia
En su declaración ante el fiscal Juan Calderón, López aseguró haber actuado en defensa propia. Según su relato, Lopresti y su amiga, Delia, se encontraban en una zona restringida del campo de golf, interrumpiendo el juego y provocando una situación de tensión. López afirma que intentó pedirles que se retiraran, pero fue agredida verbalmente y físicamente por Lopresti, lo que la obligó a defenderse utilizando el palo de golf. Esta versión contrasta con la de la víctima, quien asegura haber sido atacada sin provocación.
La defensa de López se centra en la idea de que actuó bajo una amenaza inminente y que la fuerza utilizada fue proporcional a la agresión recibida. Sin embargo, esta versión ha sido puesta en duda por testigos presenciales, quienes afirman que López fue la agresora desde el principio, utilizando insultos clasistas y golpeando a Lopresti en la cabeza con el palo de golf, incluso después de que este se rompiera con el primer impacto. Delia, amiga de Lopresti, declaró que el ataque fue completamente injustificado y que López se ensañó con la víctima.
La investigación y las pruebas
El fiscal Calderón ha ordenado una serie de medidas para esclarecer los hechos, incluyendo el allanamiento del domicilio de López, donde se incautaron los palos de golf y la ropa que vestía el día del incidente. La periodista Yanina Álvarez informó que esta diligencia buscaba “reforzar la hipótesis de la intencionalidad del ataque”. Las autoridades también están analizando videos grabados por otros jugadores de golf presentes en el lugar, que podrían ser cruciales para determinar la veracidad de las diferentes versiones.
Un elemento clave en la investigación es el testimonio de un tercer individuo que intervino para detener la agresión, evitando un desenlace potencialmente fatal. Este testigo, cuya identidad se mantiene en reserva, ha confirmado la versión de Lopresti, señalando que López la atacó con saña y sin mediar provocación. Su intervención fue fundamental para que el fiscal cambiara la carátula de “lesiones” a “homicidio simple en grado de tentativa”.
La declaración de Lopresti, programada para los próximos días, será fundamental para el avance del caso. La víctima, que continúa recuperándose de las lesiones sufridas, deberá proporcionar más detalles sobre el incidente y ratificar su denuncia. Se espera que su testimonio, junto con las pruebas recolectadas, permita al fiscal determinar con certeza la responsabilidad de López en el ataque.
Contexto social y clasismo
El incidente en el campo de golf de Pinamar ha reavivado el debate sobre la discriminación y el clasismo en la sociedad argentina. Los insultos proferidos por López a Lopresti, incluyendo referencias a su lugar de residencia y su capacidad económica, han generado indignación en amplios sectores de la población. Muchos interpretan este episodio como un ejemplo de la violencia simbólica que sufren las personas de menores recursos por parte de quienes ostentan poder económico.
Frases como “Váyanse, ratas” y “Pago 50 mil dólares para estar acá” han trascendido el ámbito judicial para convertirse en un reflejo del desprecio que algunos sectores sienten hacia aquellos que consideran inferiores. El caso ha desatado una ola de repudio en redes sociales, donde usuarios han expresado su solidaridad con Lopresti y han condenado la actitud violenta y discriminatoria de López.
Próximos pasos en la causa
Tras la declaración de López y la recolección de pruebas, el fiscal Calderón deberá decidir si solicita la prisión preventiva de la acusada. En caso de ser procesada por tentativa de homicidio, López podría enfrentar una pena de prisión considerable. La defensa, por su parte, buscará demostrar que actuó en legítima defensa y solicitará su liberación.
El juez de Garantías será el encargado de definir la situación procesal de López y dictar las medidas cautelares correspondientes. El caso continúa en plena etapa de investigación y se espera que en los próximos días surjan nuevos elementos que permitan esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades penales.
Mientras tanto, la sociedad argentina sigue atenta al desarrollo de este caso que ha expuesto, una vez más, las profundas divisiones sociales y la violencia latente que subyace en algunos sectores. El incidente en Pinamar ha dejado al descubierto la fragilidad de la convivencia pacífica y la necesidad de abordar las causas estructurales de la discriminación y el clasismo.