Asombroso hallazgo en la Puna Catamarqueña. Científicos argentinos han desenterrado un fósil que conecta el presente con un pasado remoto y poco conocido de Sudamérica: una nueva especie de mamífero prehistórico que habitó la región hace 18 millones de años. Este descubrimiento amplía nuestro conocimiento sobre la fauna del Mioceno y ofrece una ventana fascinante a la evolución de los ungulados (mamíferos con pezuñas).
Tras las Huellas de Ichhutherium: Un Viaje al Mioceno Puneño
En las alturas de la puna catamarqueña, donde el viento aúlla entre las rocas y el sol castiga la tierra reseca, geólogos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO) encontraron un tesoro paleontológico durante un relevamiento en la Formación Potrero Grande.
El fósil fue bautizado como Ichhutherium wayra, combinando términos quechua y griego para rendir homenaje a las duras condiciones climáticas de la región andina. Ichhu significa ‘pasto de puna’, wayra alude al ‘viento’, y therium se traduce como ‘bestia’.
Ichhutherium wayra: Características de un Herbívoro Puneño
Según el investigador Matías Armella, del Instituto Superior de Correlación Geológica (INSUGEO, CONICET-UNT), Ichhutherium wayra era un herbívoro de tamaño mediano, con un peso estimado de 15 kilogramos. Su dieta consistía principalmente en plantas de hojas duras, y poseía adaptaciones especializadas para excavar y roer. El análisis del maxilar hallado revela una combinación única de características, compartidas tanto con mesotéridos antiguos como modernos.
La paleontología nos ofrece una ventana al pasado de nuestro planeta y permite que comprendamos la evolución de la vida, los cambios climáticos y los procesos geológicos. Si bien este descubrimiento deja más preguntas que respuestas, nos motiva a seguir explorando el pasado de la región y a contribuir con nuestro acervo cultural.
Mesotheriidae: Una Familia Extinta de Herbívoros Sudamericanos
Ichhutherium wayra pertenece a la familia Mesotheriidae, un grupo de ungulados extintos que prosperaron en Sudamérica desde hace aproximadamente 30 millones de años hasta su desaparición, hace unos 70 mil años. Estos animales se caracterizaban por su notable diversidad morfológica, combinando rasgos de roedores como el carpincho y de marsupiales como los wombats.
Los mesotéridos desempeñaron un papel ecológico importante en los ecosistemas sudamericanos del Mioceno y el Plioceno, ocupando nichos similares a los de los actuales herbívoros africanos. Sin embargo, a diferencia de estos últimos, los mesotéridos no lograron sobrevivir a los cambios climáticos y ambientales que marcaron el final del Pleistoceno.
El Significado Evolutivo de Ichhutherium wayra
El descubrimiento de Ichhutherium wayra es particularmente significativo, ya que representa el miembro más antiguo conocido de la familia Mesotheriidae. Su combinación de características arcaicas y modernas sugiere que se encontraba en una etapa temprana de diversificación, convirtiéndolo en una pieza clave para comprender la evolución de este grupo de ungulados sudamericanos. Este hallazgo desafía las hipótesis previas sobre el origen y la dispersión de los mesotéridos, abriendo nuevas vías de investigación sobre la evolución de la fauna sudamericana. Es comparable a otros hallazgos paleontológicos relevantes en Argentina, poniendo en perspectiva su importancia para la paleontología argentina y su contribución al conocimiento de la megafauna sudamericana.
El análisis filogenético realizado por los investigadores indica que Ichhutherium wayra divergió tempranamente de otros mesotéridos, lo que sugiere que la diversificación inicial de la familia ocurrió en la región andina de Sudamérica.
Un Desafío en la Puna: El Rescate Paleontológico
La extracción del fósil de Ichhutherium wayra fue una tarea ardua, debido a las extremas condiciones climáticas y geográficas de la puna catamarqueña. El sitio del hallazgo se encuentra a una altitud de entre 3900 y 4000 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas que pueden oscilar entre -15°C y 30°C. La perseverancia y el esfuerzo de los científicos en condiciones extremas es admirable.
La campaña de rescate paleontológico demandó cinco días de trabajo y requirió la colaboración de investigadores de diversas instituciones, incluyendo la Fundación Miguel Lillo (FML) y el INSUGEO. Gracias a un complejo trabajo logístico, el equipo logró extraer el fósil completo y avanzar con la prospección de otros sitios potencialmente fosilíferos en la región.
El grupo de especialistas destacó la ‘inestimable contribución’ y el apoyo logístico de los miembros de la comunidad local, quienes fueron considerados actores fundamentales para el éxito de la expedición en un entorno dificultoso. También agradecieron el sostén brindado por instituciones como el CONICET, la Asociación Paleontológica Argentina (APA) y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Este descubrimiento es un claro ejemplo del valor de la paleontología para comprender la evolución de la vida en nuestro planeta, permitiéndonos reconstruir el pasado de la Tierra y entender cómo han cambiado los ecosistemas a lo largo del tiempo. La paleontología nos ayuda a entender mejor nuestro presente y futuro al revelar los procesos de adaptación y extinción de las especies a lo largo del tiempo.
El hallazgo de Ichhutherium wayra es un testimonio del potencial científico de Argentina y de la importancia de invertir en investigación y educación. Al apoyar a nuestros científicos, no solo estamos expandiendo nuestro conocimiento sobre el mundo que nos rodea, sino que también estamos contribuyendo al desarrollo de un futuro más próspero y sostenible.
Invitamos a los lectores a aprender más sobre paleontología visitando museos de historia natural y explorando la página web del CONICET para ampliar la información sobre este fascinante descubrimiento.