El mediodía del sábado se tiñó de rojo en La Matanza. No por el sol, sino por la sangre derramada de Eliana Vanesa Gómez, una enfermera de 37 años que fue brutalmente asesinada de un balazo en la cabeza durante un robo de auto. La noticia, como una onda expansiva, recorrió las calles del barrio, dejando un tendal de conmoción, indignación y miedo. La vida de Eliana, dedicada a cuidar la salud de otros, fue arrebatada en un instante por la violencia desenfrenada que azota al conurbano bonaerense.
Un crimen a plena luz del día que conmociona a La Matanza
Las cámaras de seguridad, testigos mudos del horror, registraron el fatídico momento. Eliana, a bordo de su Fiat Argo rojo, se disponía a iniciar su jornada cuando fue interceptada por dos delincuentes en la esquina de Olivieri y Luis Vernet, en el límite entre Rafael Castillo y Gregorio Laferrere. En un intento desesperado por protegerse, trabó las puertas del vehículo. Pero la respuesta de los asaltantes fue un disparo a quemarropa que terminó con su vida.
Tras el disparo, los delincuentes arrastraron el cuerpo de Eliana fuera del auto, dejándola tendida en el asfalto como un desecho. Sin mostrar la más mínima señal de remordimiento, se subieron al vehículo y huyeron a toda velocidad. La huida, sin embargo, fue corta. A pocas cuadras, chocaron y abandonaron el auto en Alvear y Larsen, en Isidro Casanova, para luego desaparecer entre las calles del barrio.
La búsqueda desesperada de los responsables
La investigación, a cargo del fiscal Adrián Carlos Arribas de la UFI de Homicidios de La Matanza, se centra en la identificación y captura de los asesinos. La policía científica recolectó en la escena del crimen proyectiles deformados, muestras hemáticas y rastros papilares del vehículo recuperado. Las pruebas fueron remitidas para su análisis en el sistema AFIS (Automated Fingerprint Identification System), con la esperanza de que arrojen luz sobre la identidad de los criminales.
Un allanamiento realizado en la vivienda de uno de los sospechosos resultó infructuoso. El hombre, identificado como Mariano Jonatan Macena, alias “Toscanito”, de 37 años, permanece prófugo. Su pareja, Alejandra Campos, fue detenida e interrogada, pero no aportó datos relevantes a la causa. La justicia continúa con la búsqueda de “Toscanito”, considerado el principal sospechoso del crimen.
El dolor de una familia y una comunidad destrozada
Eliana era una persona querida y respetada en su comunidad. Trabajaba en el Hospital Churruca Visca de la Ciudad de Buenos Aires, donde se dedicaba a cuidar a los demás con profesionalismo y calidez humana. Su muerte deja un vacío irreparable en sus seres queridos y en sus compañeros de trabajo.
“Era una persona que en lo que te podía ayudar, te ayudaba. Es más, siempre se enfocaba en que los demás estudiemos. Una buena persona, no hay palabras para describirla”, expresó Estefanía, amiga de Eliana, con la voz entrecortada por la emoción.
En redes sociales, los mensajes de dolor y pedidos de justicia se multiplican. “Hoy mataron a mi compañera de banco, mi amiga…Me quedan tus sonrisas, gestos amables y tu cariño incansable, desinteresado…Gracias por haber compartido este pedazo de vida, tan corta, tan poca, conmigo y mi familia”, escribió otra amiga en un conmovedor mensaje de despedida.
La muerte de Eliana es un recordatorio brutal de la inseguridad que se vive en el conurbano bonaerense. Un reflejo de la violencia que arrebata vidas sin contemplaciones y deja familias destrozadas. El clamor por justicia resuena con fuerza en las calles de La Matanza, exigiendo que los responsables de este crimen atroz sean encontrados y castigados.
La indignación y la impotencia se mezclan con el dolor. La pregunta que queda flotando en el aire es ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la violencia seguirá sembrando muerte en las calles argentinas?
Mientras tanto, la comunidad de La Matanza se une en un abrazo solidario con la familia de Eliana, exigiendo justicia y un freno a la inseguridad que les roba la tranquilidad y, en este caso, les arrebató a una persona invaluable.