El reciente comentario de Ari Paluch sobre drogar a una colega no solo desató una ola de indignación, sino que también expuso una alarmante realidad: la persistente normalización de actitudes que minimizan la violencia de género en los medios y en la sociedad. Imaginemos por un momento el silencio incómodo en el estudio, la mirada atónita de Noelia Corral, la tensión palpable que se apoderó del ambiente. Ese silencio, esa mirada, son elocuentes testigos del daño que causan estas “bromas”.
Pero, ¿cómo llegamos a este punto? ¿Por qué un comunicador con la trayectoria de Paluch se siente legitimado para proferir semejante barbaridad? La respuesta, lamentablemente, se encuentra en un entramado cultural complejo que minimiza la violencia machista y cosifica a las mujeres. Un entramado que debemos desmantelar con urgencia.
El comentario misógino al detalle
Durante su pase con Beto Casella en Rock & Pop, Ari Paluch, refiriéndose a su compañera locutora, Noelia Corral, preguntó con aparente ligereza: “¿Tan fácil es conseguir burundanga? Porque a mí esta chica… ¿cómo se llama tu locutora?, es linda esa chica… Entonces podemos arreglar una mañana y le ponemos en el vaso con agua. ¿No hay un nivel de burundanga chiquitito que te dé un besito nada más?”. Este comentario, que Paluch intentó disfrazar de “broma”, revela una alarmante banalización de la violencia sexual y un desprecio absoluto por el consentimiento.
La incomodidad de Beto Casella fue evidente, y la propia hija de Paluch, Martina, intervino para pedirle que se ubicara. No obstante, el daño ya estaba hecho. El comentario, replicado en redes sociales y medios, generó un repudio generalizado.
Noelia Corral rompe el silencio: “El abuso sexual no es una gracia”
Tras las disculpas públicas de Paluch, Noelia Corral, la destinataria de sus polémicos dichos, decidió alzar su voz. “Fue un día difícil. Está siendo una mañana difícil pero agradezco la solidaridad de todas y todos”, confesó la locutora en una entrevista. Corral reveló que, al momento del comentario, se encontraba en el control de la radio y no podía creer lo que estaba escuchando. “Hace esos chistes. No es un chiste pero para él sí, porque cuando terminó el episodio vino riéndose porque para él es un chiste”, agregó.
“Las disculpas serían que por dos años dejen de hacer chistes sexuales, porque el abuso sexual no es una gracia” – Noelia Corral
La contundencia de las palabras de Corral resuena como un grito de hartazgo frente a la normalización de comentarios y actitudes que minimizan la violencia de género. Su testimonio es un llamado de atención sobre la urgencia de erradicar estas “bromas” que, en realidad, encubren una misoginia arraigada y un desprecio por la integridad de las mujeres.
Ari Paluch: Trayectoria y controversias
Ari Paluch es un reconocido conductor de radio y televisión con una larga trayectoria en los medios de comunicación argentinos. Sin embargo, su carrera ha estado marcada por numerosas controversias, especialmente relacionadas con acusaciones de acoso sexual y actitudes machistas.
Un patrón de conducta preocupante: Denuncias previas por acoso
El incidente en Rock & Pop no es un hecho aislado en la trayectoria de Ari Paluch. En 2017, el conductor fue objeto de varias denuncias por acoso sexual, lo que lo mantuvo alejado de los medios durante un tiempo. Ariana, una microfonista de A24, fue la primera en denunciarlo, y luego se sumaron los testimonios de dos locutoras y una maquilladora que relataron experiencias laborales incómodas con Paluch.
Eleonora Rischmüller, una locutora que trabajó con Paluch en 2015, relató: “A pesar del poco tiempo que trabajé con él, yo no me sentí cómoda. Paluch tiene un maltrato generalizado, particularmente con la mujer tiene un trato muy peyorativo. Me molesta cuando saludás y te ponen la mano en el hombro, en la cara, la cintura, el cuello. Molesta, sobre todo cuando viene de una figura con poder, porque si él levanta el pulgar seguís trabajando, si no, no”.
Estas denuncias, sumadas al reciente comentario sobre Noelia Corral, revelan un patrón de conducta preocupante por parte de Ari Paluch. Su actitud, que minimiza la violencia sexual y cosifica a las mujeres, no puede ser tolerada ni justificada bajo el pretexto de una “broma”.
La reacción de Rock & Pop: ¿una medida suficiente?
Tras el escándalo, el Grupo Alpha, propietario de Rock & Pop, emitió un comunicado en el que lamentaba y rechazaba los comentarios de Paluch, y anunciaba su suspensión hasta el viernes 14 de marzo. Si bien la suspensión es una medida necesaria, cabe preguntarse si es suficiente para abordar la problemática de fondo. ¿Se tomarán medidas concretas para erradicar actitudes machistas y misóginas en la emisora? ¿Se brindará apoyo y contención a Noelia Corral y a otras mujeres que puedan haber sido víctimas de situaciones similares?
La respuesta a estas preguntas determinará si Rock & Pop está realmente comprometida con la construcción de un ambiente laboral respetuoso y libre de violencia de género, o si la suspensión de Paluch es simplemente una medida para calmar la opinión pública.
La responsabilidad de los medios y la necesidad de un cambio cultural
El caso de Ari Paluch pone de manifiesto la urgente necesidad de un cambio cultural en los medios de comunicación y en la sociedad en general. Es fundamental que se deje de normalizar actitudes que minimizan la violencia de género y se promueva el respeto y la igualdad entre hombres y mujeres.
Los medios de comunicación tienen una responsabilidad crucial en este proceso. Deben ser espacios seguros y libres de discriminación, donde se fomente el debate y la reflexión sobre temas de género, y donde se dé voz a las víctimas de violencia. Además, es fundamental que se capacite a los profesionales de los medios en perspectiva de género, para que puedan identificar y erradicar estereotipos y actitudes machistas en su trabajo.
La sociedad en su conjunto también debe asumir su responsabilidad en la lucha contra la violencia de género. Es necesario que se eduque a los niños y jóvenes en valores de igualdad y respeto, y que se promueva la denuncia de situaciones de acoso y discriminación. Solo a través de un esfuerzo colectivo podremos construir una sociedad más justa e igualitaria, donde las mujeres puedan vivir libres de violencia y discriminación.
Un llamado a la acción: No más complicidad con la violencia machista
El caso de Ari Paluch no debe quedar en el olvido. Debe servir como un catalizador para un cambio profundo en la forma en que abordamos la violencia de género en los medios y en la sociedad. No podemos permitir que este tipo de “bromas” sigan siendo toleradas o minimizadas. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de alzar la voz y denunciar cualquier actitud que vulnere la dignidad de las mujeres.
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Recordemos que la lucha contra la violencia de género es una tarea de todos. No podemos ser cómplices del silencio. Es hora de construir una sociedad más justa e igualitaria, donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y discriminación. #NiUnaMenos #BastaDeViolenciaMachista