El gobierno argentino ha anunciado un plan audaz para privatizar su sistema de hidrovía, una decisión que promete modernizar la infraestructura clave y combatir el narcotráfico, pero también suscita debate sobre su impacto económico y social.
Detalles de la Privatización
La Vía Navegable Troncal, que abarca 1477 kilómetros, siete provincias y 79 puertos, será concesionada por un período de 30 años, con posibilidad de prórroga por otros 30 años. El 80% del comercio exterior argentino transita por esta ruta, lo que hace que la decisión sea de gran importancia estratégica. La licitación internacional está abierta, con fecha límite de recepción de ofertas el 29 de enero de 2025.
El pliego de licitación no incluye un pago inicial al gobierno argentino. La idea es atraer inversión privada para cubrir la inversión en infraestructuras, actualmente estimadas en US$200 millones anuales, y resolver el déficit operativo acumulado de US$90 millones a principios de 2024.
Empresas Participantes y Expectativas
Se espera una fuerte participación de empresas internacionales, con compañías de China, Bélgica y Holanda ya mostrando interés. Nombres como Shanghai Dredging Company, Dredging International, Jan de Nul, Boskalis y Van Oord figuran entre los posibles postulantes. El gobierno espera que también empresas nacionales se presenten a la licitación, viendo esta concesión como una oportunidad única para el desarrollo local.
El ministro coordinador de la Administración General de Puertos (AGP) ha enfatizado el deseo de que empresas nacionales e internacionales participen, creando una competencia sana y asegurando la mejor propuesta para el país.
Modernización y Lucha Anti-Narcotráfico
El pliego incluye planes ambiciosos de modernización. Esto se centra en la incorporación de sistemas tecnológicos para mejorar la gestión del tráfico y la identificación de embarcaciones. El uso de radares, sistemas satelitales de seguimiento, 13 drones y nuevas bases de monitoreo con cámaras se integrarán para fortalecer la seguridad y la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Además, la empresa concesionaria será responsable de la remoción de barcos hundidos y abandonados que contaminan las vías navegables. Se planea la realización de estudios ambientales, la creación de nuevas zonas de fondeo, el ensanche de los canales y el recambio completo del equipo de balizamiento, todo enfocado a mejorar la eficiencia y la seguridad.
Controversias y Antecedentes
La iniciativa ha generado debate. Algunos cuestionan si la privatización es la mejor solución, mientras que otros la ven como necesaria para una modernización urgente de la infraestructura. El debate se aviva considerando los antecedentes de intentos fallidos o truncados de privatización de la hidrovía en gestiones pasadas.
El ex presidente Mauricio Macri había intentado la privatización durante su mandato, teniendo un borrador del pliego preparado. Sin embargo, su iniciativa no llegó a concretarse debido al cambio de gobierno. La actual gestión, en tanto, niega que haya existido contacto o coordinación con Macri o su equipo durante la elaboración del presente plan.
Impacto y Conclusiones
El éxito de esta privatización dependerá de una licitación transparente, la selección de una empresa con capacidad financiera y experiencia en la gestión de infraestructuras de gran escala, y la supervisión eficaz del cumplimiento de los términos del contrato por parte del Estado. La modernización prevista para la hidrovía argentina promete una mejora notable en la eficiencia del comercio exterior, pero también implica riesgos que deben ser evaluados.
Los aspectos que prometen mejorar son el control y la reducción de la actividad ilícita como el narcotráfico, la generación de empleo mediante nuevas obras e inversiones, la mejora en la seguridad y eficiencia de la navegación y el impacto positivo en el comercio internacional del país. Pero también existen puntos críticos: la posible pérdida de soberanía sobre un recurso clave, los altos costos, los riesgos de corrupción y el potencial impacto negativo en las comunidades ribereñas.
Perspectivas
La privatización de la hidrovía es una decisión que impactará profundamente en la economía y la política de Argentina. Su éxito requerirá una ejecución transparente, la colaboración de los actores involucrados y una cuidadosa supervisión para que los beneficios superen los riesgos. El monitoreo del proceso por parte de la sociedad civil será fundamental para garantizar que los intereses del país estén protegidos en todo el proceso.