Diciembre comenzó con una bocanada de aire fresco para la economía argentina. Los mercados financieros reflejaron un optimismo palpable, impulsado por la baja del dólar blue y una reducción significativa del riesgo país. El dólar financiero perforó los $1.100, cerrando en $1.098, mientras que el dólar blue experimentó un recorte de $20 respecto al cierre de la semana anterior, estableciendo una brecha menor al 10% con el tipo de cambio oficial. Este último dato marca la menor diferencia desde la asunción de Javier Milei, con el dólar mayorista en $1.008 y el minorista en $977,4 para la compra y $1.037,7 para la venta.
Un respiro para el bolsillo: el dólar blue retrocede
A pesar de esta reducción en la brecha, el dólar blue se mantiene como la opción más costosa en el mercado cambiario. El dólar Bolsa o MEP también cotiza por debajo de los $1.100, registrando un leve retroceso del 0,5% para cerrar en $1.069,75. Esta performance positiva del dólar se produce tras un noviembre en el que las cotizaciones experimentaron caídas nominales por quinto mes consecutivo. Este fenómeno se atribuye al ingreso de dólares provenientes del blanqueo y a intervenciones oficiales esporádicas que buscan influir en la trayectoria descendente del billete.
En el mercado oficial, el Banco Central vendió USD 52 millones, con un volumen operado en el segmento mayorista de USD 396,796 millones. Las reservas internacionales finalizaron la jornada en USD 31.324 millones, alcanzando niveles récord para la actual gestión gubernamental.
La disminución del dólar blue tiene un impacto directo en el poder adquisitivo de los argentinos. Una cotización más baja del dólar informal se traduce en una mayor capacidad de compra para los ciudadanos, especialmente para aquellos que dependen de esta moneda para el ahorro o para la adquisición de bienes y servicios.
Mercados en alza: optimismo inversor
Los activos argentinos experimentaron un recorrido alcista tanto en la plaza local como en Wall Street. Los ADRs (acciones de empresas argentinas que cotizan en el exterior) registraron subas, mientras que el riesgo país continuó su tendencia a la baja. Ambos fenómenos se vieron impulsados por señales positivas en la macroeconomía local y análisis de importantes bancos de inversión que sugieren el fin de la recesión en Argentina. El índice líder S&P Merval subió un 1,6% en pesos y un 2,8% en dólares, luego de cerrar noviembre con un crecimiento del 22,2%. Las acciones locales escalaron hasta un 9,4%, lideradas por Metrogas, seguida de Loma Negra y Galicia, ambas con un alza del 4,5%.
Este rally alcista en el mercado de acciones refleja la confianza renovada de los inversores en la economía argentina. La perspectiva de un fin de la recesión, sumado a la estabilidad cambiaria, genera un clima propicio para la inversión en el mercado local.
Si bien se anticipan posibles reacomodamientos por toma de ganancias en las próximas jornadas, el optimismo generalizado entre los inversores parece mantenerse firme.
ADRs y Bonos: el impulso externo
Los ADRs también tuvieron un desempeño destacado en la primera jornada de diciembre, especialmente en el sector bancario, con el BBVA liderando las subas con un 7%, seguido por Galicia con un 5% y Banco Macro con un 3,6%. En general, los ADRs argentinos ascendieron hasta un 5,1%, encabezados por Loma Negra. En el mercado de bonos soberanos, la jornada también fue positiva, con alzas de hasta el 0,9% lideradas por el Global 2029, el Bonar 2030 (+0,8%) y el Bonar 2029 (+0,7%).
El buen desempeño de los ADRs y los bonos argentinos en los mercados internacionales indica una mejora en la percepción del riesgo asociado a la inversión en el país. Esto se traduce en un mayor interés por parte de inversores extranjeros, lo que podría impulsar el crecimiento económico.
Riesgo país: la consolidación de la tendencia
El índice de riesgo país, medido por el J.P. Morgan, registró una leve baja de tres unidades, ubicándose en 749 puntos básicos. Este valor representa el nivel más bajo desde abril de 2019 y consolida la tendencia descendente observada en las últimas semanas. La disminución del riesgo país es un indicador fundamental para la economía argentina, ya que refleja la confianza de los inversores internacionales en la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones financieras.
Un riesgo país más bajo facilita el acceso al financiamiento externo, tanto para el sector público como para el privado, lo que a su vez impulsa la inversión y el crecimiento económico.
En resumen, el inicio de diciembre trajo consigo un panorama alentador para los mercados financieros argentinos. La baja del dólar, el optimismo en el mercado de acciones y la reducción del riesgo país sugieren una mejora en la confianza de los inversores, tanto locales como internacionales. Sin embargo, es crucial mantener la cautela y observar la evolución de las variables económicas en el mediano y largo plazo para consolidar esta tendencia positiva.