Argentina ha experimentado un cambio radical en su panorama salarial en dólares. Tras una fuerte caída a fines de 2023, el país ha resurgido en 2024 liderando la región en pretensión salarial. Sin embargo, este repunte se da en un contexto de alta volatilidad económica, lo que genera incertidumbre sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
Un salto inesperado: Argentina lidera la región
Según un informe de Jobint, una empresa líder en clasificados online de empleos, el salario pretendido en Argentina alcanzó los US$1234 al tipo de cambio oficial, superando a Chile (US$1139), Panamá (US$1039), Perú (US$864) y Ecuador (US$811). Incluso al usar el dólar MEP, la cotización del mercado paralelo, Argentina se ubica en un nivel competitivo, con US$1137, prácticamente igualando a Chile.
Este cambio de posición es aún más sorprendente si se considera que, a principios de 2024, Argentina se encontraba en la parte inferior de la tabla salarial regional. La devaluación del peso y la alta inflación a lo largo de 2023 habían erosionado el poder adquisitivo de los salarios. Sin embargo, la recuperación económica del segundo semestre de 2024 y una inflación más controlada han impulsado los salarios en dólares, generando un aumento interanual del 74,98% al tipo de cambio oficial y un impresionante 126,55% al dólar MEP.
La volatilidad: una amenaza constante
A pesar del liderazgo regional en pretensión salarial, la economía argentina sigue siendo altamente volátil. La inflación, aunque desacelerada, continúa siendo una preocupación, y la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar MEP persiste. Esta inestabilidad macroeconómica genera incertidumbre sobre la sostenibilidad del crecimiento salarial en dólares a largo plazo.
Nery Persichini, de GMA Capital, atribuye el fortalecimiento del ingreso laboral en dólares al lento avance de las cotizaciones financieras. El dólar contado con liquidación (CCL) creció solo un 10% nominal en el año, mientras que la inflación se proyecta en torno al 120%. Esta diferencia ha permitido que los ingresos ganen fuerza en dólares, aunque con una merma en el poder adquisitivo.
Amílcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur, señala que la baja base de comparación de finales de 2023, cuando los salarios en dólares estaban muy deprimidos, explica en parte el fuerte incremento observado en 2024. Sin embargo, advierte que estos niveles aún están lejos de los registrados en 2017/2018, cuando el salario privado rondaba los US$1400/1500 mensuales.
Implicancias económicas y perspectivas a futuro
El aumento de la pretensión salarial en dólares tiene importantes implicancias económicas. En el corto plazo, puede impulsar el consumo, especialmente de bienes durables y dolarizados, gracias a una mayor capacidad adquisitiva y a la expansión del crédito. Sin embargo, Collante advierte que este comportamiento puede ser insostenible si las reservas del Banco Central no se incrementan o si el BCRA deja de comprar dólares en el mercado cambiario.
La volatilidad del mercado cambiario y la incertidumbre inflacionaria son factores cruciales a considerar. Un escenario de devaluación brusca del peso podría erosionar rápidamente las ganancias salariales en dólares, impactando negativamente en el consumo y en la economía en general.
Además, la brecha salarial de género persiste como un desafío. Si bien Argentina muestra una brecha menor que otros países de la región en la actualidad (8,03%), al analizar la tendencia desde 2020, el país ocupa el primer lugar con una brecha del 14,89%.
En conclusión, el liderazgo de Argentina en pretensión salarial en dólares es un fenómeno complejo con aristas positivas y negativas. Si bien refleja una recuperación del poder adquisitivo en el corto plazo, la volatilidad macroeconómica y la persistencia de la brecha salarial de género plantean desafíos importantes para la sostenibilidad de esta tendencia. El futuro del mercado laboral argentino dependerá de la capacidad del país para estabilizar su economía y generar un crecimiento inclusivo.