Noviembre trajo consigo un respiro en el frente inflacionario, según las estimaciones de diversas consultoras privadas. Se espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubique por debajo del 3%, marcando una tendencia a la baja que podría consolidarse en los próximos meses. Este dato genera optimismo en el Gobierno, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta desaceleración en el mediano plazo.
Proyecciones de inflación para noviembre: ¿Qué dicen las consultoras?
Las consultoras privadas coinciden en que la inflación de noviembre se mantuvo por debajo del 3%, aunque con leves variaciones en sus estimaciones. Libertad y Progreso y LCG proyectan un 2,9%, Empiria un 2,8%, y Abeceb un rango entre 2,5% y 2,7%. Estas cifras, aunque levemente superiores al 2,7% registrado en octubre, se consideran positivas en un contexto de alta volatilidad económica.
Es importante destacar que noviembre comenzó con un aumento en el precio de los combustibles, un factor que tradicionalmente impacta en el IPC. Sin embargo, la baja del impuesto PAIS en meses anteriores y un efecto inercial desinflacionario habrían contribuido a moderar el impacto de esta suba.
La política monetaria ya tiene controlado el valor del peso, eso se nota en la evolución de los dólares paralelos.
Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso
Perspectivas económicas para 2025: El REM del BCRA y la visión del mercado
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, publicado en noviembre, ofrece una visión más amplia sobre la evolución de la economía argentina en los próximos años. Para 2025, los analistas proyectan una inflación del 28,1%, una cifra significativamente menor al 118,8% estimada para 2024. Esta desaceleración se debería a una estabilización gradual de los precios y a una política monetaria más restrictiva.
En cuanto al dólar, se espera que el tipo de cambio mayorista alcance los $1.122 en mayo de 2024 y continúe su ascenso en los meses siguientes. Sin embargo, este incremento sería inferior al ritmo de la inflación, lo que implicaría una apreciación del tipo de cambio real.
La actividad económica, por su parte, mostraría una caída del 3% en 2024, pero se recuperaría en 2025 con un crecimiento del 4,2%. Esta recuperación estaría impulsada por una mayor inversión y un aumento en las exportaciones.
Finalmente, se proyecta una disminución gradual de la tasa de interés BADLAR, que se ubicaría en 25,53% a finales de 2025. El desempleo, sin embargo, se mantendría en niveles elevados, alrededor del 8%.
Un futuro con desafíos y oportunidades
Las perspectivas económicas para Argentina en 2025 presentan un panorama mixto, con una inflación a la baja pero con desafíos en materia de crecimiento económico y empleo. La estabilización de la economía y la implementación de reformas estructurales serán claves para asegurar un futuro próspero. El Gobierno deberá tomar decisiones audaces para capitalizar las oportunidades y superar los obstáculos que se presenten en el camino.
La moderación de la inflación en noviembre es una señal alentadora, pero no debe generar un exceso de confianza. La economía argentina aún enfrenta importantes desafíos, y la consolidación de la estabilidad macroeconómica requerirá de un esfuerzo sostenido en el tiempo. Solo así se podrán sentar las bases para un crecimiento inclusivo y sostenible que beneficie a todos los argentinos.