¿Hasta dónde llegará la soga? El gobierno de Javier Milei profundiza el ajuste, mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) acecha. El horizonte se presenta cada vez más sombrío para los argentinos.
Argentina y el FMI: una historia de (des)encuentros
La relación entre Argentina y el FMI ha sido históricamente conflictiva, marcada por crisis recurrentes y políticas de ajuste impopulares. Desde el primer acuerdo en 1958, el país ha recurrido al Fondo en numerosas ocasiones, acumulando una deuda que se ha vuelto insostenible. Cada programa del FMI ha implicado recortes en el gasto público, aumento de tarifas y devaluación de la moneda, medidas que han impactado negativamente en el nivel de vida de la población.
En 2018, el gobierno de Mauricio Macri firmó un acuerdo stand-by con el FMI por 57.000 millones de dólares, el mayor préstamo en la historia del organismo. Sin embargo, este acuerdo no logró estabilizar la economía y, por el contrario, contribuyó a agravar la crisis. El gobierno de Alberto Fernández heredó una deuda impagable y se vio obligado a renegociar los términos del acuerdo.
El ajuste salvaje de Milei: ¿quién paga la cuenta?
El gobierno de Javier Milei ha implementado un ajuste fiscal drástico, con el objetivo de reducir el déficit y cumplir con las exigencias del FMI. Las medidas incluyen recortes en áreas clave como salud, educación y jubilaciones, así como aumentos en las tarifas de los servicios públicos. Este ajuste está teniendo un impacto devastador en los sectores más vulnerables de la sociedad.
Según datos del INDEC, la pobreza alcanzó el 41,7% en el segundo semestre de 2023, afectando a más de 19 millones de personas. Se espera que este número siga aumentando como consecuencia del ajuste. Jubilados, trabajadores informales y PyMEs son los más perjudicados por las políticas del gobierno.
“Estamos viviendo una situación dramática. Los jubilados no pueden comprar medicamentos, las PyMEs no pueden pagar las facturas de luz y los trabajadores no llegan a fin de mes. Este ajuste es inhumano y no tiene futuro”, afirmó un economista independiente.
¿Caputo, el garante del ajuste?
El ministro de Economía, Luis Caputo, se ha convertido en la cara visible del ajuste. Sus declaraciones generan incertidumbre en los mercados y erosionan la confianza de los inversores. El domingo pasado, Caputo aseguró que “no habrá cimbronazo y el dólar no se va a disparar”. Al día siguiente, la divisa estadounidense superó los 1300 pesos, el Merval se desplomó y el riesgo país escaló hasta superar los 860 puntos básicos.
Según una entrevista reciente con Reuters, Kristalina Georgieva deslizó la posibilidad de otorgarle a Argentina un desembolso de 8000 millones de dólares, equivalentes al 40% del total del préstamo que se está negociando. Sin embargo, este desembolso está condicionado a la implementación de reformas aún más duras, que profundizarán el ajuste y agravarán la crisis social.
El Banco Central al borde del abismo
Para contener la corrida del dólar, el Banco Central (BCRA) ha tenido que sacrificar reservas a un ritmo alarmante. En apenas 11 días, se han dilapidado más de 1800 millones de dólares, dejando las reservas al borde de romper la barrera de los 25 mil millones. Las existencias netas del BCRA son negativas en más de 10 mil millones de dólares.
La metodología utilizada para calcular las reservas netas negativas del Banco Central es la siguiente: se restan de las reservas brutas los pasivos en moneda extranjera, como los depósitos en dólares y los préstamos de corto plazo. El resultado de esta operación es un número negativo, que indica que el BCRA tiene más deudas que activos en dólares.
Dólar futuro: ¿quiénes se benefician?
El gobierno acusa a los compradores de dólar futuro de especular contra el país. Sin embargo, la realidad es más compleja. El mercado de dólar futuro refleja la desconfianza que genera la política cambiaria del gobierno y la incertidumbre sobre el futuro de la economía.
¿Quiénes se benefician realmente de la especulación cambiaria? Un informe reciente reveló que un pequeño grupo de empresas y particulares acumulan ganancias millonarias a costa de la devaluación del peso. Estos actores tienen acceso a información privilegiada y utilizan estrategias financieras sofisticadas para maximizar sus beneficios.
¿Hay alternativas al ajuste?
Ante este panorama desolador, surge la pregunta: ¿hay alternativas al ajuste? Economistas independientes y organizaciones sociales proponen medidas como la suspensión del pago de la deuda, la implementación de un impuesto a las grandes fortunas y la nacionalización de sectores estratégicos de la economía.
También existen experiencias inspiradoras de iniciativas sociales y económicas que están surgiendo como respuesta a la crisis. Cooperativas de trabajo, huertas comunitarias y bancos populares son algunos ejemplos de cómo la gente se organiza para enfrentar las dificultades y construir un futuro mejor.
La situación es crítica, pero no irreversible. El pueblo argentino ha demostrado en numerosas ocasiones su capacidad de resiliencia y su voluntad de superar las adversidades. Es hora de exigir un cambio de rumbo y construir un país más justo e igualitario.
¿Qué podés hacer vos? Informate, participá en debates y apoyá organizaciones que trabajen para aliviar la crisis. Contactá a tus representantes políticos y hacé oír tu voz. Firmá peticiones y movilizate en defensa de tus derechos. Juntos podemos construir un futuro mejor.