Argentina sorprendió a la comunidad internacional al anunciar su retiro de la Conferencia de las Partes (COP29) sobre el cambio climático, celebrada en Bakú. La decisión, tomada por el presidente Javier Milei, ha generado un amplio debate y preocupación, en un contexto de lento avance en las negociaciones climáticas y preocupantes datos sobre el aumento de las emisiones globales de CO2.
El Retiro de Argentina de la COP29
La decisión de Argentina de abandonar la COP29 se hizo pública en el tercer día de la cumbre, generando una ola de reacciones. La delegación argentina, compuesta por 85 personas, dejó de participar en las negociaciones. Esta acción contrasta con la participación de la mayoría de los países y ha levantado interrogantes sobre el compromiso de Argentina con la lucha contra el cambio climático.
El anuncio coincidió con la publicación de un preocupante informe, el “Global Carbon Budget” de 2024. El reporte, publicado en la revista Earth System Science Data, indica que las emisiones globales de CO2 aumentarán un 0.8% en 2024 en comparación con el año anterior. Este dato enfatiza la urgencia de la situación y la necesidad de acciones más contundentes por parte de todos los países.
El Estancamiento en las Negociaciones
Las negociaciones en la COP29 han avanzado a paso lento, especialmente en el tema central de la financiación climática. Los países en desarrollo muestran una gran frustración por la falta de progreso. Hasta la mitad de la primera semana de la cumbre, no se habían logrado grandes avances en acuerdos concretos.
Los cofacilitadores de las negociaciones sobre el nuevo objetivo cuantificado y colectivo de financiación climática publicaron un borrador preliminar. Este documento, de 30 páginas, contiene una amplia gama de opciones, que necesitarán ser acotadas y negociadas por los países participantes antes de llegar a un acuerdo final.
Las Propuestas de Financiación
El borrador presentado propone una nueva meta de financiación climática para reemplazar la meta de 100.000 millones de dólares anuales para 2020. Los países en desarrollo, representados por el G77+China, han propuesto 1.3 billones de dólares anuales para el nuevo objetivo. Sin embargo, las economías desarrolladas aún no han presentado una propuesta concreta, lo que dificulta el progreso en las negociaciones.
Un grupo de Bancos Multilaterales de Desarrollo anunció un compromiso de 120.000 millones de dólares para la financiación climática en países de ingresos bajos y medios para 2030. Este anuncio demuestra el compromiso de los bancos con el problema pero podría ser insuficiente para paliar las necesidades globales.
Compromisos de Mitigación
En materia de mitigación del calentamiento global, Brasil presentó ante la ONU sus planes de reducción de emisiones para 2035, con un objetivo del 67% de recorte con respecto a las emisiones de 2005. La ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, señaló que los actuales compromisos de 100.000 millones de dólares anuales son insuficientes.
Emiratos Árabes Unidos también presentó sus compromisos actualizados, con una meta de reducción de emisiones del 47% respecto a 2019. Otros países, como el Reino Unido, han anunciado sus intenciones, pero aún no han presentado oficialmente sus planes. El Reino Unido aspira a una reducción del 81% para 2035 en comparación con las emisiones de 1990.
Implicaciones del Retiro Argentino
La decisión de Argentina de retirarse de la COP29 plantea serias dudas sobre su compromiso con la acción climática. La ausencia de Argentina en las negociaciones podría afectar las posibilidades de alcanzar acuerdos ambiciosos para reducir las emisiones y financiar las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático.
Además, la decisión del país sudamericano podría generar un efecto cascada, desmotivando a otros países a participar plenamente en la lucha contra el cambio climático. El futuro se presenta incierto y esta decisión podría complicar el trabajo a favor de un ambiente más sustentable a nivel global.
Un Paso Atrás en la Lucha Climática
El retiro de Argentina de la COP29, en un contexto de lento avance en las negociaciones y un aumento preocupante de las emisiones globales, representa un paso atrás en la lucha contra el cambio climático. Es esencial que la comunidad internacional continúe presionando para lograr un acuerdo ambicioso que aborde las causas y las consecuencias de este grave desafío global. La falta de un plan o compromiso por parte de Argentina complica y dificulta los avances a futuro.