El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de noviembre, publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), arroja luz sobre las proyecciones económicas para Argentina en 2025. Analistas de consultoras y entidades financieras anticipan una posible desaceleración de la inflación y una incipiente recuperación económica. A continuación, analizamos los datos más relevantes y sus posibles implicancias.
El dólar en la mira: ¿Apreciación real a la vista?
Para diciembre de 2024, se espera que el dólar mayorista alcance los $1.021, manteniendo la estrategia de “crawling peg” con ajustes mensuales del 2%. Esta proyección se extiende a $1.064 para febrero de 2024 y $1.122 para mayo del mismo año. Si bien se proyecta un incremento interanual del 21,2% en los próximos doce meses, este sería inferior a la inflación esperada, lo que implicaría una apreciación del tipo de cambio real.
Este dato es crucial, ya que una apreciación del tipo de cambio real podría impactar en la competitividad de las exportaciones argentinas. Sin embargo, también podría contribuir a una moderación de la inflación al abaratar los productos importados.
Inflación: ¿El principio del fin?
El REM proyecta una inflación anual del 118,8% para 2024, un ligero descenso respecto a estimaciones previas. Lo más sorprendente es la proyección para 2025: una inflación del 28,1%, una reducción drástica de 90,7 puntos porcentuales. Esto indicaría una fuerte desaceleración en el ritmo inflacionario.
Las proyecciones mensuales también apuntan a una tendencia descendente: 2,9% en diciembre, 2,7% en enero, 2,4% en febrero y 2,3% en abril. Para mayo de 2024, se espera un IPC del 2,1%, consolidando la desaceleración. Si bien estos datos son alentadores, es importante recordar que se basan en proyecciones y están sujetas a cambios en el contexto económico.
Crecimiento económico: ¿Se avecina la recuperación?
Para 2024, el REM anticipa una caída del PIB real del 3%. Sin embargo, se espera una recuperación en la segunda mitad del año, con un crecimiento del 3,4% en el tercer trimestre y una mejora adicional del 0,6% en el cuarto trimestre. Para 2025, las proyecciones son aún más optimistas, con un crecimiento promedio interanual del 4,2%.
Esta recuperación proyectada se debería, en parte, a la estabilidad macroeconómica que se espera lograr con la desaceleración de la inflación. Un contexto de mayor previsibilidad podría impulsar la inversión y el consumo, motores fundamentales del crecimiento económico.
Tasas de interés y desempleo: luces y sombras
Se prevé una disminución gradual de la tasa de interés BADLAR, utilizada como referencia para los depósitos a plazo fijo. Se estima que para diciembre de 2024 se ubicará en 35,84% nominal anual y en 25,53% a finales de 2025. Esta baja en las tasas de interés podría abaratar el crédito y estimular la inversión.
En cuanto al desempleo, las proyecciones no son tan alentadoras. Se estima que se mantendrá en 8% durante el cuarto trimestre de 2024, con una leve disminución al 7,8% en el primer trimestre de 2025. La persistencia del desempleo es un desafío que deberá abordarse con políticas que promuevan la generación de empleo genuino.
En resumen, las proyecciones del REM para Argentina en 2025 presentan un panorama de luces y sombras. La esperada desaceleración de la inflación y la recuperación económica son noticias positivas, pero la persistencia del desempleo y la apreciación del tipo de cambio real plantean desafíos. El futuro económico del país dependerá de la capacidad del gobierno para implementar políticas que consoliden la estabilidad macroeconómica y promuevan un crecimiento sostenido e inclusivo.