¿Te imaginas vivir persiguiendo el horizonte de un alquiler justo? En Argentina, esa búsqueda se ha transformado en una **carrera contrarreloj**, donde los precios se disparan y los salarios quedan rezagados. La pregunta resuena con fuerza: ¿Por qué un derecho básico como la vivienda se ha convertido en una quimera para tantos?
San Juan: Radiografía de una crisis habitacional que se extiende
San Juan, como muchas otras provincias, enfrenta una escalada de precios y una especulación inmobiliaria que ahogan a los inquilinos. Analicemos los precios, la escasez de oferta, los requisitos y las voces de quienes viven esta realidad.
Precios por las nubes: ¿Cuánto cuesta alquilar en San Juan?
Los datos son innegables: en solo un año, los alquileres se han inflado, dejando atrás la capacidad de pago de los trabajadores. Lo que antes era difícil, hoy parece una misión imposible. Para ilustrar esta situación, veamos algunos ejemplos concretos:
- Departamento de una habitación en Desamparados: de $100.000 – $280.000 (febrero 2024) a $300.000 – $400.000 (abril 2025).
- Casa de tres habitaciones en zona céntrica: de $670.000 – $1.120.000 (2024) a $800.000 – $1.200.000 (actualidad).
Oferta limitada y condiciones restrictivas
Pero el problema no son solo los precios. La oferta de viviendas escasea, las condiciones se endurecen (muchas veces excluyendo mascotas o niños) y las expensas suman otro obstáculo, superando los $30.000. ¿El resultado? Hacinamiento, postergación de proyectos de vida y una creciente sensación de desamparo.
Voces de la crisis: Testimonios desde San Juan
Escuchemos a quienes viven en carne propia esta crisis:
“Llevo meses buscando un lugar para vivir con mis hijos”, dice María, madre soltera y empleada doméstica. “Pero es imposible. Los precios son altísimos y los dueños no quieren chicos ni animales. ¿Qué hago? ¿Los dejo en la calle?”
“Trabajo desde los 18 años, pero no logro ahorrar lo suficiente para alquilar algo digno”, lamenta Juan, un joven profesional. “Los sueldos no alcanzan y los aumentos siempre corren detrás de la inflación. ¿Cuándo voy a poder formar mi propia familia?”
Estos testimonios reflejan una realidad que afecta a miles de sanjuaninos y que exige soluciones urgentes.
Buenos Aires: Alquilar en la jungla de cemento
Si San Juan enfrenta una situación crítica, Buenos Aires se debate en la desesperación. La derogación de la Ley de Alquileres intensificó la incertidumbre y la desprotección. Si bien la oferta aumentó, lo hizo a costa de contratos más cortos, ajustes trimestrales basados en el IPC y requisitos aún más difíciles de cumplir.
Precios imposibles: ¿Cuánto cuesta alquilar en Buenos Aires?
Según Zonaprop, un departamento de dos ambientes promedia los $604.905 mensuales, superando ampliamente el salario promedio. En Puerto Madero, el barrio más exclusivo, esa cifra asciende a $1.065.853.
Vivir en la periferia: ¿Una opción real?
En barrios como Lugano, Villa Soldati y Mataderos, los precios son más accesibles, pero la calidad de las viviendas y los servicios dejan mucho que desear. ¿Es justo que los trabajadores deban elegir entre un alquiler inalcanzable en el centro o condiciones precarias en la periferia?
A esto se suman las expensas, que en febrero de 2025 alcanzaron los $230.186, un 128,37% más que el año anterior. Un golpe brutal para el bolsillo de los inquilinos.
Especulación inmobiliaria: El negocio a costa del sufrimiento
La crisis habitacional esconde un negocio millonario impulsado por la especulación, la falta de regulación y la ausencia de políticas públicas. Inversores y propietarios priorizan la rentabilidad sin importar las consecuencias sociales, mientras el Estado permanece ausente.
¿Hay luz al final del túnel?
La pregunta clave es: ¿Podemos revertir esta situación y garantizar el acceso a la vivienda como un derecho? La respuesta exige medidas urgentes:
- Regulación estatal para frenar la especulación y proteger a los inquilinos, con contratos justos, aumentos razonables y sanciones.
- Fomento de la construcción de viviendas sociales y acceso a créditos hipotecarios a tasas accesibles.
- Promoción de la organización y movilización de los inquilinos para exigir sus derechos.
El camino es desafiante, pero no imposible. Con organización, exigencia y lucha, podemos construir un futuro donde la vivienda sea un derecho, no un privilegio, y donde el sueño de un hogar no se desvanezca.