El Gobierno, en su afán de ajustar el gasto público, ha desatado una tormenta perfecta en el INTA. La venta de inmuebles emblemáticos, como el edificio de Palermo, valuado en millones de dólares, se suma a un plan de recorte de 1700 puestos de trabajo. ¿Ajuste o saqueo? La pregunta flota en el aire, mientras las denuncias por corrupción e irregularidades se amontonan.
El edificio de Palermo: ¿Subutilizado o joya en venta?
El edificio del INTA en Palermo, ubicado en una zona privilegiada, está en la mira. Con un precio base de USD 6.378.968, se subastará antes de Navidad. El Gobierno alega ‘subutilización’ y la necesidad de reducir costos. Sin embargo, las sospechas de una venta sospechosamente baja se acrecientan por las voces que indican un valor real de alrededor del doble.
En este inmueble trabajan 140 personas. Funcionan allí oficinas clave, incluyendo la Fundación ArgenINTA, con su superávit económico, y la empresa INTeA, que genera ganancias al Estado. ¿Será acaso una ‘casualidad’ la urgencia en su venta? ¿O es una jugada para deshacerse de un activo estatal rentable?
Bronzovich y Giraudo: ¿El ajuste o un negocio millonario?
El nuevo presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, firmó la conformidad para la venta del edificio. Pero esta decisión no se ajustó a los procesos regulares. El Consejo Directivo del INTA, que debería aprobar esta medida, aun no se ha pronunciado al respecto. ¿Es un negociado?
Bronzovich y la vicepresidenta del INTA, María Beatriz “Pilu” Giraudo, son vinculados a AAPRESID, una entidad que ha mostrado un apoyo férreo a las políticas de ajuste. Se escuchan fuertes rumores sobre el posible favorecimiento a ciertas constructoras amigas del gobierno.
Los dos sindicatos que representan al personal del INTA, APINTA y ATE, han anunciado acciones legales para detener esta venta irregular y denuncian que se ha pasado por encima del Consejo Directivo, violando las normas internas del organismo. Esta claro que esto huele mal
Despidos y ajuste: ¿un combo explosivo?
La venta del edificio es solo la punta del iceberg de un plan de ajuste que dejaría sin trabajo a 1734 personas en el INTA. Entre las víctimas hay profesionales altamente calificados, técnicos con doctorado y becarios. Retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y no renovación de contratos: el combo perfecto para acallar voces y vaciar el INTA.
Además, se plantea una drástica reducción del presupuesto, la venta de tierras en todo el país y una reestructuración total del organismo. Muchos advierten sobre la destrucción sistemática de una institución estratégica para el desarrollo agropecuario argentino.
Denuncias por corrupción: un escándalo en ciernes
Una denuncia anónima ante el Ministerio Público Fiscal acusa a Bronzovich y al presidente de la AABE, Nicolás Pakgojz, por estafa, administración fraudulenta y abuso de autoridad. Según la denuncia, la venta del edificio se realiza a un precio irrisorio, evidenciando un posible acuerdo entre funcionarios y empresarios.
La AABE responde con evasivas y alega que la denuncia es ‘incorrecta’. Sin embargo, los argumentos de los gremios y la carta documento enviada previamente por APINTA, detallando la irregularidad del procedimiento, son contundentes. Un negocio oscuro en proceso.
En juego están millones de dólares, el futuro de 1700 trabajadores y la viabilidad del INTA como institución vital para el país. ¿Se impondrá la ley o se consumará este supuesto saqueo?
El futuro del INTA en juego
El INTA cumple 70 años. Mientras tanto, sus trabajadores luchan por defender su trabajo y la institución. El próximo 28 de noviembre se llevará a cabo una reunión crucial en la que se definirá el futuro del plan de ajuste. Las entidades agropecuarias, integrantes del Consejo Directivo, deberán tomar una posición.
El ajuste presupuestario en ciencia y tecnología es otro factor clave. La apuesta del gobierno de Milei por un modelo económico neoliberal genera fuertes sospechas sobre las intenciones detrás de esta destrucción sistemática del INTA y la posible venta a empresas privadas con dudosa transparencia.
Las protestas y acciones legales se intensificarán mientras se define el destino de uno de los pilares fundamentales para el desarrollo del sector agropecuario argentino. ¿Será este gobierno recordado por desmantelar o fortalecer la investigación y tecnología del campo?
“El INTA no es solo un edificio, es el futuro del agro argentino. No permitiremos que lo destruyan.”
En las próximas semanas, los argentinos sabrán si se trata de un ajuste económico o una estrategia para enriquecerse a costa de la ciencia, tecnología y los trabajadores del país. Las denuncias presentadas en la justicia determinarán el curso de los hechos. El juicio público es inevitable. Y es de esperar que los funcionarios implicados rindan cuentas a la sociedad.