El ajuste económico implementado por el presidente Javier Milei ha generado un cambio profundo en el panorama social argentino. En Córdoba, las organizaciones piqueteras, que históricamente dependían del financiamiento nacional, se han visto obligadas a reorganizarse y buscar nuevas fuentes de apoyo. En este contexto, el gobernador peronista Martín Llaryora ha emergido como una figura clave, brindando asistencia a las cooperativas de la economía popular. Mientras tanto, Milei defiende con firmeza su política económica, argumentando que la reducción de la inflación es el principal plan social.
El impacto de la motosierra de Milei en las organizaciones sociales
La decisión del gobierno de Milei de cortar el financiamiento a las cooperativas administradas por organizaciones piqueteras ha generado un terremoto en el sector. Estas organizaciones, que durante años gestionaron importantes recursos para la asistencia social, ahora se enfrentan a una crisis de financiamiento que amenaza su capacidad de acción. La eliminación de la contraprestación del plan Potenciar Trabajo también ha debilitado su poder de movilización, dejándolas sin una herramienta clave para presionar al gobierno.
Sin embargo, es importante destacar que el gobierno de Milei no ha eliminado por completo la asistencia social. Programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y el nuevo plan Volver al Trabajo, siguen vigentes, llegando a millones de personas. El recorte se ha centrado en la asistencia a comedores populares y el financiamiento a cooperativas, áreas donde, paradójicamente, se vio un auge durante la gestión de Mauricio Macri.
Llaryora: ¿Un nuevo referente para los piqueteros cordobeses?
Ante el recorte del financiamiento nacional, las organizaciones piqueteras cordobesas han encontrado un inesperado aliado en el gobernador Martín Llaryora. Tanto la Provincia como el municipio capitalino, liderado por Daniel Passerini, han incrementado el apoyo financiero a las cooperativas de la economía popular, brindando una bocanada de aire a un sector en crisis.
Esta situación ha generado un debate sobre el rol del Estado en la asistencia social. Para algunos, la decisión de Llaryora es una muestra de pragmatismo y responsabilidad social, al brindar apoyo a los sectores más vulnerables en un momento de crisis. Otros, sin embargo, cuestionan la politización de la asistencia social y la posibilidad de que este apoyo se utilice con fines clientelares.
Milei en Córdoba: entre aplausos y controversias
En medio de este panorama, la reciente visita de Javier Milei a Córdoba para participar del aniversario de la Fundación Mediterránea puso en evidencia la polarización que genera su figura. El presidente recibió una ovación por parte de empresarios y dirigentes políticos locales, quienes respaldaron su plan económico. Sin embargo, sus declaraciones polémicas sobre figuras históricas como Isabel Perón y Raúl Alfonsín generaron fuertes críticas desde la oposición.
Milei aprovechó la ocasión para defender su política económica, argumentando que la reducción de la inflación es el principal plan social. Insistió en la necesidad de eliminar el Banco Central y avanzar hacia la dolarización, medidas que considera esenciales para sanear la economía argentina.
Milei se mostró confiado en la recuperación económica y aseguró que su gobierno está “mucho más cerca de la salida del cepo” que en diciembre. Además, destacó la baja de la inflación y de la pobreza como logros de su gestión. Sin embargo, evitó hacer referencia directa al paro nacional convocado por algunos sectores sindicales, lo que fue interpretado como una muestra de fortaleza política en medio de las tensiones.
Un debate abierto sobre el futuro de la Argentina
El futuro de las organizaciones piqueteras y el rol del asistencialismo en la Argentina son temas de debate crucial en la actualidad. Las medidas tomadas por el gobierno de Milei y las respuestas de los gobiernos provinciales y municipales, como el de Córdoba, plantean interrogantes sobre la mejor manera de abordar la pobreza y la desigualdad en el país.
La decisión de Milei de recortar el financiamiento a las cooperativas y la respuesta de Llaryora de brindar apoyo a la economía popular abren un debate crucial sobre el rol del Estado y la asistencia social. ¿Debe el Estado centralizar la asistencia o deben las provincias tener mayor autonomía? ¿Son las cooperativas una herramienta efectiva para combatir la pobreza o se prestan a la manipulación política?
Mientras tanto, la sociedad argentina observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos, consciente de que las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán un impacto profundo en el futuro del país. El debate recién comienza, y sus conclusiones podrían redefinir el mapa político y social de la Argentina.