El fallecimiento de Willy Quiroga, a los 84 años, marca una profunda pérdida para el rock argentino. El bajista y fundador de Vox Dei, una de las bandas más influyentes de la historia musical del país, dejó un legado indeleble con su música y su personalidad carismática. Su contribución a la escena del rock nacional, especialmente con el álbum conceptual “La Biblia”, es innegable y continuará resonando por generaciones.
La partida de un ícono
La noticia de su muerte, confirmada este [fecha], conmovió a músicos, fanáticos y personalidades de la cultura. Quiroga, quien luchó contra un problema de salud pulmonar en los últimos meses, había anunciado su retiro de los escenarios en agosto de este año. Su última presentación pública fue en el festival “Vivimos Música”, dejando una huella imborrable en la memoria de quienes lo presenciaron.
Más allá de sus logros como músico, Quiroga era una figura querida y respetada en el ámbito musical. Su humildad, su pasión por la música y su contribución a la escena del rock nacional lo convirtieron en una referencia indispensable.
Vox Dei y la revolución de “La Biblia”
Fue junto a Ricardo Soulé, Rubén Basoalto y Carlos “Yody” Godoy que Quiroga fundó Vox Dei. Pero fue con su segundo álbum, “La Biblia”, lanzado en 1971, que la banda alcanzó el cenit de su reconocimiento. Este disco conceptual, una audaz adaptación de pasajes bíblicos al rock argentino, no solo se convirtió en un clásico, sino que se posicionó como un elemento crucial en la evolución del rock nacional, influenciando a generaciones posteriores de músicos.
En varias entrevistas, Quiroga describió la experiencia de crear “La Biblia” como una “locura”. Las letras de Ricardo Soulé, profundamente religiosas pero con un mensaje de paz universal, encontraron la aprobación incluso de la curia católica luego de una revisión previa a su lanzamiento. Este álbum demostró la ambición creativa y el impacto cultural que podían lograr las bandas de rock argentinas.
“Fue una locura hacer un segundo disco con La Biblia. Con el tiempo se transformó en un mensaje de paz universal. Eso es lo que transmite. Con el paso de los años se volvió un clásico. Imaginate que Soda Stereo hizo una versión muy buena en la MTV y gente como Ricardo Iorio o Andrés Calamaro cantaron temas de ese álbum,” describió Quiroga en una entrevista.
De Río Cuarto a la historia del rock argentino
Nacido en Río Cuarto, Córdoba, Willy Quiroga se trasladó a San Fernando en su adolescencia. Su pasión por la música lo llevó a explorar el folclore inicialmente, pero a los 12 años, tras descubrir a Elvis Presley y Bill Haley, se enamoró del rock. Esta experiencia, según sus propias palabras, lo marcó para siempre: “Iba al cine a ver sus películas y terminábamos todos bailando. Siempre algo se rompía y nos sacaban a las patadas de la sala. A partir de ese día me enamoré del rock.”
A los 17 años, mientras trabajaba en la panadería de su padre, adquirió su primera guitarra de forma inusual, generando una anécdota que se volvió legendaria en la historia del rock. Conoció al propietario del boliche aledaño a la panadería que, tras conseguir el bajo de un guitarrista, lo cambia por una botella de vino. Esta historia no sólo dio origen a una de las piezas fundamentales en su repertorio, “Tengo razones para seguir”, sino que simboliza también su perseverancia y el camino sinuoso que recorrió para alcanzar el éxito musical.
Su llegada a Berazategui marcó un punto de inflexión. Formó un dúo folclórico moderno y comenzó a tocar en una pizzería, hasta que se unió a Vox Dei, donde su talento como bajista y su personalidad influyeron fuertemente en el desarrollo de la banda y su repercusión en la cultura musical del país. El grupo se posicionó rápidamente como parte de una generación que estaba definiendo la escena del rock nacional.
El legado de un pionero
El impacto de Willy Quiroga y Vox Dei en el rock argentino es innegable. Su trabajo con La Biblia no solo es un clásico, sino un punto de referencia en la historia de la música argentina. Su aporte a la creación de un sonido y estética auténticamente argentinos contribuyó a la formación del rock nacional, dejando un legado que trasciende su propia carrera.
Además de sus canciones, sus anécdotas personales e ideas musicales, Willy Quiroga deja tras de sí un ejemplo de trabajo arduo y pasión por su arte. Un ejemplo para aspirantes a músicos y fans de la música.
El recuerdo de sus colegas y fans
Las redes sociales se han llenado de emotivos mensajes de colegas, amigos y fans, reconociendo su trayectoria e impacto. Claudia Puyó, por ejemplo, lo describió como “uno de los más grosos que conocí en mi vida, además de ese músico íntegro y lleno de potencia que fuiste y que serás para siempre para nosotros.”
Otros artistas, como Lalo Mir, Javier Calamaro y Eduardo de la Puente, se sumaron a expresar su dolor y respeto hacia su legado musical. Las palabras de Vicky Soulé, hija de Ricardo Soulé, también dan cuenta de la estrecha amistad y el respeto mutuo que unió a Quiroga con sus compañeros de banda: “Te amo Willy, por siempre. Aplauso de pie. Ovación eterna, maestro.”
El fallecimiento de Willy Quiroga deja un vacío, pero su música y su legado perdurarán en la historia del rock argentino, inspirando a futuras generaciones de músicos y recordando un momento clave en la evolución cultural y artística de la nación.