El bienestar, según la Real Academia Española, se define como el conjunto de cosas necesarias para vivir bien. Esta definición, atemporal, ha ido evolucionando, adaptándose a los cambios en las necesidades y demandas sociales. En el pasado, se asociaba con cubrir necesidades básicas; hoy, ‘vivir bien’ engloba la salud mental, relaciones sociales, desarrollo personal y realización profesional.
Es fundamental evitar la confusión entre bienestar personal y familiar (necesario para cuidar de los demás) con un individualismo exacerbado o consumismo sin límites. El verdadero bienestar implica un equilibrio y una responsabilidad social.
Impacto de la tecnología y la globalización en el bienestar
La tecnología, la globalización y los cambios sociales han transformado radicalmente nuestras vidas y nuestra percepción del bienestar. Las redes sociales, por ejemplo, expanden nuestras conexiones pero también incrementan el estrés y la ansiedad. La globalización homogeneiza experiencias pero revela desigualdades y desafíos. En este contexto, el bienestar es un objetivo individual y colectivo que exige adaptación y aprendizaje constante.
Este ‘vivir bien’ depende de la interacción de las personas con sus entornos. Cambios sociales, como la dificultad en la conciliación familiar y laboral, hacen que la educación y crianza, y por lo tanto el bienestar psicológico infantil, se deleguen cada vez más en las escuelas.
El Bienestar Integral Infantil: Un Enfoque Holístico
El bienestar entrelaza lo físico, lo social y lo cognitivo, manifestándose en todos los aspectos de la vida. En los niños, implica emociones, relaciones; todo y todos a su alrededor influyen en su crecimiento y aprendizaje. Un ambiente propicio para su desarrollo holístico es esencial.
Crear este ambiente exige una visión integral, considerando sus necesidades físicas, emocionales, sociales e intelectuales. No se trata solo de su rendimiento académico, sino de su desarrollo integral como individuos felices y seguros.
Global Wellness Day: Celebrando el Bienestar
Desde 2012, se celebra el Global Wellness Day el segundo fin de semana de junio, promoviendo la reflexión sobre el ‘vivir bien’. Este evento internacional es un llamado al compromiso colectivo por el bienestar, más allá de una simple celebración puntual.
Su adaptación al ámbito escolar, a menudo celebrada en septiembre, destaca la importancia de promover el bienestar infantil y juvenil. Involucrar a los niños y jóvenes en actividades relacionadas con la salud física y emocional es clave para su desarrollo.
El Rol de la Educación en el Bienestar Integral
Promover el bienestar en la educación es invertir en el futuro. Cuando los niños se sienten seguros, valorados y cuidados, su bienestar aumenta, mejorando el funcionamiento cerebral, favoreciendo el aprendizaje, la creatividad y la motivación. Para esto es vital implementar estrategias para crear un ambiente de aprendizaje seguro, motivador y feliz.
Crear un clima de confianza y respeto, involucrar a las familias y personalizar el aprendizaje en la medida de lo posible son recomendaciones de los expertos. Es importante entender que cada niño tiene necesidades individuales que debemos satisfacer.
Estrategias para el Bienestar Infantil
- Fomentar la comunicación abierta y honesta entre padres e hijos.
- Establecer rutinas y límites claros, proporcionando seguridad y estabilidad.
- Priorizar el tiempo de calidad en familia, creando espacios para la interacción y el juego.
- Promover la actividad física y una alimentación saludable, pilares del bienestar físico.
- Animar a la participación en actividades extraescolares que fomenten el desarrollo personal y social.
- Brindar oportunidades para la expresión creativa, como la música, el arte o la escritura.
- Enseñar habilidades de afrontamiento del estrés y la resolución de problemas.
- Promover el desarrollo de la empatía y la inteligencia emocional.
- Fomentar la resiliencia y la capacidad de superar los desafíos.
Sembrando el Bienestar para un Futuro Mejor
Educar en el bienestar emocional es educar en valores como la empatía y la colaboración, construyendo una sociedad más justa, equitativa y feliz. Los niños de hoy serán los adultos del mañana, y sus experiencias escolares marcarán sus vidas. Invertir en su bienestar es invertir en un futuro mejor.
El bienestar integral no es una meta, sino un proceso continuo que requiere esfuerzo, compromiso y una visión holística. Educadores, padres y la sociedad en conjunto debemos trabajar para crear entornos seguros, enriquecedores y propicios para el desarrollo pleno de nuestros niños.