El próximo sábado 1 de febrero, las calles de Córdoba se vestirán de violeta en una nueva manifestación del colectivo Ni Una Menos. Esta vez, la marcha no solo clama contra la violencia de género, sino que también alza su voz en repudio a las declaraciones y políticas del presidente Javier Milei, consideradas por las organizadoras como un retroceso en la lucha por los derechos de las mujeres y disidencias.
Unidad contra el discurso de odio
La convocatoria, que parte desde Colón y General Paz a las 16 horas, reúne a una amplia gama de organizaciones sociales, políticas y sindicales. Desde Ni Una Menos Córdoba, se ha hecho un llamado a la unidad para frenar lo que consideran un embate contra los derechos conquistados tras años de lucha. Soledad Díaz, referente del Partido Obrero en el Frente de Izquierda de los Trabajadores, explicó a Cadena 3 que la marcha busca una “respuesta inmediata y contundente” ante los dichos del mandatario.
Las declaraciones de Milei, calificadas como “antifeministas” y “antiderechos” por las manifestantes, han generado una profunda preocupación en diversos sectores de la sociedad. La propuesta de eliminar el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, así como los recortes presupuestarios en áreas clave para la protección de mujeres en situación de violencia, son algunos de los puntos que han encendido las alarmas.
La marcha federal, que se replicará en diferentes puntos del país, busca visibilizar el descontento social y exigir al gobierno que garantice políticas públicas que protejan a las mujeres y promuevan la igualdad de género. “No se trata de un hecho aislado, sino de declaraciones que se llevan a la práctica”, enfatizó Díaz, haciendo referencia a medidas como el “muro” para migrantes en la frontera y el desfinanciamiento de programas esenciales para mujeres y diversidades.
Más allá del feminismo: una lucha por los derechos humanos
La movilización del 1 de febrero trasciende las reivindicaciones feministas y se enmarca en una lucha más amplia por los derechos humanos y la justicia social. La precarización laboral, la falta de acceso a la salud y la educación, y la creciente desigualdad son algunos de los ejes que articulan el reclamo de los diferentes colectivos que participarán en la marcha. Se espera la adhesión de organizaciones estudiantiles, agrupaciones de derechos humanos y sindicatos.
En este sentido, la referente del Partido Obrero hizo hincapié en la necesidad de que las centrales obreras, como la CTA y la CGT, “cumplan con su rol” y convoquen a un paro general y un plan de lucha sostenido para enfrentar las políticas del gobierno. “Es un gobierno absolutamente incompatible con los intereses del pueblo trabajador”, sentenció Díaz.
La marcha del sábado se presenta como una oportunidad para que la sociedad civil exprese su rechazo a las políticas de ajuste y a la vulneración de derechos. Se espera una masiva concurrencia, en un contexto de creciente tensión social y política. Las calles de Córdoba, una vez más, serán el escenario de una batalla cultural que definirá el futuro del país. Es la hora de alzar la voz, de unirse en la defensa de los derechos conquistados y de resistir los embates del poder. Como reza la consigna, Ni Una Menos.
La respuesta de la sociedad civil ante las políticas del gobierno de Milei será crucial para determinar el rumbo del país en los próximos años. La marcha del 1 de febrero es solo el comienzo de una lucha que se anticipa larga y compleja. En un contexto de creciente polarización, la unidad y la movilización popular se presentan como las herramientas más efectivas para defender los derechos conquistados y construir un futuro más justo e igualitario.
Desde las organizaciones feministas, se hace un llamado a la participación activa en la marcha y en todas las acciones que se lleven a cabo en defensa de los derechos de las mujeres y disidencias. Es fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en esta lucha, ya que la vulneración de derechos de un sector afecta inevitablemente al bienestar general. La construcción de una sociedad más justa e igualitaria requiere del compromiso de todos y todas.
La marcha del 1 de febrero en Córdoba es una muestra de la resistencia y la capacidad de organización de la sociedad civil frente a políticas que consideran regresivas. En un contexto de incertidumbre y desafíos, la movilización popular se convierte en una herramienta fundamental para la defensa de los derechos y la construcción de un futuro mejor.
Las redes sociales se han convertido en un espacio clave para la difusión de la convocatoria y la organización de la marcha. Bajo la consigna #NiUnaMenos #MileiNoNosCallará #1deFebrero, se comparten información sobre el recorrido, los puntos de encuentro y las actividades que se realizarán durante la jornada. La viralización de la convocatoria a través de las redes sociales ha permitido que la marcha trascienda las fronteras de Córdoba y se convierta en un evento de alcance nacional.
La participación de jóvenes en la marcha del 1 de febrero es un signo alentador para el futuro de la lucha por los derechos de las mujeres y disidencias. Las nuevas generaciones, con su energía y compromiso, se han convertido en un motor fundamental para la transformación social. Su presencia en las calles demuestra que la lucha por la igualdad de género continúa vigente y que hay una nueva generación dispuesta a defender los derechos conquistados y a luchar por un futuro más justo.
En un contexto de creciente preocupación por la violencia de género y la discriminación, la marcha del 1 de febrero se presenta como un espacio para la reflexión y el debate sobre las políticas públicas necesarias para abordar estos problemas. Es fundamental que el gobierno escuche las demandas de la sociedad civil y garantice la implementación de medidas efectivas para la prevención y erradicación de la violencia de género.