San Martín de los Andes, un paraíso natural enclavado en la Patagonia argentina, se convirtió en el epicentro de una fiesta riverplatense. Miles de hinchas, con una pasión que desbordaba cualquier límite, recibieron al equipo de sus amores en el inicio de la pretemporada. Un mar rojo y blanco inundó las calles, transformando la llegada del plantel en un evento inolvidable que quedará grabado en la memoria de jugadores, cuerpo técnico y, por supuesto, de la afición.
Un recibimiento que eriza la piel
Desde el momento en que el avión que transportaba a los jugadores tocó suelo neuquino, la euforia se hizo sentir. El traslado hasta San Martín de los Andes, en un ómnibus custodiado por un imponente operativo de seguridad, fue una verdadera caravana. Los hinchas, con banderas, bengalas y cánticos ensordecedores, acompañaron al equipo en cada kilómetro, demostrando que la pasión por River no conoce de distancias.
La llegada al Chapelco Golf & Resort, donde el equipo se alojará y entrenará, fue el punto culminante de la jornada. Una multitud, estimada en más de 20.000 personas, se congregó en las inmediaciones del hotel para dar la bienvenida a los jugadores. El micro, bañado en espuma y envuelto en una nube de humo rojo y blanco, apenas podía avanzar entre la marea humana.
Los jugadores, visiblemente emocionados, descendieron del vehículo y se acercaron a saludar a los hinchas. Gallardo, Enzo Pérez, las nuevas incorporaciones… todos fueron ovacionados por una hinchada que les demostraba su incondicional apoyo. El cariño del público era palpable, una energía que se transmitía en cada cántico, en cada bandera flameando al viento.
Más que una pretemporada, una muestra de amor
La pretemporada en San Martín de los Andes es mucho más que una simple preparación física para River. Es un reencuentro con su gente, una inyección de energía que renueva las ilusiones de cara a un nuevo año lleno de desafíos. El aliento de los hinchas, ese motor inagotable que impulsa al equipo en cada partido, se hizo sentir con una fuerza arrolladora en el sur argentino.
Los jugadores, conscientes de la importancia de este apoyo, respondieron con creces a las muestras de afecto. El saludo a la multitud, los autógrafos, las fotos… cada gesto fue un agradecimiento a esa hinchada que siempre está presente, en las buenas y en las malas.
La fiesta en San Martín de los Andes es un recordatorio de la simbiosis única que existe entre River y su gente. Una relación que va más allá del fútbol, un sentimiento que une a millones de personas en todo el país y el mundo. Un amor incondicional que se renueva año tras año, y que se manifiesta en cada recibimiento, en cada partido, en cada canción.
Un telón de 300 metros de pasión
Uno de los momentos más impactantes del recibimiento fue el despliegue de un telón gigante de 300 metros de largo, confeccionado por la filial de River en San Martín de los Andes. Una obra de arte tejida con pasión y dedicación, que simboliza la magnitud del amor que los hinchas sienten por el club. El telón, con los colores rojo y blanco que identifican a River, se extendió a lo largo de la ruta, creando una imagen espectacular que quedará grabada en la retina de todos los presentes.
Carmen Castillo, la talentosa hincha que lideró la creación del telón, compartió con La Página Millonaria la emoción de ver su obra flameando al viento, recibiendo a los jugadores. Un sueño hecho realidad gracias al esfuerzo conjunto de la filial y al amor incondicional por River.
“Yo hice la bandera porque venía River y queríamos hacer algo especial. No pensé que iba a crear algo tan lindo que hasta saliera en los diarios. Fue una idea que surgió en la Filial, me ofrecí a coserla con amor porque somos muy fanáticos de River.” – Carmen Castillo
El futuro se construye desde la pasión
La pretemporada en San Martín de los Andes no solo servirá para que el equipo se prepare físicamente para los desafíos que se avecinan. También será una oportunidad para fortalecer los lazos entre los jugadores y el cuerpo técnico, y para recargar energías con el aliento inagotable de la hinchada. El recibimiento multitudinario en el sur argentino es un presagio de lo que se viene: un año lleno de pasión, emoción y, por qué no, de gloria.
El primer amistoso del año, contra la Universidad de Chile en Concepción, será una prueba de fuego para el equipo. Pero más allá del resultado, lo importante es que River comienza el 2025 con el pie derecho, respaldado por una hinchada que nunca lo abandona. La pasión que se vivió en San Martín de los Andes es un combustible que impulsará al equipo a lo largo de toda la temporada.