El último fin de semana largo en Argentina, a pesar de registrar un 2.3% menos de turistas que en el mismo período de 2022, sorprendió con un aumento del gasto turístico cercano al 10%. Este incremento, que asciende a un total de $196.233 millones, según datos de la CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), plantea una paradoja interesante en el contexto económico actual del país.
Un gasto por persona superior
Si bien la cantidad de viajeros disminuyó levemente, el gasto promedio por persona aumentó un 9.8% en términos reales. Este significativo incremento se debe principalmente a dos factores: un mayor gasto en actividades recreativas y la elección de alojamientos de mayor categoría. El promedio diario de gasto por turista alcanzó los $70.083, un 23.6% más que en 2022.
Este cambio en el comportamiento del turista argentino sugiere una mayor disposición a invertir en experiencias de mayor calidad, priorizando la calidad del viaje sobre la cantidad de días, reflejando un comportamiento más orientado a un consumo selectivo y un mayor valor percibido por las experiencias.
El peso del turismo interno
Según el informe de CAME, si bien no se dispone de cifras precisas, encuestas cualitativas apuntan a que el turismo interno podría haber sido aún mayor si la devaluación no hubiera hecho más atractivos los viajes al exterior, sobre todo a Chile y Brasil. Este dato resalta la importancia de considerar las políticas cambiarias como un factor influyente en la elección de destinos de viaje de los argentinos.
La comparación con años anteriores, con contextos políticos y económicos diferentes, revela la resistencia del turismo interno frente a las adversidades económicas. Esto implica la necesidad de continuar analizando los comportamientos de los consumidores y adaptando estrategias para seguir incentivando las actividades turísticas internas, que son la columna vertebral de la reactivación económica del sector.
Buenos Aires y el interior
La Costa Atlántica, con Mar del Plata a la cabeza, lideró la afluencia turística, superando el 70% de ocupación hotelera. El movimiento fue tan alto que las rutas 2 y 11 experimentaron un intenso tránsito, registrando picos de 2000 vehículos por hora en el peaje de Samborombón. Las estadías promedio fueron de 2.5 noches, con una preferencia por hoteles de mayor categoría, confirmando la tendencia observada a nivel nacional.
En el interior de la provincia de Buenos Aires, localidades como Chascomús y pueblos rurales como San Antonio de Areco, Tomás Jofré y Capilla del Señor atrajeron a turistas en busca de tranquilidad y naturaleza. La ocupación en Chascomús alcanzó el 65%, con un gasto promedio por persona de $104.700. Esta tendencia muestra una diversificación del turismo interno, que ya no se concentra únicamente en los grandes centros urbanos costeros.
Buenos Aires, con 132.000 visitantes, experimentó la mayor afluencia de los últimos seis años, generando un impacto económico de $25.000 millones. Espacios culturales como el MALBA, el Hipódromo de Palermo y los shows de tango en el casco histórico fueron muy demandados. Esta alta ocupación confirma la capacidad de la ciudad para atraer turistas nacionales con una amplia oferta de actividades.
Otras regiones
Córdoba presentó un gran movimiento, con ocupaciones hoteleras que alcanzaron el 100% en destinos como Miramar y Almafuerte. Eventos como la Fiesta Nacional de la Pelota de Fútbol en Bell Ville y conciertos en Villa Carlos Paz contribuyeron a atraer visitantes. En tanto, el Campeonato Mundial de Tiro impulsó el turismo internacional en la capital cordobesa, lo que refleja la importancia de los eventos internacionales para fomentar el sector.
Mendoza, por su parte, alcanzó el 80% de ocupación hotelera, con un gasto promedio diario de $72.100 por persona. Los visitantes, principalmente chilenos y brasileños, disfrutaron de la oferta cultural y enoturística. Esto refuerza la importancia de los destinos tradicionales en la preferencia del turista extranjero y nacional, mientras que confirma el atractivo de las ofertas enoturísticas en el mercado internacional.
En el sur del país, Chubut cautivó con el avistamiento de ballenas en Puerto Madryn y el Parque Nacional Los Alerces en Esquel. Corrientes, en el noreste, se consolidó como un destino preferido, con una ocupación hotelera del 75% y el gran éxito del Torneo de Pesca del Surubí en Ituzaingó. Esta diversidad de propuestas confirma la riqueza de opciones que ofrece Argentina para atraer diferentes tipos de turismo.
Perspectivas para el verano 2025
En total, durante los seis fines de semana largos de 2024, 11.2 millones de turistas generaron un gasto de $1.8 billones, un 18% más que en 2022. Este incremento en el gasto, a pesar de la menor afluencia, indica una mayor eficiencia en el consumo del sector turístico argentino.
Si bien factores como la devaluación favorecieron el turismo internacional, la fuerte oferta cultural, deportiva y gastronómica de las principales ciudades argentinas logró mantener un flujo constante de turistas locales. Esto resalta la importancia de potenciar las atracciones locales para asegurar el éxito del turismo interno en momentos de fluctuación económica.
El último feriado largo del año promete un panorama alentador para la temporada de verano 2025. Los operadores turísticos muestran optimismo sobre la demanda interna, con un enfoque en destinos clásicos como la Costa Atlántica, Córdoba y la Patagonia. Se espera que la tendencia de mayor gasto y la preferencia por alojamientos de mayor categoría continúen en la próxima temporada.
El repunte del gasto turístico en Argentina, a pesar de la reducción en el número de visitantes, es una señal alentadora para la economía del país. Las estrategias deben centrarse en mantener este crecimiento a través de la diversificación de la oferta, el aprovechamiento de eventos y la consideración de factores macroeconómicos, como el tipo de cambio, que influyen en las decisiones de viaje de los turistas.